¿Salvó la SCJN al nuevo Fiscal?
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Resulta
verdaderamente increíble -y lamentable- que hoy, cuando mejor informada debería
estar la población ante el cambio de gobierno en Quintana Roo, es precisamente
cuando menor información se genera por parte de quienes deberían estar
interesados y obligados a hacerlo -para eso les pagan-, lo que obliga a utilizar
más la imaginación, o bien remitirnos a otros medios que demuestran interés en
investigar, entre ellos las redes sociales.
En
este sentido, no pocos se fueron ayer con la finta de un nuevo caso de
impunidad en el caso del ex gobernador Roberto Borge, esto cuando se dio a
conocer que la Suprema Corte de Justicia de la Nación había acordado por
unanimidad el sobreseimiento sobre las acciones de inconstitucionalidad que
promovió la Procuraduría General de la República contra el sistema anticorrupción del Estado.
Conforme
a los medios nacionales, la ministra Norma Lucía Piña Hernández estuvo
encargada de elaborar el proyecto de sentencia, en cuya exposición ante el
pleno de la Corte indicó que la PGR había interpuesto dos acciones que se
acumularon, y de las que únicamente quedaba pendiente de analizar lo relativo
al nombramiento, remoción y ratificación del Fiscal General.
Dichas reglas estaban contenidas en el artículo 96 de la Constitución de Quintana Roo, aunque,
debido a que “el Congreso local (Quintana Roo) decidió modificar dicho precepto, las acciones de inconstitucionalidad 57 y 64/2016 que
promovió la PGR quedaron sin materia.
Como
se sabe, el 26 de junio último, en el marco del “blindaje” al sexenio borgista,
la XIV Legislatura, encabezada por Pedro Flota Alcocer, designó al entonces
procurador general de Justicia, Carlos Arturo Álvarez Escalera, nuevo titular
de la recién creada Fiscalía General, cargo en el que se desempeñaría durante 9
años.
El
11 de septiembre de 2015, a unos meses de cumplir cinco años al frente de la dependencia,
Gaspar Armando García Torres, había decido dejar el cargo tras sonado escándalo
por la difusión del video del asesinato de un taxista a manos del crimen
organizado, ante lo cual dijo pertenecer a una cédula del narcotráfico que
pagaba millones de dólares por “protección” al funcionario.
Irónicamente,
el mencionado crimen, del que jamás volvió a decirse ni averiguarse nada,
ocurrió en la ciudad de Cancún, precisamente cuando el nuevo “flamante” Fiscal
se desempeñaba como Subprocurador de Justicia de la Zona Norte.
Pero,
vaya, éste no ha sido el único sonado, escandaloso caso del que se mantuvo
completo hermetismo y parece estar “archivado” en el olvido, ya que también
incluye el del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel (a) “El Español” que, a
un año de distancia, todo hace suponer que forma parte de las “frías”
estadísticas de la Procuraduría de Quintana Roo, hoy Fiscalía General.
El
asesinato ocurrió el 14 de noviembre del 2015, alrededor de las 23:30 horas,
publicó Noticaribe en ese entonces, en el restaurante de comida uruguaya “El
Emporio”, ubicado en la avenida Carmen Ochoa de Merino, cerca del cruzamiento
del Bulevar Bahía de Chetumal con calzada Veracruz, donde el hoy occiso recibió
dos disparos en el rostro y otros 3 en el hombro.
Durante
la ejecución, donde estaba presente el periodista del Diario de Quintana Roo José
Adrián González Calderón, también falleció el agente de la Policía Ministerial,
Agustín Guevara Martínez, quien recibió 5 impactos de bala calibre 9
milímetros, uno de ellos en la sien izquierda, lo que indica que el sicario era
un profesional porque fue certero y actuó con sangre fría.
Como
era de esperarse, el procurador Álvarez Escalera mantuvo total hermetismo, y
aunque aseguró contar con una “línea de investigación”, nunca la quiso dar a
conocer “para no entorpecer las investigaciones” del doble homicidio, que quedó
asentado -para la historia, ahora vemos- en la carpeta de investigación
2844/2015.
Los
casos de ejecución son múltiples, particularmente en el caso de Cancún, aunque,
también “para la historia” de Quintana Roo, permanece el misterioso crimen de
quien fuera titular de la Dirección de Gobernación, el chetumaleño Isaías
Capeline Lizarraga, a quien ejecutaron a plena luz del día, frente a céntrica
plaza comercial de
esa ciudad hace 4 meses -el 14 de julio
último- junto con su escolta Angel Casillas.
Los hoy occisos, de cuya ejecución tampoco ha vuelto a
decir nada Álvarez Escalera -otra rayita más al “tigre”- viajaban en una
camioneta, en la que un comando les disparó alrededor de una veintena de
balazos con armas de alto poder, en un hecho del que, dijimos entonces, al que
posiblemente más habría calado, además de su familia, era a Roberto Borge,
quien tenía muchos más enemigos que “amigos”.
Dada la manera en que ocurrió la ejecución, la PGR debió
atraer el caso, no sólo por la comprensible desconfianza hacia la Procuraduría
de Justicia del Estado, sino por el tipo de armas utilizadas y los aparentes,
sospechosos motivos que, ante los antecedentes del tema, obligaban a
responsabilizar a la delincuencia organizada.
Sin embargo, a la luz del
sospechoso “silencio” del nuevo Fiscal, uno de los culpables del asesinato de
quien fuera uno de los funcionarios más cuestionados y controvertidos de la
oscura gestión, dijimos, era precisamente el propio Roberto Borge, aunque también
tendría mucho de qué hablar el ex titular de la Secretaría de Gobierno, Román
Quián Alcocer, de quien aquél dependía directamente.
¿Por qué ellos?, nos
preguntábamos. Fácil: Ambos sabían perfectamente a qué se dedicaba realmente
Capeline Lizarraga, muy probablemente bajo sus órdenes, y no precisamente a
trabajos que le correspondían a Gobernación: A investigaciones políticas, por
las que nadie acribilla a alguien, al menos NO en Quintana Roo.
Asimismo, inculpamos al ex alcalde de Benito Juárez, el
priísta Paul Carrillo de Cáceres, quien, desde el inicio de su nefasto trienio,
nunca pudo frenar la ola inseguridad que permea en ese polo de desarrollo
turístico, similar a la que ha rebasado ahora al munícipe “ecologista” Remberto
Estrada Barba.
¿Falta de información? ¿Falta de oficio? ¿Qué ocurre
realmente en la hoy llamada flamantemente Fiscalía de Quintana Roo y su
“flamante” titular? ¿El “silencio” cómplice e incapacidad de investigación
serán sus características de los próximos 9 años?
No lo sabemos, aunque a la luz de los hechos sólo nos
podemos ratificar ¡Pobre Quintana Roo!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
29 años, con más de 39 años como reportero, jefe de información, editor y jefe
de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información de
dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado cuatro libros.
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