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Por  Anaya: ¡Simplemente, NO!


                                                Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
A la falta de algún cargo público de elección ciudadana en sus más de 18 años de carrera política y las acusaciones formales por “lavado” de dinero que nunca ha querido explicar, el candidato del PAN a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, sumó un nuevo, sonado escándalo, ahora por homosexualidad.
Desde su paso como diputado federal, cuando evidenció una marcada relación con el PRI y enfrentó una serie de acusaciones por “moches”, el aspirante, entonces secretario general de Acción Nacional, fue señalado como homosexual.
         Con una doble moral ante una aparente “familia ejemplar”, esposa e hijos en portadas de revistas, después de largas jornadas de trabajo, según ex colaboradores suyos, Anaya, quien siempre mostró su preferencia por vivir en Atlanta Estados Unidos, donde posee una mansión similar a la “Casa Blanca” de Peña Nieto en México, buscaba “desestresarse”.
         Aún en un lejano segundo lugar en las preferencias del electorado, el joven “político”, que ha buscado acortar distancias con el primer lugar de Andrés López Obrador a través del ataque directo, irrespetuoso al abanderado de Morena, es señalado por sus víctimas de sus desviaciones sexuales.
“Una vez me llamó a su oficina para pedirme un paquete de copias de unos documentos; ahí, de la nada, me preguntó si yo estaba a gusto porque si no, podría ser de otra manera’”, relata Manuel, un prestador de servicio social en San Lázaro.
Después de esa “invitación”, cuenta el ofendido, pasó el brazo por encima del hombro del joven y se acercó por detrás, para indicarle al oído de cuáles documentos se harían fotocopias.
         “Lo sentí muy acelerado en su respiración, como nervioso, y su aliento era demasiado cálido sobre la nunca; fue entonces que me incomodé, di dos pasos adelante y lo miré molesto. Me dijo que si estaba bien, y como no respondí (por miedo) cortó la conversación y me pidió que me retirara”.
         Manuel asegura que esa fue la primera vez, pero que después hubo otras ocasiones más incómodas con quien la única vez que intentó un cargo de elección, cuando perseguía una diputación local en Querétaro, no pudo reunir los votos necesarios.
Verá Usted. El candidato nació en Naucalpan, Estado de México, aunque comenzó su carrera política en Querétaro, donde, antes de unirse al PAN, trabajó en 1997 como director del Instituto Municipal de la Juventud y asesor jurídico en la guardia municipal. Ese año se hizo novio de Catalina Martínez, su esposa y madre de sus tres hijos.
En el 2000 comenzó a forjar su capital político que, 15 años más tarde, lo convirtió en presidente nacional del PAN hasta fines de 2017.
         Con una habilidad política notable, se alió al PRD y al MC para una candidatura común a la presidencia, aunque, tras la salida de Margarita Zavala del partido, se posicionó como el panista con más oportunidad, según casas encuestadoras.
         Sin embargo, carece totalmente de experiencia en cargos de elección popular. De sus 10 cargos públicos, a ninguno llegó a través del voto, ya que buscó una diputación local en Querétaro, pero perdió feo y se fue con la cola entre las patas, aunque, eso sí, evadiendo aceptar su derrota. En cambio, presume haber conseguido muchos votos para el PAN.
Ahora en busca de la presidencia de México, sólo se ha movido entre panistas, lo que le ha evitado una campaña exitosa, que requiere aglutinar voluntades más allá de la comodidad y protección de su partido.
Su primera chamba como panista llegó en 2003 como secretario particular del gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón, quien le apodó “El Cerillo” por dos cosas: Su cabello rojizo y, según dicen, porque quema todo lo que está cerca de él.
Respecto a su carrera, es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Querétaro, donde se graduó con mención honorífica, y se convirtió en panista a los 21 años, en 2000, y continuó sus estudios de posgrado en la Universidad del Valle de México, con una Maestría en Derecho Fiscal.
También es Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México, de la que ha declarado tener título, pero no cédula profesional.
         En 1997 inició su carrera como funcionario, en el Instituto Municipal de la Juventud, aunque entre 2003-2009, como secretario particular del entonces gobernador de Querétaro, se le acusó públicamente- por primera vez, de usar recursos del erario para promover campañas, y primera vez que se le señaló como “traicionero” por haber jugado en 2009 con el priista José Calzada Rovirosa para asegurarse un puesto más grande: Diputado.
         Tras fungir como coordinador de Desarrollo Humano del Gobierno de Querétaro (2009-10), logró ser diputado local, pero por representación proporcional, es decir sin haber sido votado por los electores.
En 2011 fue presidente del CDE del PAN en Querétaro, y el mismo año el entonces Ejecutivo Felipe Calderón le hizo subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría del ramo, lo que significó su salto a un puesto público a nivel federal. Calderón, paradójicamente, le abrió la puerta a las “grandes ligas”.
         Un año después, en 2012, fue vocero de la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota, quien quedó en tercer lugar, detrás de Peña Nieto y López Obrador, pero no lo arrastró la derrota, pues creció: En 2012 se hizo Diputado federal plurinominal, y al año siguiente, presidente de la Mesa Directiva, donde se mantuvo hasta 2014
Gustavo Madero lo hizo secretario general del PAN, y el 30 de septiembre de 2014 solicitó licencia para encabezar la lista de diputados de representación proporcional para el proceso del 2015.
         Anaya se volvió Presidente Interino. Luego llamó a elecciones, y semanas después se realizó la elección interna en el blanquiazul -la única que ha ganado en su carrera de forma directa- y sería electo presidente nacional, aunque Madero advirtió entonces que había secuestrado al PAN.
De acuerdo con su declaración 3de3, Anaya tiene una participación accionaria en las empresas inmobiliarias, Cintla y Juniserra, con el 50 y el 42 por ciento de acciones, respectivamente.
         Su esposa tiene actividades en el mismo sector, con la renta de locales y bodegas comerciales, pero según la declaración, sus acciones no representan participación mayoritaria. En tanto, su padre se desarrolla en el sector manufacturero relacionado con el calzado, donde dice ser administrador único con una participación “voluntaria”, sin remuneración.
Sobre sus remuneraciones, Anaya dijo percibir anualmente, por cargos públicos, 219 mil 977 pesos, es decir, 18 mil 331 pesos al mes, incluyendo sueldo, honorarios, compensaciones, bonos y otras prestaciones.
Además, por “servicios profesionales”, que incluye su participación en consejos, consultorías o asesorías, declaró 938 mil 356 pesos mensuales por su cargo como secretario general y presidente nacional interino del PAN, para un total de 1 millón 158 mil 333 pesos. Su esposa reportó un millón 503 mil 964 pesos.
Entre ambos poseen cinco bienes inmuebles, curiosamente todos donados, cuatro en Querétaro y uno en la Ciudad de México. Dos son casas, y tres locales.
Respecto a inversiones y cuentas bancarias, Anaya declaró tener ocho compromisos, cinco bancarios, uno de valor bursátil y dos con organizaciones privadas. De las bancarias, tres son menores o iguales a 100 mil pesos y las otras dos, mayores o iguales a 500 mil pesos. De las organizaciones privadas, en Cintla y Junisierra, tiene una inversión mayor o igual a 500 mil pesos.
Con todo, los ingresos de ambos no concuerdan con lo que él declaró con motivo de una serie de notas publicadas en El Universal sobre su estilo de vida. En Televisa, dijo que su familia tenía un flujo mensual de 400 mil pesos, pero, según su 3de3, el ingreso mensual sería alrededor de 222 mil 191 pesos.
Durante esa misma participación en Televisa, donde parecía estar en el banco de los acusados, explicó que tener a sus hijos en Atlanta le costada una renta anual de 42 mil dólares (3 mil 500 dólares al mes o 63 mil pesos mensuales), colegiatura en la High Meadows School (48 mil 300 dólares o 4 mil 25 dólares mensuales, 72 mil 450 pesos) y 52 vuelos redondos al año a esa ciudad, uno por semana (7 mil 268 pesos y al año, 377 mil 936 pesos)
A todo eso, agregó la renta anual de un departamento en Reforma por 168 mil pesos (14 mil pesos al mes)
En total, por sólo esos gastos reportó 332 mil 522 pesos mensuales, 110 mil 331 pesos más de lo que dice ganar en su declaración 3de3.
Por otro lado, en julio de 2015, acusó a Javier Corral de representar sólo a los plurinominales en las discusiones internas de su partido, cuando que él también llegó a diputado por esa vía. En esa campaña por el control de la cúpula panista, Anaya habló de la necesidad de regenerar al PAN, y Corral dijo ser parte de la degeneración por tener y practicar “la peor escuela priista”.
Anaya ganó, y luego en las federales de 2015 y las locales de 2016, en una constante de todas las campañas, estaba su rostro en el primer plano. Se montó en las campañas y, luego se adjudicó las victorias de los procesos 2016. “Estamos muy contentos… el PAN está de regreso”, decía uno de sus spots.
         En otros, refería con tono serio que México no iba por el camino correcto, manchado por la violencia, la corrupción, el salario mínimo, de ahí salió su lema: “Claro que podemos”.
En un spot en Tamaulipas y Veracruz, destacó que la inseguridad y la falta de oportunidades eran resultado de “los años y años de los mismos malos gobiernos”. Sus críticas alcanzaban a Calderón. Algunos lo leyeron así. Al final, la violencia había llegado con el Presidente, que le dio su primer puesto federal.
La violencia dejó en esos dos estados más pobreza y desigualdad, acusaba, aunque sus opositores le recordaron que él fue uno de los principales promotores de la dañina Reforma Laboral, diseñada por el panista Javier Lozano, y aprobada también durante la administración de Calderón, pero él ya montaba su propio caballo. Estaba ya en la precandidatura presidencial, y había sumado dos nuevos enemigos: Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala.
Ambos le reclamaban lo mismo de toda su carrera: El uso de recursos del partido o públicos para promoverse; traición y utilizar su puesto como presidente nacional del PAN para su siguiente objetivo: La candidatura por la Presidencia.
¿Sus únicas cualidades? Saber mentir y, sobre todo, hablar “bonito” sobre sus mentiras, aunque, contra todo ello, no de balde las redes sociales están inundadas de mensajes que lo definen a la perfección, uno de ellos titulado “Inexperto y pitoniso”, aunque de esto último no le vemos nada.
Así las cosas, el mensaje aconseja: Tómelo con seriedad. Está en juego el futuro del país. Ricardo Anaya NUNCA ha sido jefe de manzana, presidente de la sociedad de padres de familia de alguna escuela, director de área o regidor de algún ayuntamiento; síndico, o secretario de Ayuntamiento,  presidente municipal, Comisariado ejidal o agente municipal; jefe de gobierno, gobernador, jefe de algún consejo de ancianos (sólo tiene 39 años).
Y reitera, fue candidato a diputado y perdió frente al PRI en Querétaro, ha sido dos veces diputado local y federal, pero por la vía plurinominal, es decir, nadie ha votado por él para un cargo público; no ha ocupado un cargo de elección popular; no tiene ninguna experiencia en administración pública ni local, estatal o federal, pero quiere ser presidente de la República, único cargo que no puede ser por la vía plurinominal.
Concluye pidiendo tener “cuidado con este ambicioso chamaco”. No podemos entregarle la Presidencia de la República, a un joven sin experiencia que, aparte de muy mentiroso, es “escritor” de un libro “fantasma” ni ¡Este si es un peligro para México!
¿Ahora entiende Usted por qué por Anaya: ¡Simplemente, NO!?

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)

*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 41 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales y publicar cuatro libros.
Titulado en la Universidad Autónoma de Yucatán como Licenciado en Derecho, cuenta con cuatro Diplomados en Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, y en Juicio de Amparo, así como con más de 15 Seminarios, Talleres y Cursos diversos. 

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