¡Nuevo, millonario escándalo!, ahora en Infonavit
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Contratos millonarios, resistencia a auditorías,
créditos dobles, juicios masivos contra derechohabientes, contratación de
seguros fraudulentos, manipulación en el Registro Único de Vivienda y
salarios exorbitantes, son algunos de los tipos de corrupción al interior del Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), denunció el
titular de la dependencia, Octavio Romero Oropeza.
Como parte del escándalo que provocó la recién
aprobada reforma -sólo aprobada hasta hoy en el Senado-, la presidenta Claudia
Sheinbaum apuntó que hay denuncias y se van a presentar más de lo que se
encuentre.
Duramente cuestionado por la oposición por su cargo
anterior en Pemex, que habría sufrido pérdidas acumuladas por
más de dos billones de pesos en los últimos años, el tabasqueño Romero Oropeza exhibió que, en 2014, el Instituto contrató
a la empresa Telra Realty por 100 millones de pesos para “diseñar y operar
una plataforma para administrar soluciones de vivienda de acreditados que
cambian el lugar en el que residían”.
Empero, dicho trabajo se incumplió y en lugar de que
el Infonavit la penalizara, pagó una indemnización de cinco mil
millones de pesos.
Asimismo, denunció la falta de competencia en
la Auditoría Superior de la Federación para auditar al Instituto
debido a la resistencia del sector empresarial y directivos sectoriales que
forman parte del Consejo Directivo del Infonavit.
Además, expuso que en el programa Línea III del
Infonavit se han identificado 22 proyectos aprobados entre 2017 y
2018 que, además de no haber sido terminados, presentan un adeudo al
instituto por 575 millones de pesos.
Por otro lado, evidenció la existencia de una
presunta red delictiva que involucra a trabajadores del Infonavit, notarios,
despachos, peritos valuadores y contralores, donde había créditos duplicados
para un mismo inmueble, lo que serviría para estafar.
A través de ese esquema habría detectado 12 mil
créditos sobre mil 400 viviendas, por lo que una sola se vendió hasta cuatro
veces por año cada una, particularmente en Estado de México, Jalisco, Baja
California, Nuevo León y Tlaxcala.
Más adelante, denunció que miles de derechohabientes
habrían perdido su vivienda través del mecanismo de juicios masivos, lo que fue
posible identificar porque el Infonavit informó a la Unidad
de Inteligencia Financiera la contratación de cuatros despachos más
de tres mil 600 millones de pesos para recuperar viviendas vía judicial.
Según explicó, entre 2013 y 2015, en contubernio con
funcionarios del Poder Judicial y notarios de Nayarit, realizaron juicios
fraudulentos contra 60 mil derechohabientes.
Por último, ex perredista, por cierto, Romero
Oropeza mencionó la contratación de seguros de manera irregular, la
manipulación del Registro Único de Vivienda (RUV) y salarios exorbitantes,
superiores, inclusive, a los de la presidenta.
En este sentido, Claudia Sheinbaum y la
dirección del Infonavit avanzan en una polémica reforma que busca suprimir las
Direcciones Sectoriales de Trabajadores y Empresarial, calificadas
como carentes de funciones sustantivas, pero con elevados ingresos, como fuente
de enriquecimiento para algunos de sus directivos.
Así, éstos perciben ingresos muy superiores al
salario de la presidenta de México, entre ellos Carlos Gutiérrez Ruiz,
responsable de la Dirección Sectorial Empresarial, con 262 mil pesos mensuales, casi el doble
del sueldo de Claudia Sheinbaum, quien gana 140 mil pesos. Además, los miembros de esas direcciones reciben un
bono adicional de 60 mil pesos por
asistir a sesiones del Consejo General del Infonavit, sin que estas posiciones
impliquen responsabilidades significativas.
Romero
Oropeza, uno de los principales promotores de la reforma, calificó a estas
direcciones como obstáculo para la transparencia por carecer de responsabilidades o funciones, pero ganan más
que la presidenta de la República, además de excesivos gastos en viajes
y viáticos, resistirse a fiscalización de la Auditoría Superior de la
Federación y buscar amparos para evitar auditorías.
Gutiérrez Ruiz, clave en esta polémica, ha ocupado
cargos de relevancia durante los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe
Calderón, entre ellos como director general de la Comisión Nacional de Vivienda
(Conavi), cuando favoreció a constructoras como Geo y Homex, que más tarde se declararon en
quiebra, dejando miles de viviendas abandonadas y a trabajadores con deudas
imposibles de pagar.
El
caso de Casas Geo, una de
las más favorecidas en la administración de Fox, es representativo de los
abusos: Promesas de vivienda digna que terminaron en desarrollos habitacionales
abandonados que afectaron el patrimonio de miles de mexicanos, patrón que se
replicó en las gestiones de Calderón y Peña Nieto, dejando grave rezago habitacional.
Con todo, sectores como la Confederación de Cámaras
Industriales, Confederación Patronal de la República Mexicana y sindicatos como
la CTM, rechazan la reforma del Infonavit, argumentando que la desaparición
de las Direcciones Sectoriales afecta sus intereses y reduce su capacidad de
representación en la dependencia.
Sin
embargo, el gobierno defiende que
busca redirigir los recursos hacia los trabajadores, eliminando intermediarios
que sólo representan costos innecesarios, en tanto, según Romero Oropeza,
la reforma permitirá una gestión más eficiente y transparente, enfocada en
resolver las necesidades reales de vivienda.
Mientras el debate continúa, la reforma pone de
manifiesto la urgencia de un cambio en el manejo de los recursos públicos y el
combate a los privilegios, y aunque los sectores afectados han levantado
su voz en contra, la propuesta avanza con la promesa de beneficiar directamente
a los trabajadores, cerrando una etapa de opacidad y excesos.
Otra
prueba de ello es que el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Infonavit, Rafael Riva Palacio Pontones, tiene un ingreso anual
neto de 2.2 millones de pesos, unos 185 mil pesos mensuales, y al tener un
salario neto mayor al de Claudia Sheinbaum, viola el artículo 127
constitucional que obliga a que ninguna remuneración en la administración
pública sea superior a la que perciba la Presidencia de la República.
Riva
Palacio Pontones es uno de los líderes sindicales “charros” que continúan en
México a pesar de que la reforma laboral de 2019 busca garantizar la democracia
sindical.
En
gobiernos del PRI, PAN y Morena ha estado en el cargo por 47 años (desde marzo
de 1977) y, recientemente, fue reelegido hasta 2027 para seguir manejando las
cuotas de más de 2 mil trabajadores sindicalizados en 32 secciones.
Por
si fuera poco, Anselmo García Pineda, asesor externo de la Organización
Internacional del Trabajo, lo ha señalado como accionista en empresas
constructoras, lo que sería un conflicto de interés.
Dice
venir de una familia sencilla y “de la cultura del esfuerzo” conformada por su
padre Rafael Riva Palacio Morales, diputado del PRI en los 60s, su madre Celia
Pontones Martínez y sus tres hermanos, pero estudió primaria, secundaria y
preparatoria en el colegio privado Franco Español, egresó como Arquitecto y con
un grupo de amigos de la universidad formó el despacho Grupo “Arquitectónico”.
Si
damos paso a la historia, Riva Palacio Pontones se formó como líder sindical en
tiempos de Fidel Velázquez y Joaquín Gamboa Pascoe, dos de los líderes
sindicales de la CTM más corruptos en la historia sindical, aunque el del
Infonavit forma parte del Congreso del Trabajo, máxima cúpula del sindicalismo
corporativista del México posrevolucionario, liderado hasta hace unos meses por
el priista Carlos Aceves del Olmo, quien forma parte del consejo de
administración del Infonavit.
Para su mala fortuna, Claudia Sheinbaum aseguró que
continuarán las denuncias administrativas y penales contra los actos de
corrupción detectados, rechazó que el tema tenga un trasfondo
político y que las reformas buscan proteger el ahorro de los trabajadores,
fomentar la construcción de vivienda social y garantizar la transparencia en
las operaciones del organismo.
Así,
negó las acusaciones de la oposición sobre una supuesta intención de apropiarse
de los fondos del instituto: “Lo
que estamos haciendo es proteger el ahorro de los trabajadores, contra lo que
dice la oposición. Se van a proteger los ahorros de los trabajadores y vamos a
construir vivienda social de manera transparente, para que el Infonavit cumpla
con su función, que es el acceso a la vivienda”, enfatizó.
Por
otro lado, resaltó la importancia
de que la ciudadanía conozca estas irregularidades, pues representaron
un negocio privado en el que participaron representaciones empresariales y
laborales, em tanto que, al igual que su servidor, cuestionó que el Instituto
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales (INAI) no hubiera intervenido y criticó la postura de los sectores
opositores.
Así, también nos preguntamos ¿Por qué el INAI, que
tanto defendía oposición, nunca hizo nada con el Infonavit? ¿Por qué no se permitió
que entrara la Auditoría Superior de la Federación para hacer auditorías? No
hay argumentos sólidos, aunque, en contraparte, y a falta de espacio, en otra
oportunidad hemos de referirnos a lo que llamaríamos “verdades a medias”.
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores
y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos
pendiente de publicar.
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