Infierno de Cuba, ¡ajeno a comunismo y embargo!
                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Lo
último de Cuba: Es un aparente principio de guerra de cuarta generación: Están
llamando desde fuera a una rebelión estudiantil contra sus propias
universidades, lo que, supuestamente, maneja un vocero de la Fundación Libertad,
financiada por el presidente argentino Javier Milei y la derecha internacional,
un especialista en injerencia política y agenda de desestabilización sobre gobiernos
de izquierda de toda América.
Con
el supuesto de haber sido el perfil que más posicionó la etiqueta SOS-Cuba
durante sucesos del 11 de julio y un “basta de injerencia contra Cuba, no nos
entendemos”, es lo último que se dijo sobre ese traumático país de
Centroamérica, donde la mentira, represión e historia tienen a su pueblo al
borde de la desesperación.
En
efecto, tras una revolución que encabezó el legendario Fidel Castro Ruz (1926-2016),
quien ejerció el Poder Ejecutivo casi 50 años como primer ministro (1959-1976)
y como presidente (1976-2008), su sucesor Miguel Díaz-Canel, presidente
desde 2019 y primer secretario del Partido Comunista desde 2021 ha convertido la
vida en esa isla en un auténtico infierno.
Múltiples
pueden ser las causas, pero todo se enfoca en un verdadero fracaso de esa
resolución, que no pocos acusan al comunismo, nada más cierto con sólo voltear
los ojos al innegable éxito de esa política, que ha hecho vivir a sus practicantes
en un paraíso, aunque su principal cualidad es una inexistente corrupción. 
Tras
la muerte de Fidel y las esperanzas en su sucesor, su hermano Raúl Castro (hasta
2018) hoy, más que nunca, se observa que el comunismo de China, que practica su
presidente Xi Jinping desde marzo de 2013, a quien precedió Hu Jintao, nada, absolutamente
nada tiene que ver, y el aparente embargo de Estados Unidos, si acaso, algo
nada más.
Hablar
del fracaso y del infierno en Cuba, sólo lo permite el papel del histórico Fidel
Castro y continúa Díaz-Canel, ya que no es posible hablar de la permanente pobreza
extrema, hambre y basura regada por toda la isla, lo que consta a su servidor
tras conocer ese país hace más de 30 años: Nada ha cambiado, sino empeorado.
   Así, para
hablar de proyectos que fracasaron y que cotaron miles de millones de dólares
del pueblo cubano, podríamos empezar por algo histórico, la zafra de la zafra
de azúcar, cuando, de los 10 millones de toneladas que, en 1970, Fidel Castro
proclamó que producirían por ser el “año de la zafra”, el resultado fue de sólo
8.5 millones. 
Y
conste que, para lograr su objetivo, el entonces mandatario demolió extensas
cantidades de tierras y movilizó a la mayor cantidad de gente, incluso fuerzas
armadas revolucionarias, en un proyecto que dejó pérdidas enormes porque la
industria azucarera se paralizó y la economía cayó 20%. 
Pero
la mala administración del legendario hombre también se reflejó dos años antes,
en 1968, cuando durante el llamado “cordón” de La Habana, se realizó una mega inversión
para plantar 19 mil hectáreas de café y árboles frutales alrededor de La
Habana, aunque el resultado fue paralizar el país por tres años con miles de millones
de dólares… y no se recogió un grano de café. 
Por
cierto, el término "cordón" se refería a un conjunto de medidas
políticas y económicas, conocidas como la "Ofensiva Revolucionaria",
que buscaban nacionalizar las pequeñas empresas privadas restantes. 
Otro
fracaso de la política castrista fue entre 1983 y 1992, con la planta nuclear
de Juraguá, donde se invirtieron más de mil 100 millones de dólares en una
planta que nunca entró en funcionamiento, y de la que hoy sólo queda una ciudad
“fantasma”.
Su
construcción se suspendió en 1992 por la incapacidad de Cuba de cumplir con los
términos financieros de Rusia para finalizar los reactores, aunque eso se debió
principalmente a la disolución de la entonces Unión Soviética y el consiguiente
fin de la ayuda económica a Cuba
Muchos
años atrás, en 1961, podemos hablar de la desecación de la ciénega de Zapata, en
un pésimo intento de decepar la mayor humedad del Caribe para convertirlo en
tierras agrícolas. El resultado fue daños ecológicos irreversibles en 61 mil
hectáreas de terreno para siembra de arroz.
El
caso fue que, apenas tres meses después de llegar al poder en 1959, Fidel Castro
anunció su intención de desecar la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del
Caribe insular, que cuenta con un área aproximada de 300 mil hectáreas, unos
175 km y ancho máximo de 58 km. La idea se acarició en Cuba a inicios del siglo
XX. 
El
proceso de desagüe o desecación se inició entre abril y mayo de 1959, previendo
una duración de un año o dos, cuando se pretendían crear canales artificiales
de drenaje para facilitar evacuar las tierras anegadas y aprovecharlas como
tierras de cultivo. 
Por
si fuera poco, sobre el fracaso de Fidel Castro, es necesario abordar el tema
de la flota cubana de pesca en los años 60s, cuando el mandatario “quiso” crear
una flota pesquera moderna con la inversión de millonarias sumas de dinero. El
resultado: Barcos inactivos o vendidos como chatarra.
Aunque
su gobierno compró 10 atuneros japoneses con todo y tripulación, su proyecto,
como tanto otros, no rebasó el lustro de vida. En realidad, la flota fue armada
por los soviéticos a principios de los 70 para restablecer la maltrecha
economía cubana tras una década de fracasos.
A
partir de ahí, la flota de pesca vivió una época de esplendor, llegando a tener
90 atuneros rusos del tipo Tropical, 20 arrastreros por popa españoles
tipo Calsa y 4 buques-fábricas construidos en Alemania Oriental,
además de dos buques-cisterna rentados también a los españoles.
Según
la revista “Mar y pesca”, que editaba un abultado Ministerio de Pesca, la flota
llegó a capturar 100 mil toneladas anuales, pero aquel ejército de barcos se
fue extinguiendo lentamente hasta desaparecer por completo.
Un
antiguo compañero de afanes, Julio Ayón, se dedicó 25 años a la pesca de
altura. Fue oficial de refrigeración del “Río Zaza”, uno de los cuatro
buques-fabricas que llegó a tener la flota pesquera en aquella época, pero las
campañas de pesca duraban de seis a siete meses, sin tocar tierra, con jornadas
de 12 horas, lo que deterioró la salud de tripulaciones. La mayoría de los
hombres, una vez en tierra, padecían de trastornos nerviosos que trataban en
vano de solucionar con alcohol.
Por
otra parte, los soviéticos utilizaban algunos pesqueros en tareas de espionaje
radioelectrónico en el Atlántico Noroccidental, lo que recargaba la faena de
las agrupaciones y les dificultaba cumplir la norma asignada, por lo que, en los
80s, ante la escasez de piezas y de suministros soviéticos, Cuba desguazó más
de la mitad de la flota por reparación costosa.
Muchos
barcos se vendieron a España, como chatarra para acerías. En uno de estos
viajes con chatarra, el viejo buque Guantánamo dio vuelta de campana y de toda
su tripulación sólo sobrevivió uno. Las tripulaciones, tras el desguace, fueron
rentadas a varios países por la firma Antares, que dirigía un capitán de navío después
juzgado por corrupción.
Para
involucrar a Quintana Roo y su entonces gobernador Miguel Borge Martín, que fracasó
en su intento de imitarlo, necesariamente tenemos que hablar del proyecto cubano
“Ubre Blanca”, por allá de los 80s, cuando Fidel Castro ordenó crear una vaca
que diera cantidades masivas de leche. El resultado: La vaca fue un fracaso y
el proyecto sólo se usó como propaganda, mostrando a la vaca como un símbolo de
“superioridad” del régimen.
Curiosamente,
antes de la revolución cubana y de Ubre Blanca, una vaca del país producía
entre 2-3 litros de leche al día (los estándares internacionales estaban
en 16 litros). Si se quería dar un vaso de leche diario a cada niño en
Cuba había que multiplicar varias veces la productividad.
Fidel
Castro impulsó la investigación genética y el desarrollo de técnicas de
producción orientadas a su objetivo, entre ellos meter las cabezas de las
vacas en cámaras de aire acondicionado para estimular su producción láctea. Ubre
Blanca era un cruce entre toro Holstein y vaca cebú en
la Isla de la Juventud y llegó a disfrutar de todo tipo de atenciones: No le
gustaba comer lo mismo todos los días y escuchaba música tropical a través de
la radio.
         De los propios años 80s, viene al caso hablas de los cerdos
colorados castristas, cuando el desaparecido mandatario introdujo una raza de
cerdos con la idea de que serían más productivos. El Resultado: Otro fracaso de
su ciencia. 
¿Y
el embargo estadounidense? Verá Usted. Ningún embargo prohíbe importar comida o
medicinas, y Cuba comercia con más de 180 países, y el dato desconocido, es que,
desde 2000, uno de sus principales socios comerciales es, curiosamente, Estados
Unidos.
En este sentido, no fue el embargo, ni mucho menos la política comunista, fueron proyectos mal gestionados, inversiones fallidas de una sola persona. Si después de todo esto, Cuba está en ruinas ¿todavía podemos culpar al embargo?
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(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
Titulado
como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con
siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y
2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos;
y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75
Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.

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