¡Misteriosos “pactos” del Congreso!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Para nadie es un secreto que las referencias a la historia
suelen ser la mejor herramienta de análisis del presente, aunque en ocasiones
debamos guardar las proporciones y cambiar los nombres, lo que ocurre con el
reciente cambio de gobierno de Quintana Roo que, con 41 años con siglas del
tricolor, Carlos Joaquín González desdibujó éste con los colores de la
oposición.
El impacto del ascenso de la “mancuerna” PAN-PRD -si aún se le puede llamar
“alianza”-, como era de esperarse, no sólo impactó en el poderoso Poder
Ejecutivo, sino también en el otrora incondicional Legislativo que,
transformado en brazo ejecutor del primero, debió negociar para una supuesta
gobernabilidad. Sobre el Judicial, sin comentarios.
Lo cierto es que en el inter batalla-triunfo-ascenso se dio
una serie de escándalos en torno a malos manejos y nombres de involucrados, en
lo que parecía ser una interminable corrupción que, inclusive, como era de
esperarse, embarró a propietarios y representantes de medios de comunicación.
Sobre este último particular, de una vergonzosa lista de la
que no pocos compañeros del medio no quisieran ni acordarse, se puso de
manifiesto que el gobierno de Roberto Borge habría erogado en cinco años algo
así como ¡tres mil millones de pesos! tan sólo en manejo de imagen a través de 225
empresas y periodistas, cuyos nombres se dieron a conocer.
En
ese entonces, publicamos que SÓLO se habló del caso de la prensa con el
Gobierno del Estado -es decir, su Unidad del Vocero-, lo que era limitativo en
ese nivel, ya que “también alcanza a los Ayuntamientos, dependencias y el
Congreso del Estado, donde nadie puede negar la existencia de otra serie de
jugosos convenios -seguramente ocultos bajo doble cerradura-, muchos de los
cuales no sólo son para difundir o hablar, sino ¡también para callar!”,
señalábamos (12 de septiembre)
Ignoramos si de manera fortuita, filtrada o pagada, pero la
“noticia” de los pagos a la prensa corrió como reguero de pólvora por todos los
medios, lo que no fue el caso del Congreso del Estado, donde tampoco para nadie
es un secreto el dispendio en que incurrió su entonces coordinador, el priísta
Pedro Flota Alcocer, obvio, para cuidar su imagen o lo que quedaba de ella.
No obstante, se esperaba que, con al supuesto “moralismo”
que predica el PAN, el nuevo coordinador de la XV Legislatura, el diputado Eduardo
Martínez Arcila, se destapara la “cloaca” sobre el escandaloso manejo de
millonarios recursos, sobre todo, repetimos, en “apoyos” y contratos de
publicidad que pagaba la titular de Comunicación Social, Idalia Carrillo
Beltrán, y que parecen haberse dejado por la paz los legisladores.
Lo anterior obliga a recordar el controvertido Centro de
Investigación y de Seguridad Nacional (Cisen), surgido de la desaparecida
Dirección Federal de Seguridad en el sexenio priísta de Miguel de la Madrid, y dirigida
algún tiempo por el temido veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios.
Calificado
como espía del panista Vicente Fox durante su campaña presidencial, éste había
anunciado que el Cisen desaparecería durante su sexenio, aunque después de
conocer el tamaño del “monstruo”, sus ventajas y beneficios, aclaró que sólo lo
reorganizaría, saldría de la Secretaría de Gobernación y quedaría bajo su mando
y supervisión directa.
Siete
años después (julio 2007), su entonces rival de campaña, Francisco Labastida, lo
acusó de desmantelar el Cisen y despedir a la mayor parte de su personal, y que
las consecuencias para el nuevo gobierno panista sería carecer de un órgano de
inteligencia eficaz, que le permitiera cumplir sus responsabilidades en la
materia.
El
caso es que a la XV Legislatura le habría ocurrido algo similar con la poderosa
herramienta que implica la prensa, pero hasta hoy ha preferido hacer “mutis”
para tenerla de aliada, amén de que, como era de esperarse, ningún periodista
se ha preocupado en preguntarles a los diputados, sobre todo a Martínez Arcila,
cómo se manejaron los millonarios recursos en esa oficina que aún dirige Idalia
Carrillo ¡Y créanos que no son pesitos!
Peo
vaya, lo que es peor, nuestros representantes “populares” tampoco han dicho ni
“pío” en torno al desfalco de más de 52 millones de pesos que, publicado apenas
el 27 de junio por los periodistas José Martínez M. y Arturo Mendoza Mociño, acusa que diputados
de la Legislatura anterior beneficiaron sospechosamente a empresas y supuestos profesionistas.
Calificado como asignatura pendiente,
en una abierta violación a la Ley de Adquisiciones y Prestación de Servicios,
que los propios diputados aprobaron, la información refiere que se trata de obras
“fantasma” y contratos directos por más de 52 millones de pesos sin comprobar.
En efecto, las cuentas de gastos de
la XIV Legislatura no les “cuadraron” a los diputados, entre otros, medio
centenar de obras “fantasmas” y “contratos por asignación directa” sin soporte
financiero para comprobar supuestas mejoras, asesorías, consultorías y servicios
jurídicos profesionales.
Así, incluyen presuntas
consultorías, como las de “Servicios Tepletapa”, a la se pagaron más de 7
millones 493 mil pesos por presunta asesoría jurídica fiscal para la aprobación
de las leyes de ingreso de los municipios en 2015, pero sin pólizas o
documentos comprobatorios.
Un caso similar fue el pago de una
pólizas por más de 4.7 millones de pesos a “Profesionistas y Asociados del Mar”
por planeación “de austeridad presupuestal” para el 2015, del que tampoco
existen pólizas ni soporte documental, al igual que 4 millones 360 mil pesos
pagados a “Proyectos Especializados Radiant” por supuesta consultoría fiscal
para la Ley de ingresos de los municipios en el ejercicio fiscal 2015, tampoco
documentados y sin evidencia de trabajos que señala la Ley de adquisiciones.
Otros pagos millonarios fueron a “GOAR”
Empresa de Publicidad Congelada, por 3 millones 793 mil pesos por la
transmisión de los festejos del 40 aniversario de la Constitución del Estado, sin
documentar en pólizas o contratos.
Asimismo, incluye pagos millonarios
no soportados, en beneficio de “Empresas Burorente”, por 2 millones 761 mil
pesos; “Amgro Consultores” (servicios por 2 millones de pesos), Servicios
Profesionales Internacionales “La Kross” (2 millones 285 mil pesos) y Sugey
Zaldívar Vázquez, quien, a título personal, recibió 3 millones 473 mil pesos
por servicios profesionales sin póliza ni soporte documental.
Otros pagos fueron un millón 144
mil pesos a “Mercadotecnia y Publicidad Espiral” (sin documentos ni contratos) y
al propio Zaldívar Vázquez, quien recibió otros dos pagos por un millón 522 mil
pesos y por un millón 255 mil pesos sin pólizas o contratos (por servicios “profesionales”)
Curiosamente, también figuraban
como supuestos profesionistas los diputados Jesús de los Ángeles Pool Moo, Romy
Adriana Esquivel Ávila y Filiberto Martínez Méndez, quienes, además de sus
respectivas “dietas”, recibieron más de medio millón de pesos cada uno sin
contratos ni pólizas de servicios.
Otro desembolso escandaloso sin
documentar de la XIV Legislatura que encabezaba Pedro Flota, fue de 8 millones
22 mil pesos en vales de gasolina no comprobados, pues no se siguió el
procedimiento que exige la Ley de Adquisiciones ni existe contrato.
Otros pagos, como uno por 200 mil
pesos, ni siquiera tienen destinatario ni la menor referencia, soporte
documental o póliza, por lo que, en términos generales, las cuentas del
Congreso revelan un verdadero derroche en gastos sin comprobar en por lo menos
medio centenar de supuestos servicios por más de 52 millones de pesos en sólo
un año que, incluyen un gasto superfluo por 2 millones 761 mil pesos en
juguetes y estímulos a diputados y funcionarios llamados del HPL por casi 11
millones de pesos.
¿Existirá algún pacto “secreto”
entre los diputados del PRI y sus aliados con la oposición PAN-PRD para
perdonar y callar a cambio de permitir la “gobernabilidad” en el Congreso?
¿Habrá algún pacto Martínez Arcila-medios de comunicación
para nuevos convenios de publicidad?
¿Usted qué
cree?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
29 años, con más de 39 años como reportero, jefe de información, editor y jefe
de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información de
dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado cuatro libros.
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