¡Las infidelidades de dos gobernantes!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
En escueto comunicado -como era de
esperarse-, el gobernador Roberto Borge puso fin a lo que, hasta antes del
miércoles, no era más que un secreto a voces, pero no dejaba de formar parte de
una serie de rumores sobre su destruida relación conyugal con Mariana Zorrilla
Erales, quien, al menos hasta el momento, sólo parecer ser una víctima más del
ahijado -¿o “títere”?- del paisano cozumeleño de aquél, el ex gobernador Félix
González.
La misiva oficial señala que “de
común acuerdo, han decidido emprender caminos personales separados, puesto que
han culminado un proceso de separación que emprendieron desde hace algunos
meses atrás”.
Según ellos, “con la fuerza que nos
da el respeto y cariño a ambos, el día
de hoy lo hacemos del conocimiento público, con la intención de que se enteren
por nosotros y evitar cualquier especulación en detrimento de nosotros y de
nuestras dos pequeñas hijas. Ha sido una de las decisiones más difíciles de
nuestra vida como familia.
“Estamos convencidos de lo que un
proceso como éste pudiera implicar, pero como adultos consideramos que es la
mejor decisión por el bien de nuestras dos pequeñas hijas, Roberta y Paulina,
quienes, por supuesto, tienen y seguirán contando con el respaldo y amor
incondicional de sus padres. Les agradecemos a nuestras familias y amigos todo
su apoyo y cariño, así como agradecemos su comprensión y el respeto a nuestra
vida privada”.
Si bien el saqueo y corrupción
generalizada fueron factores comunes en las administraciones de Félix y Borge,
no lo fue en el caso de sus respectivas relaciones conyugales, que no sentimentales,
ya que en el caso del ahora senador se le sabía de su permanente adoración por
la diosa Venus, lo que se hizo público a raíz del jamás aclarado asesinato de
la estudiante Mayra Ayuso, su “novia” embarazada.
Sin embargo, a diferencia de
Mariana Zorrilla, la media “costilla” de Félix, María Narcedalia “La Polly” Martín
Villanueva prefirió soportar y callar las infidelidades de su cónyuge, con una
muy meditada y “comprensible” razón, ya que detrás de esa sonrisa pública y
buen carácter, que le hicieron hacerse de una larga lista de comadres y
admiradoras, sólo había intereses personales y conveniencias.
Según documenta la periodista Roxana
Bermúdez Howard, tras el malogrado sexenio -para los quintanarroenses, desde
luego- la ex Primera Dama contaba ¡con 11 propiedades!, identificadas con los
folios 2199, 8255, 11127, 15356, 15504, 15505, 15707, 16139, 16144 y 16610, además
de dos departamentos en el fraccionamiento Lagos del Sol, en Cancún, que le
compró al hotelero Everardo Vara por más de 10 millones de pesos.
Fiel a su costumbre de favorecer a
su familia y amigos, Félix no sólo buscó congraciarse con Narcedalia, sino
también con la hermana de ésta, Sonia Patricia Martín, mejor conocida entonces
como “Dama de los Diezmos”, que, además de éstos, existe constancia en el
Registro Público de la Propiedad en Cozumel de ocho propiedades a su nombre,
registradas con los folios 8253, 8255, 11127, 15504, 15505, 15539, 16139 y
16146.
Los inmuebles están distribuidos en
diferentes ubicaciones de la isla, donde destaca el registrado con el folio
11127, que abarca una extensión superior a una hectárea, 10 mil metros
cuadrados, propiedad que comparte con sus otros tres hermanos, es decir a 2 mil
500 metros cada uno.
Otra hermana de “La Polly”, que
tampoco puede reclamarle infidelidad a Félix González, es Rita Laura Martín, quien
cuenta con siete propiedades con los folios 8253, 8255, 11127, 15504, 15505,
16139 y 16145, así como José Alfredo Martín, el menor, quien laboraba -probablemente
ya no- con el Notario Público número 13 Rubén Barahona López, y contaba con tres
predios filiados con los números 11127, 15504 y 15505.
Con todo, quien realmente se
llevó la batuta entre “Los tentáculos de
Félix González” fue Sonia Patricia, como encargada de recolectar “comisiones”
del 10 al 30%, que pagaban “al Gobierno del Estado” -al menos, en teoría- una
vez que “ganaban alguna licitación de obra o de adquisiciones.
Para darle una idea del millonario
negocio, tan sólo en 2009, según datos oficiales, Félix González otorgó
licitaciones de obra pública por casi 475 millones de pesos, por lo que “su
cuñada” obtuvo por comisión 47 millones. Un año ante, en 2008, se ejercieron
570.3 millones, con “comisiones” por 57 millones.
Para “taparle el ojo al macho”,
Sonia Patricia contaba con nutrido ejército de colaboradores, entre otros Andrés
Canul Novelo, entonces subsecretario Técnico de la Secretaría de
Infraestructura y Transporte (Sintra), quien se encargaba de proporcionar
información sobre las licitaciones en materia de construcción.
El principal
colaborador del ex gobernador, un “odontólogo” que se hizo multimillonario en
tan sólo un sexenio, pero a quien Roberto Borge mantuvo en su despreciable
periodo, fue el también cozumeleño Eliezer Villanueva Lanz, entonces titular de
la Dirección General de Administración, a quien correspondía “canalizar” información
relacionada con la adquisición de productos.
Actualmente
propietario de una serie de negocios en Chetumal, sin embargo, el aún
funcionario amerita tema aparte, ya que, aunque también ocupó numerosas páginas
en nuestro reciente libro “¡Escándalos y ‘danza’ de millones!”, lo importante
del tema de hoy, que requirió desviar un poco la atención sobre el nuevo,
virtual gobernador, Carlos Joaquín González, es la ruptura Borge-Zorrilla.
Así las
cosas, ¿Usted cree que Narcedalia hubiera solicitado el divorcio a Félix
González? ¡Pues claro que no! No así el caso de Mariana Zorrilla, quien se
habría dedicado de lleno a su labor como presidenta del DIF-Estatal, donde
nunca aspiró a alguna posición política, como la frustrada esposa del alcalde
de Cozumel.
Pero vaya,
tampoco es el caso hablar sobre este último tema, ya que habría que cambiarle
nombre a la columna por “Historia de infidelidades” que, como suponía Usted,
también incluiría la vida “sentimental” del hasta hoy alcalde de Cancún, el
también divorciado Paul Carrillo de Cáceres.
Lo cierto es
que, ante el esperado enjuiciamiento de la administración no priísta de Carlos
Joaquín, no pocos le apuestan a un divorcio borgista planeado para enturbiar el
litigio en torno a los sospechosos negocios, propiedades y demás que,
probablemente a nombre del gobernador y su cónyuge -nunca han hablado de
divorcio, sino de “separación”-, se dividirían en caso de haberse casado bajo
el régimen de bienes mancomunados.
Para la
mayoría, su matrimonio resultó particularmente sospechoso, ante la necesidad de
“quedar bien con la sociedad” como futuro gobernador, pero para nadie era un
secreto su relación con la ex diputada federal del Verde “Ecologista”, Gabriela
Medrano Galindo, a quien, inclusive, intentó convertir en candidata a la presidenta
municipal de Benito Juárez. No demorará mucho en que salgamos de dudas.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente desde hace 29 años en Chetumal,
Quintana Roo, y más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de
información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado cuatro libros.
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