¡Más “hazañas” de Borge y Félix!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
No
cabe duda de que el gobernador priísta Roberto Borge Angulo fue un verdadero
engendro de su antecesor, su paisano Félix González, de quien imitó
prácticamente todos los vicios, lo que en ocasiones nos obliga a
peguntarnos cuál de los dos fue peor,
particularmente en el renglón de derroche de recursos.
Lo
anterior obligará al gobernador electo, Carlos Joaquín González, a realizar una
tarea titánica para determinar el grado de culpabilidad de cada, sobre todo de
responsabilidad, de cara a su prometida fiscalización del ejercicio de recursos
de los últimos once años de “gobierno” de los dos cozumeleños, ambos de no muy
gratos recuerdos para Quintana Roo.
Casualmente,
otro de los renglones en los que ninguno de los dos se midió fue el de gastos
por concepto de “turistas”, y decimos en gastos, ya que está visto que en materia
de viajes Roberto Borge aventaja notoriamente a su “titiritero”, ya que se la
pasó más tiempo fuera de Quintana Roo, ya no digamos del palacio o de la hasta
hoy “Casa de Gobierno”.
Pero,
vaya, ambos tenían a su servicio a la controvertida empresa paraestatal VIP Servicios Aéreos
Ejecutivos S.A. de C.V., mejor conocida como “Vipsaesa”, encargada de todas la
operaciones aéreas del Gobierno del Estado que, en su momento, estuvo a cargo
del chetumaleño Manuel Conde
Canto, adivine qué, “casualmente” primo-hermano de Félix González.
Precisamente
por “turista”, el ex gobernador provocó que los gastos de “Vipsaesa”
prácticamente se “dispararon” durante su sexenio, al grado tal que Félix
González recibió la empresa en 2005 con un presupuesto de 16 millones 246 mil
millones de pesos, y seis años después la cifra ascendió hasta los 120
millones.
Para no variar, conforme a un reportaje que reprodujo
Noticaribe de Luces del Siglo en marzo de 2013, para Roberto
Borge Angulo las relaciones públicas son primero, ya que en sus primeros dos
años al frente del gobierno había realizado cerca de 103 viajes “oficiales” -15
de ellos al extranjero., lo que representaba una ausencia de 135 días, es
decir, casi 5 meses fuera de Quintana Roo.
El
regordete mandatario no ha podido ocultarlo, no así los millonarios gastos por
ese concepto, a diferencia de su antecesor, que recurrió a un ardid legaloide
que le cuestionaría el periodista capitalino Ernesto Villanueva, quien dio pie
a las primeras sospechas sobre el tema, cuando el 4 de noviembre del 2011 se
refirió a sospechosa controversia en su página debate.com.mx
La
información, al igual que los demás casos comprometedores de Félix González,
jamás trascendió a la opinión pública en los medios locales, pero refería que
el caso de Quintana Roo en materia de transparencia era de humor involuntario
por sus maneras tan burdas de hacer las cosas, como parte de ese México que no
respeta las mínimas formas de operar.
Incluido
en nuestro reciente libro ¡Escándalos y “danza” de millones! el capítulo
denominado Una “Ley mordaza” recuerda que el ex mandatario contó con la ayuda de Eliezer Villanueva en el área de
adquisiciones para operar y controlar sus “negocios”. Era
una “extensión financiera” del que dependía su bienestar.
Nada le faltaba en sus frecuentes viajes al
extranjero en jet privado, así como tampoco a su esposa, “La Polly” Narcedalia
Martín, quien se desplazaba en jet propio.
Eliezer Villanueva estaba pendiente desde la compra de un
tornillo hasta de un avión. En su misión en el negocio de servicio de taxi
aéreo, daba preferencia a las naves de “Aeroferinco”, propiedad de Fernando
Quintín Vargas Alarcón, cuñado de Félix González.
Y eso que antes de
la gestión de éste, Aeroferinco cargaba serios antecedentes de accidentes de
transportación aérea, en uno de los cuales murieron 17 turistas, pero con su
cuñado en el poder la empresa no sólo se recuperó, sino también se le otorgó la
operación del FBO del aeropuerto de Cozumel, donde ofrece servicios de
departamento de tráfico y despacho, mantenimiento y limpieza, así como renta de
aviones, desde un monomotor hasta vuelos charters y ambulancias.
Esposo de Patricia Jacqueline González Canto, Fernando
Quintín y ésta eran socios del Grupo Ferinco, un consorcio comercial-constructor
que manejaba en exclusiva la distribución de los productos Alpura en Cozumel.
Ahora
bien, primero reacio a transparentar su “gobierno” Félix González primero
intentaría acotar el universo de quienes podrían ejercer el derecho a saber,
otorgando esa prerrogativa sólo “a los ciudadanos quintanarroenses", mucho
menos del universo nacional, y pocos por tratarse de una entidad con gran flujo
migratorio.
A ese primer frustrado intento en
2007, que echó por la borda la adición del segundo párrafo del artículo 6º constitucional
en materia de manifestación de ideas, le acompañó un conspicuo acuerdo
clasificatorio de la información.
En efecto, el 29 de septiembre del
2006, en una edición “Quarter extraordinaria”, es decir, en una publicación
irregular y de pocos ejemplares para que nadie se enterara, el Periódico
Oficial de Quintana Roo publicó un “Acuerdo por el que se clasifica como
reservada diversa información del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado…”
La “Consulta de índices”
del texto en referencia, agregaba: “… en términos de los artículos 21, 23 y 25
de la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública de Quintana Roo”. Ese mismo
mes, en el Tomo III, Número 18 y Séptima Época de ese Periódico, aparecieron
cuatro ediciones del día 29: Un Ordinario, un Bis, un Ter y un “Extraordinario
Bis B”, este último donde figura el mencionado “Acuerdo”.
En esa lista estaba prácticamente
toda la información que debiera haberse difundido de oficio, entre ellas, la
lista de clientes de “Vipsaesa”,
cuyo accionista principal era el Gobierno del Estado; los Programas sectoriales
de agronegocios, forestal y de desarrollo indígena; la información relacionada
con la reserva territorial del Estado.
Desde
luego, no podían faltar los contratos de publicidad y documentos relacionados
con los mismos que el Poder Ejecutivo realiza con los diferentes medios de
comunicación locales, nacionales e internacionales, entre otros.
Bajo el argumento de “proteger la
privacidad de las empresas contratantes y el interés del Estado”, Félix
González puso en marcha esa estrategia de opacidad para mantener bajo resguardo
distintos casos de corrupción e impunidad.
Por
si fuera poco, el ex gobernador clasificó “reservada” la información de la
paraestatal de “Vipsaesa”
por dos razones, primera porque siempre operó con déficits al gastar
sensiblemente más de lo que recuperaba como tendencia anual recurrente.
La segunda, porque, de acuerdo con
las bitácoras del plan de vuelo de la nave XAUFB, propiedad de la paraestatal,
familiares y amigos de Félix González eran los viajeros “frecuentes” para
viajes no oficiales a distintas partes del país y del extranjero, en un sólo
hecho constitutivo de responsabilidad administrativa que da lugar a varios tipos
penales.
A pesar de ello, al auditar a la
empresa para distintos ejercicios fiscales entre 2006 y 2009, la Auditoría Superior
del Estado consideró que la empresa “cumplió con las leyes, decretos,
reglamentos y demás disposiciones aplicables en materia de sistemas de registro
y contabilidad gubernamental”.
Con
Conde Canto, hermano de Oscar Conde -Tesorero de la Comuna en Tulum-, director
regional de Fonatur en 2007, el ex gobernador convirtió a la empresa en un consorcio
particular que le benefició hasta la saciedad, al grado tal de convirtió en
dependencia para “justificar” el millonario gasto,
¿Recuerda Usted quien era titular de la Secretaría de la
Contraloría que clasificó no poca información como reservada o confidencial en agosto
del 2007 “en ejercicio de la facultad que me confiere el Artículo 30 fracción
VII de la Ley Orgánica
de la Administración Pública” y el Acuerdo por el que Félix González “me delega
la facultad que le compete al titular del Poder Ejecutivo”? Nada menos que Antonio
Bernardo Baduy Moscoso.
Ello
no sería nada raro si hoy vemos que el funcionario fue “premiado”, entre otros,
con la Tesorería del Ayuntamiento del Cozumel que aún gobierna el priísta
Freddy Marrufo Martín, otro de los cómplices del saqueo de Quintana Roo como
Secretario de Finanzas de Félix González.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente desde hace 29 años en Chetumal,
Quintana Roo, y más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de
información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado cuatro libros.
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