“Huellas” de Fox y pederastas, ¡en Cancún!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Un
seminarista mexicano de 21 años de edad creó una organización religiosa en 1941
y, según el entonces Papa Juan Pablo II, se convirtió en “guía para la
juventud”, pese a que, tras esa fachada misionera, funcionaba un infierno donde
su fundador y muchos seguidores abusaron de cientos de menores, y sus maniobras
financieras lograron un encubrimiento que se prolongó durante décadas.
Estamos
hablando del desaparecido “sacerdote” católico Marcial Maciel, quien se
identificó plenamente con uno de los ex presidentes más cuestionados el PAN, el
guanajuatense Vicente Fox quien, a cambio de favores privados, obsequió a los Legionarios
de Cristo una playa en uno de los puntos turísticos más costosos de Cancún.
Lo anterior se dio a conocer en un informe
interno que indicó a fines de 2019, al menos, 175 menores
de edad fueron víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de esa
organización “religiosa” entre 1941 y 2019, 60 de ellos a manos de su propio
fundador, Marcial Maciel.
Según
investigaciones del periodista Raúl Olmos, Maciel había logrado que Juan Pablo
II recibiera en Roma a la esposa de Vicente Fox, Martha Sahagún, pese a que no
se les permitía acceso a las personas divorciadas.
A
cambio de estos favores, Fox entregó la playa a los legionarios, pese a
tratarse de territorio federal y que aquéllos lo rentaban para eventos y bodas,
pues el poder de Martha Sahagún sobre Fox fue parte de la política del sexenio
de éste (2000-06), aunque ahora se investigan irregularidades fiscales entre ella
y los Legionarios, por existir opacidad en los acuerdos a los que llegaron.
Según
el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de
Hacienda, Santiago Nieto, existía una investigación contra la organización religiosa
y sus vínculos con Martha Sahagún: “En el caso de los Legionarios de Cristo
tenemos el proceso para determinar la irregularidad”.
Como
se esperaba, la ex primera dama, por su parte, negó las acusaciones a través de
un comunicado: “Niego categóricamente los hechos insinuados, son un verdadero
engaño a la opinión pública y una calumnia a mi persona”, y que la información
en las redes y medios es “perversa y falsa”.
Vergonzosamente
para los verdaderos católicos, los abusos fueron de 33 religiosos sacerdotes o
diáconos, según la “Comisión de casos de abusos de menores del pasado y
atención a las personas implicadas” desde la fundación de la congregación, en
1941, hasta diciembre de este año.
La
mayoría de sus víctimas eran niños adolescentes de entre 11 y 16 años, detalla
el reporte divulgado a través del sitio de internet ceroabusos.org.
El
informe se publicó después de que el desaparecido Papa Francisco, eliminó el
secreto pontificio para las denuncias de abusos sexuales, petición de las
víctimas que garantiza mayor transparencia ante una escandalosa realidad que ha
desacreditado enormemente a la Iglesia Católica.
La
congregación, fundada por Maciel, sostuvo que con 45 de las víctimas se había
avanzado en un proceso "de reparación y reconciliación", aunque
persistía la necesidad de facilitar el proceso a las demás.
Agrega
que de los 33 sacerdotes acusados, sin considerar a Maciel, 18 siguen siendo
parte de la congregación, pero apartados de labores públicas o que impliquen
contacto con menores, en tanto de los primeros, 14 habían sido víctimas en la
Congregación, lo que evidencia que existen “cadenas de abuso” donde “una
víctima de un legionario, con el pasar de los años, se convertía, a su vez, en
abusador”.
En
este sentido, es emblemático que, 111 de los menores abusados en la
Congregación fueron víctimas del “Padre” Maciel, de una de sus víctimas o de
una víctima de sus víctimas.
El
informe advierte que es probable que haya más casos de abusos de los que se
reporta en el informe y las estadísticas tendrán que ser actualizadas
periódicamente.
Además,
los cuatro hijos del primer matrimonio de Fox -Ana Cristina, Paulina, Vicente y
Rodrigo, con Lilian de la Concha- los adoptaron en la casa de horror de una
mujer también pedófila, Mamá Rosa, como se conoce a Rosa del Carmen Verduzco
Verduzco, fundadora del albergue La Gran Familia, a quien las autoridades
acusan de secuestrar y maltratar niños que vivían ahí.
Con
todo, Fox ordenó que la mujer, debido a su edad, no fuera acusada de
explotación de menores, abuso sexual de menores, promover actas de nacimiento
fraudulentas y una serie de delitos iguales a los de Maciel, por cierto, pederastas
amigos que intercambiaban niños que ella acogía o raptaba.
Habría
que preguntar ¿Algo que comentar Fox? ¿Te hacía feliz besarle la mano,
regalarle bienes de la nación y socializar con ese depravado? ¿Te platicó sus aventuras
o al igual que el “Borolas” no sabías nada?
Con todo, no sólo se trata de la investigación de un
periodista, ya que, en febrero de 2020, los Legionarios publicaron un informe donde
reconocen que entre 1941 y 2019 miembros de su congregación violaron a 175
niños, 60 de ellos por parte de su fundador.
Los
Legionarios estaban reunidos ocho semanas en Roma donde, además de nombrar
nuevos líderes, tratarían “el camino para avanzar en la atención a las víctimas
de abusos sexuales, los posibles encubrimientos, negligencias u omisiones en
relación con los mismos en el pasado”.
La
vida del “sacerdote” la desconocía gran parte de los Legionarios, sobre todo
por su sistema de relaciones construido, que supo hábilmente crear coartadas,
ganarse la confianza, familiaridad y silencio de los que lo rodeaban.
Otro
“sacerdote” acusado sería Fernando Martínez, quien, tras ser denunciado públicamente
por varias víctimas en México, admitió haber cometido abusos.
Biani
López Antúnez dice valientemente que la violó desde los 8 hasta los 10 años, en
una carta en la que contó a su maestra que aquél, director de la escuela, les
daba a ella y sus compañeras “besos cada vez más cerca de la boca” y “las
cargaba entre las piernas”.
Ahora
museógrafa de 37 años, narró en primera persona que, cuando tenía 8 años su
familia se mudó de la Ciudad de México a Cancún, donde sus padres la metieron a
una escuela de los Legionarios de Cristo, sin imaginar los terribles abusos que
sufriría a manos de Fernando Martínez.
Ella
fue alumna fundadora del Instituto Cumbres en Cancún en 1991, todavía en
construcción cuando comenzamos las clases. Tenía 8 años y entró a tercero de
primaria. Sus padres habían decidido que se fueran a Cancún porque era aún muy
pequeña y creciera en un entorno más sano y cercano a la naturaleza.
Su
director, Fernando Martínez, había sido nombrado a pesar de haber sido ya
acusado de abusos sexuales en otros colegios de Ciudad de México y Saltillo. Él
mismo había reconocido una acusación y pidió no ser trasladado a Cancún porque
no se sentía “firme” para aceptar esa responsabilidad.
Otra
de sus víctimas de Cancún, en diciembre de 1992 fue Ana Lucía Salazar, quien le
había dicho a sus papás que, a solas, Martínez abusaba de ella repetidamente,
aunque él pretextó que la niña "había malinterpretado todo".
También
acudieron al obispo Jorge Bernal, pero no hizo nada, tal vez pensando que la
denuncia de una sola niña no les iba a causar problemas, aunque los padres
sacaron a la niña de la escuela y volvieron a Monterrey.
Al
año siguiente, la hoy presentadora de radio y televisión, Ana Lucía, también
denunció a Fernando Martínez, ahora públicamente, por muchos medios de
comunicación, a raíz de lo cual, meses después, Martínez le envió una carta
pidiendo perdón.
Ahora
bien, si alguien o sus familiares han sufrido un caso similar, sabrá Usted que
los delitos sexuales contra los niños no prescriban porque el daño nunca
prescribe: Sigue ahí y es permanente. No se puede dar un plazo de tiempo para
denunciar algo que es tan terrible y es tan difícil de hablar siquiera. Es un
abuso que rompe la infancia y el desarrollo de los niños.
Hoy
en día, Martínez tiene 82 años y está recluido en una casa de Roma, cumpliendo
un castigo supuestamente duro para él, pero sus encubridores están manejando la
legión. Tienen muchas escuelas de paga en México y otras partes del mundo y son
una de sus principales fuentes de ingresos. Así que los padres al poner ahí a
sus hijos, además de ponerlos en peligro, están financiando una institución
delictiva.
Los
legionarios fueron fundados por un criminal, por un pederasta. Si ya saben esto
y que la legión no ha hecho nada contra los que han encubierto esos delitos,
pues como institución no tiene razón de ser. A los delincuentes y encubridores
lo único que les detendrá de cometer abusos será que los metan en la cárcel.
(Permitida la copia,
publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el
autor)
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de
ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y
Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en
Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres,
Cursos y Conferencias.
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