En primera fila
El “Wembleygate”, ¡un triste caso!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO
Es verdad que el escándalo nacional por el viaje del gobernador Roberto Borge Angulo a Wembley, Inglaterra, para ver jugar al “Chicharito” Hernández es un triste caso para Quintana Roo, pero, contra todo sentido común, lo es más para el periodismo de Quintana Roo y se acentúa este martes con ocasión de celebrarse el Día de la Libertad de Expresión por las implicaciones del caso y la serie de circunstancias que lo rodean.
Hasta antes que el Ejecutivo de origen cozumeleño mandara al diablo los graves problemas que causaban los incendios forestales y se diera esa “escapadita” para el juego Barcelona-Manchester United, creíamos un chiste de muy mal gusto el de que Internet nunca desplazaría a los periódicos, y razones de sobra teníamos para pensar en ese sentido. Con el respeto que se merecen algunos medios de información, ahora vemos que ese chiste también tiene bastante sentido.
Verá Usted. El chiste refería la importancia de los periódicos para usos domésticos: Madurar aguacates, recoger la basura, limpiar los vidrios, envolver el nacimiento, alinear las patas de la mesa coja, empacar la vajilla en la mudanza, tapizar el piso de la jaula del pájaro, recoger la popos del perro, cubrir los muebles y el piso antes de pintar; evitar que se meta el agua debajo de la puerta, proteger el piso de la cochera si el carro gotea aceite, matar moscas, cucarachas y demás insectos rastreros; en época de crisis, como papel de baño, aunque algo duro, con el mismo servicio.
Para usos educativos, el chiste decía que sería útil para pegarle al perro en el hocico cuando se orina en la casa, recortar letras y fotos para las tareas de los niños; elaborar títeres o piñatas; hacer barcos de papel y arrancarle el pedacito en blanco de arriba para anotar números de teléfono, mientras que para usos comerciales incluía para ensanchar zapatos, rellenar los bolsos para conservar su forma, empacar clavos, hacer un sombrero de pintor o albañil, dar trabajo a voceadores y periodistas, envolver mariscos, flores y cuadros, y para moldes de modistas y sastres.
Asimismo, incluía para usos festivos para prender el carbón del asador, rellenar las cajas de los regalos sorpresa y fabricar el embudo de mago que desaparece el agua, aunque en “otros” mencionaba para que los secuestradores usen sus letras en sus mensajes, como cojín de parque, hacer bolitas y pegarles a los compañeros de clase, paraguas para proteger el peinado de la lluvia, para que “los malos” de las películas escondan el revólver, como funda para machete, para esconderse cuando no queremos que nos vean ¡Ah! y por último para enterarse de las noticias.
En efecto, creemos, de nada sirve adquirir algún periódico local si calla información importante de la que todo el país se enteró a través de la prensa nacional, mientras que los verdaderos interesados, los quintanarroenses, nos quedamos con un palmo de narices leyendo las “hazañas” de un mandatario que, con todo y que se encontraba de viaje en el Antiguo Continente, su Vocero inventaba una supuesta asistencia a una reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
¿Y sabe Usted cómo se enteró la mayoría de los quintanarroenses que Roberto Borge acompañaba en Europa a su patrón Félix González Canto? ¡Del Internet que perjurábamos que nunca desplazaría a los periódicos! Por si fuera poco, docenas de analistas políticos locales guardaron absoluto silencio, inclusive los que suelen dominar temas espinosos que desgranan para sus lectores, ¡Ah!, pero ninguno de sus temas critica al mandatario que hace menos de 100 días juró respetar la Constitución y hacerla respetar!
Aunque Usted no lo crea, ante el mutis de los medios locales -incluidos radio y televisión-, que se vieron en la necesidad de desenmascarar sus intereses por estar de por medio su publicidad oficial, pocos son los quintanarroenses que no se enteraron de ese viaje del gobernador a Wembley, donde, para acabarla de amolar, no sólo se hizo acompañar de su esposa Mariana Zorrilla, sino que se habla de un séquito de por lo menos una decena de paisanos. ¡Imagínese Ud. el costo -¿para el erario público?- de pasajes y entradas al área “VIP” del estadio de fútbol!
Y mientras las llamas habían consumido 60 mil hectáreas de bosques de Quintana Roo, tan sólo en admisiones, cada uno de ellos pagó 18 mil dólares por boleto, algo así como 234 mil pesos. Sin necesidad de utilizar calculadora, se trata de mucho más de lo que devenga un obrero de salario mínimo ¡durante cinco años de trabajo! Y todo por 90 minutos de un encuentro de fútbol al que jamás tendremos acceso ni usted ni nosotros, al menos no mientras no seamos políticos.
Todavía recordamos el tremendo escándalo que la prensa armó contra el entonces gobernador Joaquín Hendricks Díaz (1999-2005) por su viaje a Alemania, Italia y España en octubre del 2002, cuando el huracán “Isidore” recién abandonaba las costas de Quintana Roo y amenazaba el “Lily”. A falta de los jugosos convenios de hoy entre el Gobierno del Estado y los medios, éstos y los columnistas se le fueron encima al ex mandatario, contra quien, entre otros, exigían un juicio político. ¿Por qué no hacen lo propio con el sucesor de Félix González?
A casi 10 años de distancia de lo ocurrido, Borge Angulo volvió como si nada a Quintana Roo y su Vocero Rangel Rosado le armó la estrategia de estar en todos lados todos los días para salir con todos en todos los medios-sobre todo con los presidentes municipales- como si se tratara de un gobernante ejemplar, inclusive en una foto con los menores extraviados durante los incendios, con los que apareció como si aquéllos fueran atendidos como lesionados “de primera” -como los palcos de Wembley-, aunque apenas se retiró del hospital los arrumbaron en los pasillos del nosocomio como simples objetos.
Y a todo esto, este martes se festeja el día de la Libertad de Expresión y seguramente la mayoría de los compañeros lo celebrará ¿Será porque nadie los obligó a escribir sobre la “escapadita” de Borge Angulo ni los recriminó por dejar de hacerlo? ¡Pobres lectores de la “información” cotidiana! Y aunque Internet no refleja del todo las verdades, al menos ¡no son tan evidentes los intereses de sus informantes! L.A.C.B., Chetumal, Q. Roo, 7 de junio de 2011
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