¡"Peces gordos” en el caso de Aguakán!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Las
familias ex panistas veracruzanos Yunes Linares y Yunes
Márquez, ahora grandes amigos de los senadores morenistas Adán Augusto López
Hernández y Gerardo Fernández Noroña, son socios de la empresa española
Acciona, a la que la gobernante Verde, Mara Lezama, pretende vender los activos
por la concesión de agua “potable” que le retiraría a Aguakán.
Así las cosas, la mandataria evade expresar su compromiso de
no volver a concesionar o privatizar el servicio en Cancún, Isla Mujeres,
Puerto Morelos y Playa del Carmen, y se lava las manos de la decisión diciendo
que “una mesa de expertos va a decir qué es lo mejor para el Estado”.
Por cierto, la esperada
reunión que sostendría el lunes anterior su gobierno con representantes de Aguakán en
el Centro de Justicia Penal de Quintana Roo, se pospuso para el miércoles, pero
estos últimos no se presentaron, por lo que se no llegó a ningún acuerdo.
Como
publicamos, la empresa Acciona no sólo opera el agua potable en la ciudad de
Boca Del Río, Veracruz, con Grupo CAB ahora sabemos, sino también lo maneja en
las ciudades de Veracruz y Medellín de Bravo, ahora con la empresa Grupo MAS, aunque,
al igual que en Quintana Roo, existen muchas irregularidades y abusos.
Entre
éstos se incluyen suministrar el vital líquido con heces fecales, no demostrar certificado
de calidad del agua y haber dejado sin empleo a más de mil 500 trabajadores del
sistema de agua metropolitano de Boca Del Río y Medellín De Bravo (SAS
Metropolitano) desde hace 8 años, sin que las autoridades hagan justicia, por
lo que se insiste en una revocación leonina.
Conforme
a una publicación del diario capitalino Reforma, con órdenes de aprehensión
contra directivos y socios de Aguakán, el Gobierno de Quintana Roo intenta
despojar de esa concesión de servicio de agua potable y alcantarillado a
Aguakán para obligarla a vender sus activos a Acciona en una cuarta parte de su
valor real.
Así,
a través del desapoderamiento de la concesión, con vigencia de 30 años, por la
que Aguakán brinda el servicio a cuatro municipios, Mara Lezama busca
transferir el negocio a esa empresa española, cuyo presidente es José Manuel
Entrecanales, con un grupo de empresas líderes en energías renovables y
soluciones sostenibles de infraestructuras en más de 60 países y más de 40 mil
empleados.
Sin
embargo, Aguakán se defiende como gato boca arriba y acusa que, a la mala, el
gobierno de Quintana Roo le quiere quitar la concesión de agua potable y
drenaje para traspasarla a Acciona con un simple “quítate tú pa'ponerme yo”,
porque todo hace suponer que para Mara Lezama es mejor seguir haciendo negocio
con el agua
Así,
se confirma que, con órdenes de aprehensión contra directivos y socios, su gobierno
intenta despojar de la concesión a Aguakan para obligarla a vender sus activos
en 4 mil 500 millones de pesos.
Oficialmente,
Mara Lezama asegura que aceptará la propuesta de los representantes de
Aguakán, en el sentido de aceptar la conclusión anticipada de
su concesión, a cambio de una indemnización justa, y que tendrá que ser
un pago justo, porque se pagará con dinero del pueblo.
Para
ese efecto, indicó haber solicitado apoyo a la Federación, a través de
la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para un análisis
financiero que permita determinar el monto justo que se le debe ofrecer a
la empresa privada.
Por
lo pronto, dijo estar en un análisis jurídico con abogados, técnicos,
financieros, en recursos humanos, por el tema Afores, sobre las implicaciones
de la concesionaria, aunque, ante lo delicado del caso, ha sido mesurada en sus
declaraciones, pero sólo basta la opinión de los ciudadanos para entender su
opinión sobre el servicio, que provocó, en una elección, que la mayoría votara
por terminar con ese contrato.
Sin
embargo, con todo y que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló que
al retirarse la concesión a Aguakan no se debe entregar de nuevo a otra empresa
privada la operación del servicio de agua potable, la gobernadora evita expresar
un claro compromiso de no entregarla a una nueva empresa privada.
Titubeante,
busca disfrazar su postura sobre el tema, y asegura que su gobierno no se vende
ni hace arreglos en lo “oscurito”, por lo que es transparente todo el proceso
legal contra esa empresa, en respuesta a lo que la gente quiere, pese a que su principal
asesor pidió a Aguakán la venta de activos a precio rebajado, a cambio de detener
las demandas penales contra sus ejecutivos.
No
obstante, Mara Lezama no expresa algún compromiso de no entregar a una nueva
empresa privada la concesión, pese a que Aguakan claramente señaló que la
intención de su gobierno es traspasarla a la compañía española.
Así,
insiste en que el litigio no es para quitar la concesión para dársela a otro
privado, pero, sobre el futuro del servicio en la Zona Norte, señaló que
realizan un análisis financiero con apoyo de la Federación y una mesa de
expertos para determinar lo mejor para el Estado, con lo que dejó abierta la
posibilidad de entregar la concesión escudada en una recomendación
-No
es quitarles la concesión para dársela a otro privado, en mesas de expertos se
va a decidir lo mejor para Quintana Roo, el objetivo es un buen servicio, a lo
que aspira toda la gente, señaló.
-Hemos
pedido ayuda a la Federación, trabajarlo de manera coordinada, completamente
transparente. Que se decida a través de Conagua, dependencia que nos puede
ayudar a coordinar lo mejor para que el líquido vital llegue a los hogares,
porque el agua es un derecho, comentó.
Concluyó
recordando una consulta popular que muestra el sentir ciudadano y es vinculante:
“No podemos ni queremos ser omisos a un clamor popular, como los oídos sordos
de antes”.
La
pregunta obligada es por qué quiere o gestiona la mandataria que la Comisión de
Agua Potable y Alcantarillado vuelva a proporcionar el servicio a los
involucrados en lugar de revender la concesión a otra empresa privada, en lugar
de lo que dicen las supuestas consultas públicas.
¿Será
por la falta de capacidad, de organización o de honestidad en esa empresa
pública que, en su momento, operó como “caja chica” de gobierno, principalmente
durante el sexenio de Mario Villanueva Madrid?
Además
del pésimo y carísimo mal servicio que los diputados locales se niegan a ponerle
freno, el último caso de deshonestidad en CAPA se detectó en diciembre último,
cuando 4 empleadas nunca bien identificadas por las autoridades desviaron al
menos 22 millones de pesos de la Comisión y de la Dirección de Recuperación de
Adeudos y Ejecución Fiscal, pero sólo fueron dadas de baja.
Sin
embargo, se dijo, aunque nunca se supo más del tema, que, de forma paralela,
enfrentarían procedimientos judiciales, que, al parecer, involucraba a más
trabajadores, pese a que, el 22 de noviembre, a través de un cateo de la
Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción en la paraestatal, se
confirmó el hecho.
La
“investigación” por peculado inició contra empleadas sólo identificadas como
“Lupita”, “Irene”, “Miriam” y “Mónica”, las tres primeras por haber tomado
recursos e invertido en criptomonedas, mientras que la cuarta sería indiciada
por tomarse atribuciones ajenas en la Dirección, formalizar convenios de
liquidación de adeudos y adjudicarse los recursos.
Por
si lo ignoraba Usted, durante el procedimiento se retomaron resultados de
fiscalización concluidas el año anterior por parte de la “honesta” Auditoría
Superior del Estado, cuyo encargado, Hugo Garza Sáenz, confirmó que las
empleadas fueron dadas de baja, aunque se interpusieron denuncias.
Como
es costumbre, con el socorrido pretexto de “la secrecía de la investigación”,
sin embargo, omitió mayores detalles para no advertir a los involucrados, toda
vez que el proceso arrojó que existía más involucrados.
Si
bien el desfalco ascendía inicialmente a 22 millones de pesos, era posible que aumentara
la cantidad, para lo cual continuaba la revisión de expedientes y el ejercicio
fiscal, aunque, presuntamente, la gobernadora Mara Lezama Espinosa estaba
informada e instruyó aplicar la Ley, aunque de eso ella nunca habló.
Como
siempre, su opinión es la mejor, querido lector.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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