¡Ingratitud de un mundo “civilizado”!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Al
momento de redactar estas seguramente inútiles líneas, acompañadas por una
sincera plegaria, Israel, con la abierta complicidad de Estados Unidos, ya había
lanzado sobre Palestina ¡cerca de 80 mil toneladas de explosivos!, lo que
significa un ataque total con unos 36 kilogramos de explosivos sobre Gaza por
cada hombre, mujer y niño.
Pero
la pregunta obligada es ¿A cuántos nos importa lo que pasa en ese lado del
mundo, mexicanos o no? La verdad es que seguramente a muy pocos, como es el
caso de combatientes de Yemen y ayuda humanitaria de Rusia, pero a muy pocos
importa que el mundo esté prácticamente al borde de una Tercera Guerra Mundial.
Ahora
bien, afortunadamente, entre esos pocos podemos incluir honrosamente a una
diputada federal guanajuatense: María
Magdalena Rosales Cruz, una morenista que, independientemente de su filiación
partidista, dio muestras la semana pasada de su preocupación por lo que ocurre
en ese país y las principales víctimas: Mujeres y niños.
Casi
al término de la sesión de la Cámara de Diputados, cuando los temas eran la
presentación de iniciativas de ley y, casualmente, la efeméride con motivo del
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, nuestro
personaje ofreció un mensaje al mundo, pues el día 29 se conmemoraba una fecha importante:
el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Según
explicó, desde 1977, en noviembre de cada año, Naciones Unidas eligió esa fecha
por su importancia para el pueblo palestino. En 1947, su Asamblea General aprobó
la “Resolución 181”, que luego se conocería como Resolución de la Partición, con
la que se creó un estado judío y uno árabe en Palestina.
Así,
se identifican a Jerusalén y el estado árabe. Este Jerusalén como “corpus separatum” o cuerpo separado,
sujeto a condición internacional de capital de los dos Estados, y brinda la
oportunidad a la comunidad internacional de centrar su atención en el caso de
Palestina, no resuelto aún con Israel.
El
caso es que Palestina es clasificado como el peor lugar del mundo para niños y
niñas, con un horrible genocidio en el que han muerto más de 16 mil 756, casi
un millón de desaparecidos y con alguna parte de su cuerpo perdida, así como 37
mil pequeños desamparados porque han perdido a sus padres. Sí, leyó Usted bien:
37 mil huérfanos.
Asimismo,
como todo mundo sabe, es el peor sitio para la práctica del periodismo, ya que,
hasta donde se sabe, hasta ayer más de 180 periodistas habían sido asesinados
por informar la verdad. ¡Qué podredumbre contra la libertad de expresión!
Hasta
el momento podemos hablar hasta de cuatro generaciones de familias que han
padecido la pérdida de viviendas, hambre, falta de agua y de apoyo médico.
Desde octubre del año pasado no sólo ya no hay escuelas, sino que ha quedado desmantelada
totalmente la educación.
En
términos generales, estamos hablando de ¡más de 40 mil muertos!, esto sin contar
los miles y miles de desaparecidos entre ruinas después de cada bombardeo
israelí financiado por EE.UU., lo que tiene que ver con una visión de
desaparecer a todo un pueblo, a toda una nación, a toda una cultura que ha sido
también herencia importante para todos los pueblos occidentales.
¿Quién
no sabe de Jerusalén?, ¿Qué pasó en Nazaret?, ¿Qué pasó en Palestina? Todos
hemos escuchado que estas tierras, sagradas, por cierto, no pueden ser hoy
cementerio de miles y miles de niños y niñas.
Por
fortuna, más de mil organizaciones de todos los países del mundo, este 29 de
noviembre salieron a las calles a pedir, a exigir, que pare ese genocidio, que Israel
permita llegar recursos humanitarios para los pocos que quedan en la Franja de
Gaza… y se dice Franja de Gaza y los gazatíes.
La
verdad es que no, no podemos callar. Se tiene que hablar de Palestina, porque
Palestina existe y debe seguir existiendo con todos sus derechos. No queremos
un pueblo y una nación sin un territorio donde vivir y que ahora la diáspora,
la dispersión de judíos exiliados de su país, se dé con los palestinos, y haya
palestinos regados por todo el mundo.
Y,
desgraciadamente, en ese pedacito de la franja de Gaza siguen muriendo todos
los días alrededor de 400 seres humanos, sí leyó Usted bien, de manera diaria,
entre ellos muchas mujeres e infantes, a grado tal que podemos asegurar que la
causa número uno de muerte infantil en el mundo, tiene nombre…y se llama Israel.
Aunque
somos de género diferente, nosotros decimos NO a la violencia contra las
mujeres. Y mire Usted, en Palestina mueren todos los días mujeres, y mujeres
con hijos, con hijos en el vientre y con hijos recién nacidos, que no pueden ni
siquiera llegar a cumplir un año de vida, cuando son asesinados.
Todo
mundo debería exigir que se detenga esa gran masacre de este planeta en pleno
siglo XXI. No podemos permitir que siga sucediendo. Y, por cierto, queremos
decirle a Palestina que también estamos pendientes de lo que ocurre en su
mundo. Y, si bien nuestro país presume tener una cuarta transformación, con la
que los mexicanos creemos poder avanzar en nuestro desarrollo, ¡no es posible
que, al mismo tiempo, desaparezca una nación total!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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