¡Oscuro origen de fortuna de una alcaldesa!
                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Duramente
cuestionada por no proceder contra su antecesora Lilí Campos Miranda; por su millonaria
“ocurrencia” de cambiar el nombre del municipio de Solidaridad; y por su
millonaria adquisición de un helicóptero para pasear con su novio cuando
existen necesidades apremiantes en toda su comunidad, a la alcaldesa de Playa
del Carmen, Estefanía Mercado Asencio, se le suma un nuevo pecado en sus
irrisorias aspiraciones de gobernadora.
En
efecto, para su mala fortuna, ahora se trata del oscuro pasado de su riqueza
tras el lamentable fallecimiento de su padre Héctor Manuel Mercado Sánchez y el
sospechoso origen de los recursos de éste con la complicidad de un socio de la
Fiscalía General del Estado, inclusive cuando ésta fuera Procuraduría de
Justicia de Quintana Roo.
Se
trata de Ernesto Raúl Asencio Reynoso, familiar del desaparecido alcalde de
Othón P. Blanco, José Asencio Navarrete (1987-1990), el primero de
ellos, al igual que nuestro personaje, fuera propietario del centro nocturno “sólo
para adultos” Chilly Willy’s.
El
deceso del propietario original del negocio ocurrió cuando Estefanía Mercado
fungía como candidata a diputada local por el Distrito X, en mayo de 2022,
cuando, al final de cuentas, el Chilly Willy’s estaba en la mira de las
autoridades por la serie de hechos violentos y otros delitos.
Ahora
bien, según trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, la
primera vez que se usó la marca Chilly Willy’s fue el 7 de abril de 1980,
cuando su dijo que la marca sería para un servicio para proveer alimentos y bebidas,
así como hospedaje temporal.
Anteriormente
ubicado en plena avenida Yaxchilán de Cancún, el último domicilio fiscal de ese
antro de vicio, en el que mujeres ofrecían bailes eróticos para estimular
sexualmente a sus clientes, fue el kilómetro 304.8 de la carretera
Mérida-Puerto Juárez, Lotes 1 y 1-A en la Supermanzana 114, donde la empresa
que solicitó el registro de marca es Ramo Operadora, con un documento que
admitió el IMPI en junio de 2006 en expediente 0786614.
Quien
hizo la solicitud fue Susana Guadalupe Fuentes Escamilla, quien aparecía como
representante legal de Ramo Operadora, por poder otorgado por Mercado Sánchez,
padre de la entonces candidata por la coalición “Juntos Hacemos Historia en
Quintana Roo”, conformada por Morena, PT y Verde “Ecologista”.
Mercado
Sánchez era accionista principal de Ramo Operadora, operadora y propietaria de
Chilly Willy’s Internacional, por lo que era dueño de este antro donde, incluso,
a lo largo del tiempo, ocurrieron hechos violentos y se decía era un sitio
peligroso.
En
septiembre de 2001 se constituyó como sociedad a Ramo Operadora ante el
Registro Público de Comercio, y su fecha de ingreso ante la instancia fue el 30
de septiembre de 2003, con un rubro de comercialización, promoción, operación,
administración y organización de todo tipo de eventos, restaurantes, bares,
centros nocturnos y conexos o anexos.
Como
accionistas aparecían Asencio Reynoso, “comerciante” originario de Chetumal, así
como Ricardo Medina Merino, de Fresnillo, Zacatecas, aunque el primero también
era funcionario de la Procuraduría.
En
2008, por parte de Ramo Operadora, ingresaron al Registro Público de Comercio
solicitudes para la enajenación y posterior fusión de acciones, lo que significó
que, de manera formal, Medina Merino vendió el total de sus acciones al padre
de Estefanía Mercado. Ambos eran originarios de Zacatecas.
Chilly
Willy’s y Ramo Operadora no son los únicos negocios de la familia Mercado. En
2017 constituyó Industrias Creativas Kabán, cuyo objetivo era elaborar y
comercializar productos ópticos, como cristales, lentes, lentes para protección
solar, repuestos para los mismos, productos de limpieza y su mantenimiento, así
como compra-venta de cosméticos, productos y accesorios relacionados con
optometría, lentes estéticos y ornamentales. 
Eran
cuatro sus socios: Ramón Alberto Ramírez Pérez, Rafael Bores Rivera, Mercado
Sánchez y Héctor Enrique Mercado Tello, éste último apoderado legal de esta
empresa, donde había dos Héctor Mercado, padre e hijo. Respecto al otro socio, Bores
Rivera, era un egresado de la Unicaribe y colaborado en empresas como Encore
Event Technologies México. 
No
era la única empresa donde los Mercado tenían participación. También estaba
Ocean Realty Solutions, donde los accionistas eran padre e hija: Mercado
Sánchez y Angy Estefanía Mercado Asencio, así como Monserrat Beltrán Fernández.
La única administradora era la entonces candidata, también socia. 
Otra
empresa de su padre, H. M. Gastronomía Latinoamericana, según la página Dateas,
donde se pueden verificar datos de consorcios, la empresa, con origen en Brasil,
se dedicaba a servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e
intangibles, y su representante legal era el padre de la alcaldesa.
Quien
apareciera como dueño de Operadora Ramo y, por lo mismo, de Chilly Willy’s, el conocido
centro nocturno con entretenimiento para adultos, fue Ernesto Raúl Asencio
Reynoso, quien desde 2002 era funcionario de la Procuraduría y luego parte del
personal de la Fiscalía General cuando ésta sustituyó a la primera.
De
febrero de 2002 a marzo de 2011, fue director de Participación Ciudadana de la
Procuraduría, de 2017 a 2019, encargado de despacho de la misma Dirección de
Participación Ciudadana de la Fiscalía, y en 2019, coordinador de Ministerio
Público de la Fiscalía. 
Este
es el perfil del funcionario que fuera socio fundador de Ramo Operadora y
Chilly Willy’s, que vendió a Héctor Mercado. Es decir, fue importante
funcionario en las administraciones priistas de Joaquín Hendricks y Félix González.
Y volvió en la otra administración, aunque con otro cargo. Además, es tío de
Estefanía Mercado, como hermano de la madre de ésta.
La
historia de Chilly Willy’s está llena de escándalos y hechos violentos como lugar
donde mujeres ofrecían bailes eróticos a los clientes, era muy concurrido, por
ende, ahí se daban pleitos y hasta asesinatos. Además, era común escuchar que
ahí circulaba droga con frecuencia.
Diversas
notas periodísticas dan cuenta de hechos violentos dentro del sitio, en los alrededores
o que involucraban a gente que frecuentaba el lugar o laboraba ahí.
Por
ejemplo, una reseña de TripAdvisor, alertaba a la gente a tener cuidado al ir
ahí y, de preferencia, evitarlo, porque el personal estafaba por unos cuantos
tragos y bailes, y pedía miles de dólares. Según se denunciaba, autoridades y taxistas
estarían coludidos.
En
2012, por ejemplo, se “levantó” a un menor de edad que estaba con su familia y
que, al parecer, confundieron. Ese mismo año detuvieron a 23 bailarinas
extranjeras por carecer de documentos, todas empleadas del table, al igual que
en 2015, cuando aseguraron a otras chicas que bailaban ahí, pero no fue lo peor
que les pasó a éstas, ya que, en 2017, alguien atacó la casa donde vivían.
         Por si fuera poco, en septiembre de 2014, se detuvo a un
miembro del Cártel del Golfo y a un agente federal en activo, señalados como
responsables de varios crímenes, incluido el asesinato de un narcomenudista a
las afueras del table dance. 
Se
creía que estos grupos criminales operaban en el sitio ofreciendo sustancias
ilícitas a los clientes. Además, extorsionaban a los negocios, aunque se habla
del negocio de un funcionario de la entonces Procuraduría.
Antes,
en enero de 2013, fue detenido en ese table dance el canadiense Goldstein
Stewart, de 50 años de edad, acusado de narcomenudista, junto con un mexicano
en posesión de tres armas. Decía ser notable empresario, pero resultó ser
prófugo de la justicia de su país, donde se había adeudado con 600 mil dólares
al Banco de Montreal para saldar una deuda de un millón 600 mil dólares con una
mafia de apuestas por internet.
Todavía,
en 2019, se reportaron tres asesinatos en las afueras del antro, en enero,
marzo y septiembre de ese año.
Estos
eran algunos de los sujetos que frecuentaban el antro Chilly Willy’s de Héctor
Mercado, padre de Estefanía Mercado, y que también fuera propiedad de un
empleado de la Procuraduría y la Fiscalía de Quintana Roo.
La
complicidad de la Fiscalía con este tipo de negocios, no es nada nuevo, pues,
según recién publicó el portal Cambio 22, empresarios del sector nocturno en
Cancún y Chetumal, denunciaron una presunta red de extorsión operada desde el
interior de la dependencia en Trata de Personas, encabezada por Nancy Benítez
Rebollo.
No
obstante, las denuncias también involucran a su círculo cercano, conformado por
Ana Yesenia Gómez Martínez y el agente del Ministerio Público, Ulises Fernando
Euan Loeza, así como al director de la Policía Ministerial, Pedro León Toro
Peña, quien operaría su propia red de cobros ilícitos con base en cateos con
agentes de la Policía de Investigación.
Lo
que es peor, y a nadie extraña, las acusaciones también alcanzan al Fiscal
General, Raciel López Salazar, señalado de proteger a sus allegados e ignorar
los señalamientos en su contra.
Conforme
a la información, las acusaciones apuntan a sistemáticos cobros ilegales disfrazados
de inspecciones y operativos “de rutina” mediante los cuales se amenaza con
clausuras, aseguramientos y hasta procesos por delitos federales si no se
realizan pagos de entre 350 mil y 500 mil pesos, y los que se niegan a
“cooperar” son objeto de redadas, incluso cierre de negocios, sin importar que
cuenten con documentos en regla.
¡Y
esta es la gente que rodea a la gobernadora Verde, Mara Lezama!
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de
ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y
Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia
en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres,
Cursos y Conferencias. 

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