Caso Trump, ¡dolorosa lección para AMLO!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
El
ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se presentó para quedar
fichado como imputado por su supuesto intento de alterar los resultados de las
elecciones de 2020. El ex mandatario del otrora país más poderoso del planeta llegó
a Atlanta para entregarse a las autoridades y ser procesado en la cárcel del
condado de Fulton.
Con
esta verdadera noticia nos despertaron la semana anterior los medios nacionales
y extranjeros, aunque en Quintana Roo y en todo el país parece no haber
impactado, no sólo pese a tratarse del primer caso en Estados Unidos, sino por
las implicaciones que tiene para con México, sobre todo en tratándose del
representante de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Para
buena fortuna de el también empresario norteamericano, que debió depositar una
fianza de 200 mil dólares para evitar estar tras las rejas, es que hasta el
jueves último ha logrado recaudar más de 7.1 millones de dólares tras ser
fichado en la cárcel del condado Fulton en Georgia por planear ilegalmente la
anulación de los comicios de 2020 en ese Estado.
Además,
se convirtió en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos al que
le toman una foto de ficha policial, pese a que en su operación política se habían
gastado decena de millones para su defensa, lo que Trump describió como una “terrible
experiencia y que no fue una sensación cómoda posar para una histórica foto de
ficha policial”, aunque su equipo de campaña aprovechó de inmediato la fuerza
recaudadora de la imagen.
En
cuestión de horas, el equipo de campaña anunció tras la presentación que ya
estaba a la venta una nueva línea de productos con la imagen: Primero playeras
y después fundas para latas de cervezas, pegatinas para vehículos, un cartel
firmado y tazas.
Como era de esperarse, a lo largo del camino de
Trump hacia la cárcel, los residentes negros de Atlanta mezclan indignación con
orgullo.
El
ex presidente es acusado de haber conspirado para anular las elecciones de 2020 en Georgia. La ruta de su
caravana desde el aeropuerto de Atlanta hasta la cárcel del condado de Fulton lo llevó a través del corazón de
vecindarios predominantemente negros con un papel recurrente en la lucha por
los derechos civiles de la nación.
Para
algunos, ver a Trump obligado a someterse al proceso de reserva les pareció una
victoria en la batalla continua sobre si los votantes negros tienen la misma
voz. Sus esfuerzos por “encontrar” suficientes votos fraudulentos para
anular las elecciones, dijeron estas personas, se sintieron como un intento de
privación de derechos que se remontaba a la era de Jim Crow.
(Las
leyes Jim Crow fueron unas leyes estatales y locales en los Estados Unidos,
promulgadas por las legislaturas estatales sureñas, las cuales eran dominadas
por los demócratas después del período de Reconstrucción entre 1876 y 1965)
La
afirmación frecuentemente repetida, pero infundada, del ex presidente de que
las elecciones fueron robadas, se basa en sus acusaciones de fraude electoral
generalizado en ciudades con grandes poblaciones negras como Filadelfia,
Detroit, Milwaukee y Atlanta.
Pero
vaya, aquí lo verdaderamente importante y su relación con México es que,
sexenio tras sexenio, se han dado casos de fraude electoral en todos los
niveles y nunca ha intervenido ninguna autoridad, y conste que ni siquiera
cuando tres veces ha estado la oposición en el poder. Ni PAN, en dos ocasiones,
ni Morena.
Y
conste que no se trata de ser oficialista u oposición, pero es más marcado el
último caso, ya que son de todo mundo conocidas las denuncias de López Obrador
contra todos los ex presidentes nacionales del PRI y del PAN, principalmente
contra Felipe Calderón, Vicente Fox y Carlos Salinas, con pruebas que son más
que evidentes para el más novato de los litigantes.
Hasta
hoy nos preguntamos qué espera el mandamás federal para interponer una denuncia
contra cualquiera de ellos, sobre todo cuando sobran las pruebas en su contra
y, sabemos, los representantes de la Fiscalía General están de su lado. Su
sexenio culminará el 1 de octubre de 2024, dos meses antes de lo acostumbrado,
o sea en poco más de un año.
No
creemos que espere hasta el último momento para tomar medidas concretas o que
quien se encargue de ello sea su sucesor, o sucesora -aseguran que la “elegida”
es Claudia Sheinbaum, aunque es posible que Calderón, Fox y Salinas la libren
este sexenio, al igual que muchísimos ex colaboradores suyos, señalados con
múltiples actos de corrupción, inclusive la propia panista Xóchitl Gálvez.
Creemos
que López Obrador ya hizo historia como Presidente de la República, pero podría
hacer más si se convierte en el primero en enjuiciar a un sucesor suyo, o
¿acaso preferirá hacer historia dejándole la estafeta -o quizá la tarea- a una
mujer?
¿Cuál
es la referencia que dejará a las futuras generaciones, sobre todo a los
estudiantes y egresados de la carrera de Derecho? Que en México de nada sirven
las leyes y que la Constitución está muy bonita… desde lejos.
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 46 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores
y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos
pendiente de publicar.
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de
ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y
Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia
en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres,
Cursos y Conferencias.
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