El “pobre” PAN y su inmobiliaria
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Para
el ciudadano común, no hay distinción entre derecho, justicia y ley, que, según
Hobbes (2004), es un conjunto de condiciones y convenciones acordadas entre los
hombres. O, para Montesquieu (1996), relaciones necesarias que derivan de la
naturaleza de las cosas y que, por esta razón, todos los seres tendrían sus
leyes.
Un
dilema similar se plantearía ayer, cuando la Suprema Corte de Justicia de la
Nación dio su veredicto en torno a la primera parte del “Plan B” de la reforma electoral
del presidente López Obrador, ya que, para unos, implicaba una injerencia del
Poder Judicial en el Legislativo, cuando que, para otros, significaría un
exceso del Poder Ejecutivo ante su mayoría en las Cámaras.
En
cualquiera de los casos, uno de los planteamientos convencía a no pocos por la
abundancia de argumentos, aunque, aquí sí cabe aclarar, no todo lo que brilla
es oro, según se dan pruebas diarias, como, por ejemplo, evidencia el
periodista Mario Alberto Medina Martínez, a través de su columna La “camorra” azul, y un ejemplo que veremos a
continuación.
Quienes
viajaban en el viejo transporte, cuando el camión iba repleto, los ladrones
aprovechaban sacarles la cartera a los pasajeros. El robo lo cometían en grupo.
Cuando alguien, los ladrones buscaban confundirlo. Uno de ellos gritaba: “¡Al
ladrón!, ¡al ladrón!”, indicándole que éste ya había descendido, “¡mire va
corriendo!”, y la víctima, confundida, bajaba de la unidad, pero,
evidentemente, los cleptómanos seguían en el vehículo.
Lo
mismo está haciendo el PAN. Lo acompañan el PRI y el PRD, sus pendencieros, con
los que trabaja en alianza, y como aquellos ladrones gritonean: “¡Si tocan a
uno, nos tocan a todos!”. Una frase machista, valentonada, muy de los agrestes
que la usan para amedrentar a sus contrincantes cuando se saben culpables.
Como
los panistas, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, salió también a
arropar al alcalde en Benito Juárez, Santiago Taboada, y a sus antecesores:
“Cuentan con nuestro apoyo, con nuestro respaldo”.
La
Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de la México dice no tener elementos
de prueba posiblemente relacionados con una red de corrupción que se conoce
como el “cártel inmobiliario” en la alcaldía de Benito Juárez, donde podrían
estar involucrados el propio Taboada, varios ex delegados y ex funcionarios.
El
presidente nacional del PAN, Marko Cortés; Santiago Creel, presidente de la
Cámara de Diputados; Jorge Romero, coordinador panista en San Lázaro e igual
que Taboada, como aquellos raterillos de la “colonias urbanas”, utilizan la
misma maniobra y gritan para distraer la atención, para hacerse las víctimas y
que la población los vea como “perseguidos” políticos.
El
“Cártel Inmobiliario” de Benito Juárez fue bautizado así por vecinos de la
alcaldía, porque el grupo de funcionarios y ex funcionarios está acusado de favorecer
a empresas del sector inmobiliario, a cambio de departamentos o pagos en
efectivo y por violar varios reglamentos de construcción.
Entre
los involucrados se incluyen ex delegados y ex alcaldes de esa demarcación:
Germán de la Garza Estrada (2006-2009), Mario Alberto Palacios Acosta
(2009-2012) y Jorge Romero Herrera (2012-2015) y (2015-2018), este último
recientemente detenido cuando pretendió, disfrazado de migrante, huir por la
frontera norte del país.
Todos
ellos han sido vinculados a proceso de igual manera otros ex funcionarios de
esa alcaldía, acusados de complicidad de esos actos de corrupción. También
se incluyen quienes han ocupado el cargo de director general jurídico y de
gobierno: Luis “N”, entre 2009 y 2016 y Nicias “N”, ex titular de Obras.
Desde
luego que la autoridad, la Fiscalía, debe presentar las demandas, pero éstas no
se configuran por caprichos de un funcionario. Las acusaciones contra todos
ellos han partido de imputaciones de vecinos. “El Cártel Inmobiliario de la
Benito Juárez” comenzó a ser investigada en agosto de 2021 tras registrarse una
explosión en un inmueble de la Avenida Coyoacán.
Los
mismos edificios son en concreto el mejor ejemplo de sus transa-construcciones
de más niveles a los permitidos por la ley. Otorgaban autorizaciones y
licencias, incluso extorsionaban a empresarios. Estos ex servidores públicos
“establecieron un sistema de intercambio de favores con constructoras y
desarrollos inmobiliarios”, según los acusan.
El
pasado miércoles, panistas, priístas y perredistas salieron a dar una
conferencia de prensa para “encubrir” a Santiago Taboada y mandar el mensaje de
que los tres partidos están unidos y que entre ellos se defenderán sin importar
el grado de corrupción en el que estén metidos unos y otros.
No
debemos olvidar que el propio ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera
(2012-2018), hoy senador por el PRD, al igual que Raymundo Collins, quien fuera
su titular de la Secretaría de Vivienda, han sido señalados como parte de ese
“cártel inmobiliario”.
Como
los carteristas de “colonias urbanas”, personajes de los tres partidos, unidos
en la alianza “Va por México”, pretenden mostrarse “bien machitos”, entrones,
amenazantes. Taboada busca distraer la atención de sus actos de corrupción
cuando afirma que es objeto de una persecución política por parte de la fiscal
capitalina, Ernestina Godoy, y del vocero, Ulises Lara.
Lo
mismo hace Jorge Romero cuando, en tono pendenciero, reclama a Ulises Lara:
“Métete con nosotros, no te metas con las mujeres”, en alusión a que Sofía
Soraya Von Roehrich, fue vinculada a proceso por varios actos de corrupción y
lavado el dinero a través de empresas de papel dedicadas a otra cosa, como si
fuera un pleito callejero.
Los
panistas pretenden llevar un argumento jurídico al terreno del “charrascas”.
Por eso afilan su “chafarote” en la banqueta y retan: “Saca el tuyo y ¿a ver
quién escupe primero?
Por
ello es importante recordar la entrevista de Denisse Merker a Jorge Romero,
cuando éste buscó convencer a la periodista; una y otra vez él le dijo que no
se podía hacerse responsable de los actos de corrupción de su director
jurídico, Luis Vizcaíno, que no sabía de sus ilegalidades.
Merker
le reviró cuando le reclamó que no podía deshacerse de la responsabilidad de
haber nombrado y mantener a alguien en un cargo a quien públicamente los
vecinos acusaban por sus infracciones: “Tú, tú lo escogiste como tu director
jurídico; está señalado por eso, dime ¿cuál es tu responsabilidad de haber
nombrado a esa persona y no hayas sido capaz de detectarlo”?
Romero,
tratando de quitarse culpas, dijo a la titular de “Atando Cabos” que las
imputaciones contra Luis Vizcaíno “son por sus actos personales, no por sus
acciones de gobierno”, y aunque aceptó haberse equivocado en nombrarlo,
insistió una y otra vez que nunca se enteró de la pestilente corrupción de su
gente.
Efectivamente
como acusó Merker a Jorge Romero, los actos de corrupción en la Benito Juárez
se practicaron amparados, protegidos por el cargo de su director jurídico, y es
por eso que actúan como la “camorra” al estilo de las mafias napolitanas de
Italia, como una organización criminal mafiosa que se aprovecha de sus
cargos públicos para hacer grandes negocios personales y de grupo.
¿Qué
buscan panistas, priístas y perredistas? ¿Qué pretenden al salir “unidos”
frente a la prensa? ¿Qué intentan al querer descalificar a la fiscal Godoy o al
vocero Lara? Insistimos: Tratan de crear un discurso que los haga ver como
inocentes, como víctimas porque, hacen cuentas, creen que la Jefatura de
Gobierno en el 2024 la tienen ganada, pero en sus “adentros” se saben
perdidos.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 46 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores
y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos
pendiente de publicar.
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de
ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y
Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia
en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres,
Cursos y Conferencias.
Comentarios
Publicar un comentario