En primera fila

“Herencia” del gobernador para 2020                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO* Conforme a la percepción ciudadana, sobran razones faltan para pensar que, en los últimos sexenios, el “neopanista” Carlos Joaquín González es el gobernador que peor herencia ha dejado para Quintana Roo en su primer trienio de administración, particularmente en el año que recién concluye y, particularmente también, para la capital Chetumal. Aunque no pocos lamentan que aun falte la mitad del periodo para confirmarlo, lo cierto es que razones sobran también para los múltiples “adelantados” a la candidatura de su partido para aspirar a sucederlo, irónicamente luego de que todo mundo  creía -entre ellos sus servidor- que el yucateco avecindado en Quintana Roo superaría a sus antecesores. En efecto, tras las reprochables, tristes experiencias que dejaron sus antecesores, los cozumeleños Félix González y Roberto Borge, no pocos creíamos que el ex correligionario

¡Intolerancia de CJG a la crítica!                                                      Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          Después de 43 años de haber incursionado en   la actividad periodística -los cumplimos precisamente este 30 de noviembre-, con el Diario de Yucatán como testigo, ahora resulta que para el gobierno de Quintana Roo, que encabeza, irónicamente, un yucateco, el ahora “emPANizado” Carlos Joaquín González, NO somos periodistas.          En efecto, después de escribir cinco libros sobre la actividad política de Quintana Roo -cuatro de ellos publicados- y haber fungido como Jefes de Información con los ex gobernadores Mario Villanueva Madrid y Joaquín Hendricks Díaz, así como con   tres ex presidentes municipales en Othón P. Blanco, para Carlos Joaquín NO somos periodistas.          Desde luego que nuestra función como tales no siempre se refirió a áreas de la administración pública, donde también fuimos Jefes de Información en el Sistema Quintanarroens

CJG-Haide Serrano, ¡tal para cual!                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          A poco más de medio sexenio, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, se sigue consolidando como el mandatario líder del misterio, ostracismo, opacidad y, sobre todo, del silencio cómplice de las “hazañas” y sospechosos manejos de colaboradores -si pueden llamarse de ese modo-, en lo que constituye la peor decepción del fallido “cambio”.          La verdad es que resulta molesto reiterar que su administración agoniza en estado terminal, y que es tal el escándalo que lo persigue, que por donde quiera que se ponga el dedo arroja “pus”, llámese Seguridad Pública, Agua “Potable”, Sistema Anticorrupción, Oficialía Mayor, Finanzas y Planeación, Comunicación Social, etc., etc.          Precisamente esta última dependencia, que encabeza Haide Serrano Soto, es hoy por hoy una de las más cuestionadas, pero, al igual que su jefe Carlos Joaquín,