¡Megafraude
en próximas elecciones!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Todo hace suponer que, con
“herramientas” de todo tipo, incluidos cerros de dinero, predicciones del más
allá y fuerzas armadas, el gobierno de Peña Nieto pretende mantener al PRI a
toda costa en la silla de Los Pinos, cuando, el domingo 1 de julio próximo, un
pueblo cansado de corrupción y pobreza, acuda a las urnas para elegir al futuro
Presidente de la República.
En su infructuoso intento de
“vender” la maltrecha imagen del autor material del “gasolinazo”, José Antonio
Meade, recurrió inclusive al “Brujo Mayor” y a la “Bruja Zulema” para difundir
que el ex secretario de Hacienda sería su sucesor, esta última, según se
difundió, a través del Tarot.
Según ella José Antonio Meade “ganaría”
las elecciones el próximo 1 de julio. Desde luego que no dijo cómo, pero acotó
que “el hombre blanco, una persona de unos 53 años de edad, blanco, y podríamos
decir que está protegido por el mismo partido”, dijo la polémica bruja en rueda
de prensa para dar a conocer sus clásicas predicciones de inicio de año.
Por su parte, Antonio Vázquez, mejor
conocido como “Brujo Mayor”, hizo lo propio el jueves anterior respecto a los
resultados, aunque su “homóloga” dio más de qué hablar, ya que abundó que al
candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza las encuestas,
“le va a ir muy mal”.
Si sirve de algo a quienes por nada
del mundo quisieran ver a Meade como sucesor de Peña Nieto, a principios de
noviembre de 2016 el “Brujo Mayor” habló de las elecciones presidenciales de
Estados Unidos, y vaticinó “lo peor para Trump”, pues no lo veía como nuevo
mandatario de ese país.
Más ridículo aún fue el caso de la
Bruja Zulema, quien apenas en noviembre último, con ocasión del campeonato
mexicano de fútbol, se equivocó en sus predicciones, al asegurar que
demostraría “que el Cruz Azul puede con el América y con los demás que se
pongan enfrente”, para lo cual dijo “¡Que venga la luz y el campeonato también!”
Pero lejos de lo que se refiere a
cuestiones metafísicas, desde diciembre último académicos, politólogos y
expertos han alertado públicamente y coinciden en que el PRI prepara un
megafraude electoral para julio venidero, para lo cual ha colocado a sus
cercanos operadores y de mala fama en puestos clave, lo que alimenta la
sospecha.
Ampliamente difundido por diversos
medios, coinciden en señalar que esos “operadores” no sólo son los consejeros
del Instituto Nacional Electoral -en las elecciones del Estado de México y
Coahuila fueron incapaces de probar los rebases de tope de campaña denunciados-;
y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -resolvieron
a favor del PRI el caso de Coahuila-, sino los fiscales que “perseguirán”
delitos electorales.
Asimismo, los analistas incluyen a personajes
“impresentables”, ligados a los presuntos fraudes de Edomex y Coahuila: Los ex
gobernadores Eruviel Ávila Villegas -hoy en la campaña de Meade- y Rubén
Moreira Valdez, nuevo secretario de Acción Electoral del CEN priísta. La
lectura es, que pase lo que pase, ganará el PRI.
Por otro lado, Peña Nieto
utilizaría de manera quirúrgica la polémica recién aprobada Ley de Seguridad
Interior en aquellos lugares donde el voto en su contra sea abrumador, a efecto
de causar miedo en la población, y ésta se quede en sus casas.
Director del Centro de Negociación,
Mediación, Conciliación y Arbitraje del Instituto Internacional de Estudios de
Derecho y Jurisprudencia, Virgilio Bravo Peralta dice temer que un fraude de
ese tamaño sea tan burdo, grosero y desvergonzado, que la comunidad
internacional lo pueda digerir
No obstante, si el gobierno de
Estados Unidos tiene un visto bueno con el PRI para el megafraude, habría un
conflicto post electoral muy grande, y si a eso le apuesta Peña Nieto, la
verdad es que está jugando con fuego.
El dirigente de los grupos de
autodefensa en Michoacán, José Manuel Mireles Valverde, por su lado, recrimina
las intenciones del gobierno federal de regular la militarización del país con
la aprobación de Ley de Seguridad Interior, una propuesta contra los ciudadanos
que no abonará a mejorar la seguridad como se plantea.
Además, consideró que con esta ley el
gobierno federal adelanta una represión y, sobre todo, una imposición solapada
por la corrupción en las elecciones: El sistema corrupto se prepara a defender
su imposición, su fraude, lo desgraciadamente increíble es que utiliza las
mismas instituciones de la nación, cuyas funciones no tienen nada que ver con
cuestiones electorales.
Tras criticar que se pretenda
utilizar a las Fuerzas Armadas para actividades que no le corresponden, concluyó
que es anticonstitucional e insistió en que estarían denigrando el papel de la
Marina y el Ejército.
En su carrera al megafraude, el PRI
se burló de todo México, sobre todo de correligionarios y coahuilenses, al
nombrar a Moreira en Acción Electoral, lo que confirma su plan para el robo de
votos en 2018. Por los antecedentes de los hermanos Humberto y Rubén Moreira en
Coahuila, se perfila que estarán
dispuestos a todo, con tal de quedarse en el poder.
Por si fuera poco, el INE cuenta
con personajes ligados directamente con Meade, como el caso de Lizandro Núñez
Picazo, a quien el Instituto nombró titular de la Unidad Técnica de
Fiscalización a través de los mismos consejeros que permitieron triunfar en
2017 al priista Alfredo del Mazo en el Estado de México pese a múltiples
denuncias.
“Casualmente”, Núñez Picazo fue
subordinado de Meade en Hacienda, pero nada importó a los consejeros, mientras
que, con 92 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones, el Senado
priísta eligió a Héctor Marcos Díaz Santana nuevo titular de la Fiscalía
Especializada para la Atención de Delitos Electorales, en sustitución de
Santiago Nieto Castillo.
Impulsado principalmente por el PAN
y el PRD, el nuevo Fiscal fue coordinador de asesores de ex titular de la Fepade, María de los Ángeles
Fromow, y uno de los principales artífices del “carpetazo” al escándalo del
“Pemexgate” en el 2000.
El talón de Aquiles del INE es la
fiscalización, ya que, por ejemplo, en el Estado de México se emplearon
programas sociales con fines proselitistas y hubo denuncias contra la campaña
de Alfredo del Mazo Maza, a quien fijó un tope de gasto de campaña en irrisibles
169 millones de pesos, ya que se gastaron miles de millones de pesos en compra
y coacción del voto.
Esta fiscalización insuficiente,
deficiente es muy mala noticia de cara a las elecciones de 2018, donde habrá
comicios en todas las entidades, alerta un ex consejero en el Instituto
Electoral del Distrito Federal, el experto en el sistema político mexicano Eduardo
Huchim May, quien explica que el trabajo del INE en 2017 recordó la del IFE,
cuando falló al fiscalizar la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
En ese entonces hubo un gasto
descomunal, pero el IFE determinó que esa campaña costosísima, ostentosísima,
costó menos que la relativamente modesta campaña de López Obrador. El INE hizo
lo propio en el Estado de México, por lo que, en lugar de ser solución, es
parte del problema.
Catedrático del
Centro de Investigación y Docencia Económicas Indicaciones, José Antonio Crespo
Mendoza también considera que el PRI tratará de repetir su estrategia del
Estado de México y Coahuila, más aun porque, al votar la oposición por Núñez
Picazo a sabiendas de ser cercano al PRI, se dio un tiro en la cabeza.
Por su parte, el politólogo de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Salvador Mora Velázquez,
opinó que aunque carece de elementos para afirmar un fraude desde las filas del
PRI, los funcionarios que están llegando a puestos clave tienen un “perfil
estrecho con el PRI”.
Apelar a políticos como Eruviel
Ávila y Rubén Moreira, expertos en “ciertas prácticas” en el PRI, da mucho que
sospechar y advertir. Ese es el equipo de Meade, por lo que habría que
preguntarle a la oposición con qué espera frenar a este tipo de “mapaches”,
expertos en manipulación electoral.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 41 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex
gobernadores y tres presidentes municipales y publicar cuatro libros.
Titulado en la Universidad Autónoma
de Yucatán como Licenciado en Derecho, cuenta con cuatro Diplomados en Derechos
Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; Acceso a la
Justicia en Materia de Derechos Humanos, y en Juicio de Amparo, así como más de
15 Seminarios, Talleres y Cursos diversos.
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