¡Inseguridad, corrupción y pésimas alcaldesas!

                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*

         No cabe duda que, lamentablemente, nos estamos “acostumbrando” a los graves males que azotan a nuestra sociedad, aunque, en algunos casos, se deba a falta de información, o bien, en el peor de los casos, por resignación, lo que se podrá constatar en las próximas elecciones, cuando, entre otros, la inseguridad y la corrupción dejen de valorarse, al menos, frente a dos alcaldesas de Morena que buscan la reelección en Quintana Roo.

         En efecto, se trata de Yensunni Martínez Hernández y Ana Patricia Peralta de la Peña que, además de incompetentes, son dos pésimas administradoras, así como marrulleras, en Othón P. Blanco y Benito Juárez, respectivamente, aunque, para su buena fortuna, ambas gozan, por lo menos, del “calor” de la gobernadora verde-morenista Mara Lezama.

         En cuanto a la ignorancia de la gente, podemos ejemplificar su forma de ver nuestra problemática con sonado caso ocurrido apenas el sábado último, con ocasión de una noche trágica, cuando las reacciones de la ciudadanía harían carcajear al más apático de los lectores del gustado portal de Taxi Vigia, que narraba el tema de tres vidas cobradas tras violento ataque.

         Lo cierto es que, acorde con la crónica, esa noche del 20 de abril se tiñó de rojo la colonia Américas 2 de Chetumal, donde la tranquilidad de una familia fue abruptamente interrumpida por dos hombres armados que, tras merodear la zona, irrumpieron en un hogar donde una familia compartía un momento en su patio y desencadenaron una escena de horror.

Primero, dispararon a “Efraín R.”, de 36 años de edad, quien intentó huir infructuosamente hacia el interior de su casa para salvarse, mientras que, en una acción desesperada por ayudarle, “Arturo S.”, de 55 años -al parecer su suegro-, se convirtió en la segunda víctima por salir al encuentro de los atacantes.

Una tercera víctima, posiblemente vinculado a la Secretaría estatal de Salud, también cayó bajo los disparos de los sicarios, tras lo cual los vecinos, alarmados por los disparos, llamaron al teléfono 911, pero sólo para confirmar el fatal desenlace: Tres personas muertas, mientras los agresores se fugaban en una camioneta blanca, “sospechosamente similar a otro vehículo involucrado con otros crímenes en la región”.

Lo cierto, según la crónica, es que esa tragedia no fue un incidente aislado en la jornada, ya que, horas antes, en el poblado de Xul-Ha, un grupo armado secuestró a tres personas, una de ellas en su propio hogar, frente a su esposa, donde le habrían arrancado un brazalete de rastreo, lo que evidencia un posible vínculo con investigaciones por homicidio.

Taxi Vigia concluye que estos sucesos activaron el “código rojo” en la zona, aunque las operaciones policiales no han logrado aún detenciones, aumentando la tensión entre la gente, pues un total de 16 personas han sido asesinadas en el sur de Quintana Roo solo en lo que va del año, enfrentando una escalada de violencia que alerta a la comunidad, que clama por justicia y seguridad.

Ahora bien, entre los primeros comentarios sobre esa barbaridad, que nunca antes se vivió en el otrora Chetumal tranquilo, destaca, por sobre todos los demás, la opinión de un usuario que asegura que “eso no es culpa del gobierno, es la gente que se mete en cosas turbias” y, por si fuera poco, sugiere que “dejen de culpar de todo al gobierno”.

Más aun otro lector -sólo así podemos llamarle- opina que “la culpa lo tiene el que se mete con los malos malotes”. Ja, ja, ja, sólo eso podemos hacer en su contra.

Uno más, apunta que, entre todas esas acciones delictivas, si a “alguien lo llegan a sacar de su casa, es porque algo hizo al criminal de una mafia de éstas”, ya que a ellos “no les importa un ciudadano normal, ellos van a cobrar a su manera lo que les deben”, aunque, a su favor, reconoce que es una desgracia, pero justifica que eso de la inseguridad es en todo el país. ¡Hágame Usted tamaño favor!

Con todo, un lector, con muchos gramos de inteligencia, dice, más suspicaz que los anteriores, ¡qué raro que la Fiscalía no encuentre esa camioneta! O, se pregunta, más sospechoso aun, si ¿serán los mismos fiscales que trajeron de fuera del Estado, la nueva gente de la Fiscalía? Porque, qué “raro” que no vean nada… o se hacen a los ciegos.

Otro más, manifiesta certeramente que “ya es una inseguridad terrible desde que comenzó este gobierno -el de Mara Lezama, suponemos- esto es peor que en el Viejo Oeste; son unos buenos para nada”, en abierta alusión a la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que “encabezan” -sólo eso- Racial López Salazar y Julio César Gómez Torres, respectivamente.

Más adelante, un “opinador”, ignorante tal vez de los niveles de las estructuras oficiales, se atrevió a señalar que “no es culpa de la gobernadora; es culpa de las autoridades que no están haciendo bien su trabajo, aunque, peor que él y más ignorante aun -seguramente es político y no tenemos que ser sabios para adivinar de qué partido- asegura, aunque Ud. no lo crea- que “¡es culpa del Tren Maya!”.

Hasta ahí las cosas de Othón P. Blanco, aunque en el caso de los “dominios” de la otra suspirante de Morena a la relección, Ana Patricia Peralta, conocedores del tema dicen que en Benito Juárez (Cancún) se está formando una gran bolsa, entre otras cosas, ¡a expensas de dejar la ciudad sin recolecta de basura!

Leyó Ud. bien y, en este sentido, se observa que la recolecta, hasta hace unas semanas, diaria, disminuyó de 3 a 4 veces por mes, o sea se obtiene de 25 a 27 días de ahorro al erario o será para desviar fondos para dos cosas: Para el bolsillo de algunos y para campaña. ¿Cuál cree Ud. que sea la acertada?

Pero no sólo la corrupción obligaría a votar en contra de la munícipe en junio próximo, sino el eterno problema que dejó inconcluso -o lo toleró sospechosamente- la entonces presidenta municipal Mara Lezama. Nos referimos concreta y claramente al tema de la inseguridad, con la que compite con la panista Roxana Lily Campos Miranda, en Solidaridad, y el “emergente” verde morenista Diego Castañón Trejo, en Tulum.

Así es. Son diarios el narcomenudeo, las ejecuciones, asaltos y agresiones en Cancún y Alfredo V. Bonfil, lo que tiene “en jaque” -si es que no es complicidad- a la alcaldesa que busca repetir con Morena en el otrora municipio priísta, verde, panista y hasta perredista, al grado tal que no pocos hubieran preferido la candidatura de Marybel Villegas Canché, y no precisamente por ser mejor que Ana Patricia, sino menos mala.

Una pequeña muestra de la incapacidad de la presidenta municipal contra la inseguridad, nos la proporciona la bien documentada información de la periodista Graciela Menchaca, quien publicó un monitoreo diario en el portal Maya sin Fronteras en torno a los asesinatos en Cancún entre 2017 y 2024

Así habla de 231, 558, 399, 316, 322, 390, 345 y 82 en lo que va de los primeros 3 meses y tantos días de este año, por lo que podría llegar hasta más de un número similar al del año anterior. Es decir, “cero avances” es ese sangriento renglón…. ¡y se quiere reelegir! Como diría Fuentes Aguirre: ¡hágame usted el fabrón cavor!

Ahora bien, cabe preguntarse ¿a cargo de quién están el Fiscal Racial López Salazar y el titular estatal de la policía “preventiva”, Julio César Gómez Torres? O bien, ¿Quién tiene bajo su directa responsabilidad a las alcaldesas Yensunni Martínez y a Ana Patricia Peralta?

La respuesta es una: Mara Lezama. Luego entonces, ¿quién es la principal responsable del clima de inseguridad en Quintana Roo? ¡No hay que ser sabios para deducirlo!   

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)

 

*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de publicar.

Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.