¡Y quería ser presidente de la República!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
No cabe duda de que, muchas veces, del plato a la boca se
cae la sopa, y ese sería el caso del senador tabasqueño Adán Augusto López
Hernández, a unos días de resultar nuevo presidente de la Mesa Directiva del
Senado, aún en manos del morenista Gerardo Fernández Noroña, pues todo hace
suponer que los últimos acontecimientos en torno a su paisano Hernán Bermúdez
Requena cambiarían el panorama.
En efecto, la Fiscalía General de la República confirmó una
orden de aprehensión contra Bermúdez Requena, quien fuera jefe de la Policía de
Tabasco durante el sexenio de López Hernández, con lo que queda exhibido lo que
en esa entidad era un secreto a voces: Es el verdadero jefe de “La Barredora”, brazo
criminal vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, dedicado al control de
plazas, extorsión, narcotráfico, cobro de piso, trata de migrantes y
explotación violenta del territorio.
El
hoy prófugo de la justicia, “curiosamente”, fue impuesto como jefe de la
Policía en diciembre de 2019 por el entonces gobernador Adán Augusto, pese a
que estaba bajo investigación del Centro Regional de Fusión de Inteligencia
Sureste y la Secretaría de la Defensa Nacional por sus, entonces, presuntos
vínculos con el crimen organizado.
Con
la protección de ese siempre cuestionado funcionario del Senado, lo más
reciente por sus públicos enfrentamientos con el coordinador de Morena en la
Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, el ex policía tejió desde la
Secretaría de Seguridad Pública un auténtico cártel policiaco con impunidad
total y convirtiendo a la fuerza estatal en aliada de criminales, en lugar de
muro contra ellos.
Lo
más increíble del caso es que Adán Augusto fue uno de los que aspiraron a
convertirse en candidatos de Morena a la Presidencia de la República frente a
la finalmente triunfadora Claudia Sheinbaum.
El
gobernador tabasqueño Javier May Rodríguez denunció en dos ocasiones (noviembre
2024 y febrero 2025) el “cochinero” que le dejaron sus antecesores. Primero,
Adán Augusto, quien tras su salida de Tabasco brincó a la Secretaría de
Gobernación y luego al Senado, desde donde sigue operando negocios millonarios
con instituciones federales y candidaturas como la de Andrea Chávez para la
gubernatura de Chihuahua.
Después,
el mandatario batalló con Carlos Manuel Merino Campos -el sucesor del morenista-,
quien mantuvo a Bermúdez Requena en el cargo pese a la violencia imparable, como
hasta hoy.
A
partir de 2022, ante filtraciones de Guacamaya Leaks y reportes de Mexicanos
Contra la Corrupción y la Impunidad, se confirmó que Bermúdez Requena facilitó
la entrada del CJNG a la estructura estatal, entregando el control criminal de
municipios como Huimanguillo y Cárdenas, y se le señalaba como “Comandante H”,
quien permitió al líder criminal Benjamín “Pantera” Mollinedo tomar el mando en
zonas estratégicas de Tabasco.
En
tanto, Adán Augusto -gran arquitecto de esta red- se mantuvo “blindado” por el
sexenio de su paisano y “hermano” López Obrador, con impunidad y capital
político, hasta que el clima de narcopolítica, que se extendió en México,
empezó a fracturarse con las presiones internacionales y los recientes
escándalos en Estados Unidos que salpican a la 4T y ponen bajo guillotina
cabezas de narcopolíticos que por años tuvieron protección e impunidad.
Además,
aunque la orden de aprehensión contra Bermúdez Requena data de febrero de 2025,
el ex jefe policiaco escapó cómodamente desde Mérida -donde tenía residencia y
negocios-, Panamá, España y, finalmente, Brasilia, Brasil, donde la Fiscalía se
coordina con Interpol para detenerlo y extraditarlo. Su caída arrastra la
herencia sangrienta que mantiene a Tabasco sumido en ejecuciones, balaceras,
bloqueos y control del miedo.
Con
su inminente captura, el velo de protección por Adán Augusto comenzaría a
romperse. Las preguntas que muchos evadieron por años están sobre la mesa: ¿Por
qué fue nombrado mando de la SSPC? ¿A cambio de qué se mantuvo? ¿Cuántas vidas
y territorios se entregaron en nombre del poder?
El
entonces jefe policiaco renunciaría finalmente al cargo en enero de 2024,
sustituido por José del Carmen Castillo Ramírez como encargado de despacho.
Se desempeñaba como comisionado de la policía estatal.
Mientras
tanto, Claudia Sheinbaum y gobierno empiezan a desprenderse poco a poco de la
herencia de corruptos y delincuentes que habría dejado López Obrador, entre
ellos Bermúdez Requena, lo que no sólo sería un triunfo judicial, sino el
primer paso para desmontar el imperio de impunidad que por años opera en
Tabasco y amenaza con derrumbar castillos de arena de Adán Augusto en el
escenario nacional.
Sin
embargo, como bien plantea nuestro amigo Antonio Erales, ¿Cuántos como este
famoso Bermúdez Requena estarán haciendo lo mismo en otros Estados y municipios
“sembrados” como secretarios o fiscales -¿verdad Quintana Roo?- y sus
ramificaciones con charolas oficiales aprobados por sus jefes y Congresos?
Titulado
como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con
siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y
2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos;
y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75
Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.

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