Los periodistas locales, ¿en la mira?
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Dos hechos de esta semana, relacionados
con la actividad periodística local, llaman poderosamente la atención, ambos
sospechosos por naturaleza, uno consumado y otro a punto de serlo: El supuesto “suicidio”
del cozumeleño Melvin Martín García Carvajal, por ahorcamiento, y el intento de ejecución
del cancunense Reily Polanco, mejor conocido por “El pecas”.
Por mucho, llama más la atención el
primer caso, ya que es inevitable mencionar al opaco ex gobernador cozumeleño
Félix González y a quien fuera su secretario de Seguridad Pública, Salvador
Rocha Vargas, considerados “víctimas” del hoy occiso, autor del libro sobre la
estudiante de Bachillerato asesinada Mayra Beatriz Ayuso Rodríguez: “Su vida terminó, su historia
comenzó”.
Solamente
conocido como Melvin García, que tenía como último domicilio la ciudad de Mérida,
donde también tenía como oficio el de agente de viajes -tiene familiares
también en Chetumal- siempre será recordado por su valentía al publicar el
libro que documenta la historia del nunca aclarado crimen de Mayra Sierra, una
joven de 16 años, asesinada en noviembre de 1999, quien nunca obtuvo justicia.
El
tema, como bien se recordará, se convirtió en político- mediático, que arrastró
a inocentes, como Nelson Alejandro Ciau Polanco, acusado de ser el responsable
de esa muerte, por escribir una carta, y quien, tras un periodo en prisión,
tuvo que ser liberado porque, para variar, como ahora, la entonces Procuraduría
de “Justicia” no pudo demostrar su culpabilidad.
Así
las cosas, en noviembre de 2016, Melvin García publicó amplia investigación en
su libro con testimonios de las personas involucradas en el caso, así como las múltiples
irregularidades y negligencias de las autoridades que dieron impunidad a los
responsables, aunque algunos de los testimonios, señalaban que estaba
relacionado al entonces alcalde cozumeleño Félix González Canto por varias
razones.
La
primera de ellas porque su camioneta, una Suburban gris, de su propiedad, la
manejaba su chofer, Agustín Rangel, quien pasaba a buscar a Mayra Ayuso, cuyos
análisis médicos demostraron que estaba embarazada, a unas cuadras del
colegio”, según testimonio de Nelson Alejandro plasmado en la obra.
Algunas
preguntas inexplicables a partir de los hechos ocurridos durante las
primeras 24 horas del “Caso Mayra”, incluyen ¿Quién le ordena a la Policía
Municipal ‘chamaquear’ a los medios de comunicación cozumeleños para concentrarse
en falso decomiso de armas, cuya intención era que ninguno estuviera presente al
momento del levantamiento del cadáver de la estudiante?
Asimismo,
¿Quién le ordenó al médico legista decretar que la joven murió por asfixia,
algo que resultó falso, pues Mayra falleció por un golpe mortal en la cabeza?
Por
otro lado, ¿Quién ordenó ‘montar’ la escena del crimen, pues el cadáver de la
hoy occisa fue encontrado con el cordón de su mochila alrededor del cuello,
dando ‘línea’ al Dr. Efrén González para poder encajar con su ‘autopsia’ de que
la joven falleció por asfixia?
También
habría que preguntarse ¿Quién ordenó desmontar el terreno al día siguiente de
que se encontró el cadáver y construir una mansión en tiempo récord? y ¿Quién
tuvo tanto poder para mover todas las piezas en un claro intento de proteger al
o a los asesinos e intentar engañar a la comunidad cozumeleña?
Sobran
las preguntas y no hubo ni hay respuestas, aunque, en todo caso. Rocha Vargas
intentó defender a Félix González -quizá por eso lo premió con la Secretaría- y
descalificar a Melvin García, a quien acusó públicamente de intentar extorsionar
al ex mandatario, aunque en septiembre de 2009 fue detenido por la SIEDO,
acusado de delincuencia organizada y delitos contra la salud. Salió libre.
A
todo esto, en marzo de 2017, el periodista Alfredo Griz le preguntó ¿No que
quería debatir? y señaló que, aprovechando la palestra, debería decir por qué
no emitir una postura ante el desfalco de las finanzas estatales, los fraudes
de Roberto Borge y amigos todos de su partido, así como por qué no explicarle a
la ciudadanía los desfalcos de Freddy Marrufo y por qué no contar y emitir
copias del parte de novedades de la policía municipal cuando el caso Mayra,
policía que él dirigía y si, causalmente, no lo citaron al Ministerio Público. Al
igual que su servidor, reflexionaba, imagínese esa omisión.
En este sentido, señaló que no debería salir a
decir que quiere debatir y luego a decir que no, lo que llamó incongruencia, y
ahora le dijeron no subir al ring que él mismo construyó.
Entre
las posibles razones, opinó no ser políticamente viable, principal razón, por
pensar en política, y no en la verdad y congruencia de la que lamentaba no tener
aquél. Nada que temer pues no haga caso, y si se siente ofendido ahí están las
instituciones.
Concluía
Alfredo Griz: “ojalá reabrieran el caso y sacaran a la luz todo el expediente y
aseguró que a más de uno se le fincaría responsabilidad por omisión y porque no
hubo debido proceso, hasta entonces su partido y en Cozumel el PRI es una
mierda y una mafia que ha saqueado al Estado. Quien diga lo contrario es
simple, priísta y cómplice, por dignidad lo deberían de refundar porque
refundido ya lo tenían”.
El
otro tema del día, es el del reportero del medio digital Despierta
Quintana Roo, de fuente policiaca, Reily Polanco, baleado hace dos días,
cuando ingresaba a su domicilio luego de cubrir un reporte por privación ilegal
de la libertad en la Supermanzana 94.
Según
el comunicólogo, desde que llegó a su casa acompañado de su pareja, observó sujetos
a bordo de una motocicleta, por lo que ingresó rápidamente y cerró la reja,
cuando repentinamente, sin mediar palabra, fue atacado con disparos.
Aunque
alcanzó a resguardarse en su casa, recibió dos impactos de 10 disparos de arma
de fuego, uno por el tobillo y otro debajo de la rodilla derecha, aunque su
compañero llamó al número de emergencias 911, por lo que fue atendido por
paramédicos que lo trasladaron a un hospital, donde sería sometido a una
operación quirúrgica.
“El
Pecas” afirmó que éste no fue un caso aislado, pues en otras ocasiones había
sido baleado cuando realiza su trabajo periodístico, en una ocasión en la
colonia irregular Valle Verde, donde acudió en compañía de otro reportero.
Hasta
donde sabemos, sus dos últimos reportajes digitales se refirieron al misterioso
hallazgo de osamentas, uno en un cenote de la comunidad de Alfredo V. Bonfil y
otra en un terreno ubicado precisamente frente a instalaciones de la Fiscalía
General.
En
conferencia del gabinete de seguridad, el siempre cuestionado fiscal general,
Raciel López Salazar, comentó que iniciaron investigaciones para esclarecer el
hecho, aunque no se refirió al “ahorcamiento” de Melvin García, pero son dos
demás que, honestamente, a cualquiera debería quitarle el sueño.
En
el caso de Reily Polanco, porque lo mismo se podría pensar que los autores son
de Alfredo V. Bonfil, particularmente del Cartel de Caborca, o bien ¡de la propia
Fiscalía!, mientras que en el de Melvin García, cabría preguntarse a quién o
quiénes interesaría que abandonara la capital yucateca, “sólo para ahorcarse” desde
hacía varios días en Cozumel o para fingir que así lo hizo.
Ojalá
no sean dos casos más de fríos números de expedientes para archivar. Pero, usted,
¿qué cree?
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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