Chetumaleños, ¡en el infierno!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Hoy
iniciamos con reciente comentario del colega Raymundo Martín Gómez, quien,
conocido por la dureza de sus cuestionamientos, se refiere a la cárcel de la
capital chetumaleña como galerones “verdaderos focos de infección del
coronavirus, pero además los policías detienen a cualquier persona por sospechosa,
violan sus derechos humanos y nadie les hace nada”.
Lo
anterior viene al caso con el reciente anuncio del gobernador Carlos Joaquín,
en el sentido de que quienes violen las disposiciones en torno al nuevo
“semáforo” rojo, sería multado o, en su caso, enviado a la cárcel municipal en
arresto administrativo hasta por 36 horas.
El tema también involucra necesariamente a
la Comisión Estatal de Derechos Humanos, cuyo titular, Marco Antonio Toh Euán,
jamás ha mostrado un centímetro de sensibilidad o preocupación por el destino
de los que tienen la mala fortuna -merecida o inmerecidamente- de “visitar”
esas pestilentes instalaciones de la carretera a Calderitas.
Conforme
a la columna de “Ray”, un reciente huésped de esa cárcel reconfirmó, al igual
que otros chetumaleños que le acompañaban, haber sido obligados a practicarles
sexo oral a los agentes y además los encarcelaron, todo esto mientras el titular de Seguridad Pública, Alberto Capella, anda dizque previniendo a la gente para que no se contagie de
coronavirus.
Según
el denunciante, el domingo anterior al mediodía, al salir de su trabajo en la avenida
Belice, fue detenido por patrulleros, que lo acusaron de ser sospechoso por
haber cometido algún delito, y esposado lo llevaron a la policía estatal, en la
avenida Insurgentes, donde lo vejaron, amenazaron y encarcelaron.
Fue
certificado por un médico, que le pidió desnudarse, lo obligaron a hacer “agachadillas”
para ver si no escondía algo en sus partes nobles, le tomaron fotos, amagaron
con golpearlo si denunciaba los hechos y finalmente fue ingresado en la cárcel
municipal ubicada cerca de Calderitas.
Puntualizó
que en cada uno de los galerones donde encierran a los detenidos se encuentran hacinados
“teporochos”, gente afectada de sus facultades mentales, ladrones y pandilleros,
y que, incluso, uno de los detenidos defecó y comía su excremento o se lo
tiraba a los demás.
Lo
cierto es que, aunque Usted no lo crea, ese es precisamente el lugar donde
Carlos Joaquín pretende enviar a quienes no respeten el “semáforo” rojo,
suponemos que también a los que no
utilicen “cubreboca” en la vía
pública, a menos que el mandatario haya ordenado acondicionar un inmueble
diferente u ordenado al alcalde de OPB, Otoniel Segovia Martínez, “arreglar” de
última hora la cárcel municipal.
Ahora
bien, el último alcalde que se preocupó por ese horrible sitio fue Andrés Ruiz
Morcillo, en cuyo trienio contaba inclusive con video-cámaras para vigilar el
ingreso de detenidos y evitar corrupción de carceleros y malos tratos, pero eso
se convirtió en historia cuando su sucesor, el mitómano Carlos Mario Villanueva
Tenorio -el mismo que quiere ser diputado federal-, sólo se dedicó a lucrar con
el apellido de su padre.
El
caso es que, como era de esperarse, la conversión de “semáforos”, en vigor
desde este lunes, indignó a más de uno, en parte justificadamente, ya que fue
una despreciable medida selectiva de Carlos Joaquín, a quien nada habría de
criticarle si hubiera sido generalizada para la Zona Norte, donde se ubica el
primero y tercer número de contagios. Chetumal es segundo.
De
acuerdo con la Secretaría de Salud, con 2,826 y 756 casos positivos, Benito
Juárez y Solidaridad puntean el norte turístico, mientras que el sur, de la
Zona Maya, Othón P. Blanco sumaba 1,267 hasta hoy, aunque la velocidad de
crecimiento es del doble en esta región, comparativamente con la primera.
Cierto
que hasta el 29 de junio OPB tenía sólo 532 afectados y hasta ese mes sólo
había 48 casos, cuando Solidaridad estaba en segundo lugar, pero hasta hoy la
diferencia entre ambos ¡es de 511 a nuestro “favor”!, por lo que, dígase lo que
se diga, fue más que certera la decisión de volver al “semáforo” rojo. Ojalá no
haya sido demasiado tarde, y el “niño” se haya ahogado.
Sin
embargo, Cancún es Cancún y, sus 2,826 casos, son prácticamente el doble de OPB
y, contra lo que diga o piense el mandatario, sigue siendo zona de altísimo
riesgo. No por nada los potenciales turistas lo excluyeron de sus planes de
viaje. Carlos Joaquín no entiende que Cancún no es sólo sol y arena.
De
este modo, podemos entender que se diga “castigado” a Chetumal, aunque, o todos
hijos, o todos “entenados”. Nadie quisiera mencionar a la vuelta de unas
semanas el típico “te lo dije”, tal y como ocurrió con su tristemente recordada
ex titular de Comunicación Social, Haydee Serrano, y como ocurre con su
“adorno” en Seguridad Pública.
Por
otro lado, es cierto que son odiosas las comparaciones, pero tenemos que hablar
del caso de Belice en relación con el coronavirus, ya que, aunque parezca
mentira, con sus 367,000 habitantes (Q. Roo tiene 1.5 millones, y OPB, 224 mil
080 hasta 2015), ese país sólo tenía ¡24 contagios y 2 fallecidos! hasta el 1
de Julio.
¡Ah!
Pero vea Ud. otra diferencia: Belice impuso sanciones de tres meses a tres años
de prisión y de 50 hasta 300 días de multa a quien violara el toque de queda y
las disposiciones sanitarias. ¿Doloroso? Desde luego, pero Belice ocupa el
puesto 194 de países respecto a los casos de Covid-19.
Otra
diferencia con ese país, es que el primer ministro, Dean Barrow, sigue de cerca
la situación, mientras continúa coordinando las acciones del personal de salud
de todo el país. No se conforma con leer boletines mal redactados para ser
repetidos mil veces por sus corifeos.
Por
si fuera poco, ante la situación por COVID-19, desde junio Belice actualizó las
medidas para evitar el riesgo de propagación, entre las que destacan:
1.
Los puertos de entrada al país permanecen cerrados, excepto vuelos de carga
comercial, buques con carga comercial, vuelos de mensajería (FEDEX, DHL),
autorizados por el Ministerio de Salud y otros de emergencia aprobados por la
autoridad correspondiente con aval del Departamento de Aviación Civil.
2.
No se permite la entrada al país de nadie, excepto ciudadanos beliceños o con residencia
permanente que regresan con prueba de haber recibido atención médica urgente; personas
con ciudadanía beliceña o residencia permanente, de quien se requiera su
presencia en el país para asistir al personal de salud; y estudiantes beliceños
o residentes.
Cualquier
persona calificada para ingresar deberá solicitar al Ministerio de Relaciones
Exteriores o al consulado o embajada de Belice más cercano el permiso de
ingreso antes de llegar a cualquier puerto de entrada. Quienes lo obtengan
deberán permanecer en cuarentena obligatoria inmediata bajo la dirección del
Ministerio de Salud y se les hará prueba de COVID-19.
Se
impuso toque de queda en todo el país: Para adultos, de domingo a jueves de 8
pm a 5 de la mañana; los viernes y sábados, de 9 pm a 5 de la mañana. Para
menores de 16 años, el toque de queda será de 6 pm a 8 de la mañana. Podrán
salir durante las siguientes horas, pero estar acompañados por sus padres o
guardián: De 5 am a 8 pm todos los días.
De
domingo a jueves, de 6 pm a 8 pm, y los viernes y sábados, de 6 pm a 9 pm. Ninguna
persona debe estar en las calles o en ningún lugar público ni en ninguna vía
pública durante el toque de queda. En horarios fuera de éste sólo se podrá
circular para comprar artículos esenciales, atención médica o veterinaria, emergencias,
las personas que se dedican a una actividad esencial.
También
pueden hacerlo las personas que participan en cualquier otra actividad
permitida bajo las regulaciones, pero es obligatorio usar cubrebocas en el
transporte público.
Si
se tiene planeado un viaje a/o desde Belice, se sugiere consultar con la
aerolínea el estado de sus reservaciones. Se recomienda consultar la alerta de
viaje que la Secretaría de Relaciones Exteriores publicó para informar sobre el
coronavirus. En caso de requerir asistencia o protección consular inmediata,
ponerse en contacto con la Embajada de México en Belice.
Con
anterioridad, a partir de mayo entró en vigor, por 60 días, un estado de
emergencia que impuso toque de queda desde las 8 pm hasta las 5 am a los
adultos, y de 6 pm a 8 am a los menores de 16 años.
Ignoramos
a cuántos irresponsables se envió a la cárcel o el estado de las celdas, pero
el caso de contagios no ha variado, como podría ocurrir en Chetumal, donde la
cárcel podía convertirse en arma de doble filo, donde, conforme a la
experiencia diaria y según escribió Raymundo, la policía arresta a cualquier
persona que les parezca sospechosa, la golpean y llevan a certificar en el
edificio de la Insurgentes.
El
último afectado denunció que los detenidos están en grupos de 60 o más
personas, algunos con síntomas de coronavirus y deben pagar una multa de cinco
mil pesos o soportar 36 horas de encierro, mientras Alberto Capella dice que
por orden de Carlos Joaquín tomará medidas más drásticas contra la gente ante
la propagación del virus.
Respecto
a otras entidades, la Suprema Corte de Justicia pospuso la reapertura de las
actividades económicas en Cuernavaca, Morelos, debido a que el semáforo sigue
en rojo, esto a petición del gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien presentó dos
controversias constitucionales, mismas que se admitieron, además de haberse
frenado también la reapertura de Cuautla.
Nuevamente,
la Corte interviene en apoyo del interés general, contra el interés empresarial
-al que defiende Carlos Joaquín- , en este caso porque el gobierno de Morelos
alegó que los Ayuntamientos no cuentan con facultades para considerar que se
regrese a las actividades, luego de que el 16 y 21 de junio acordaron la
reapertura, “pero deben acatar las medidas de salud establecidas por la Federación
y el Estado.
¿Ahora
se entiende por qué Quintana Roo está en amarillo para la región empresarial, y
en rojo para la región maya?, pero “la culpa no es del indio, sino del que lo
hace compadre”, lo que NO es una invitación abierta a discriminar al indio,
sino sólo a recordar la proximidad de las elecciones.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 43 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex
gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de
ellos pendiente de publicar.
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con cinco Diplomados, dos de
ellos en materia de Juicio de Amparo, Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La
Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos
Humanos, así como con más de 20 Seminarios, Talleres y Cursos diversos.
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