Corrupción de Félix González, ¿extraviada en PGR?
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Hablar de asquerosidades,
corrupción e impunidad en Quintana Roo obliga necesariamente a recordar a los
ex gobernantes priístas, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, éste en
la cárcel pagando parte de su culpa, no así el primero, al que, inclusive, el
PRI fue capaz de invitarlo a ser candidato a la presidencia municipal de su
natal Cozumel.
Claro, sin necesidad política, y menos económica, Félix
González (2005-2011) rechazó la propuesta, sobre todo ante la posibilidad de buena
memoria de los quintanarroenses y sabedor de su oscuro pasado, con cientos de
“trapos sucios” que, todo hace suponer, le perdonó la entonces PGR -o se hizo
de la “vista gorda”-, ante la ayuda y entonces fuertes intereses de empresarios
yucatecos, como veremos más adelante.
Lo cierto es que entre los municipios más afectados por el
ex mandatario se incluye la entonces alcaldía de Cozumel, Tulum, denunciado por
la agrupación “Somos Tus Ojos” a través de su fundadora, la periodista Fabiola
Cortés Miranda, aunque su expediente y contenido duermen hasta ahora el sueño
de los justos.
Hoy
en día, Tulum, convertido en municipio en 2008 por cambios de su Plan Maestro de
Desarrollo, orquestados precisamente por Félix González, se convirtió en
paraíso de inmobiliarias, yucatecas principalmente, con terrenos anárquica e
irregularmente transferidos por Félix González y Roberto Borge.
Peleado
con uñas y dientes en campaña por su alcalde, Diego Castañón Trejo, quien busca
la reelección con Morena, así como Jorge
Alberto Portilla Mánica (MC), Magali Dzib Raigosa (PAN), Jessica
Beatriz May (MAS) y Norma Antonia Cruz (PRD), mientras el actor convertido en
político, Roberto Palazuelos Badeaux, pretende ser senador
con MC, seguramente todos ignoran o les vale la realidad de Tulum.
El
caso es que, desde 2008, cuando nació como municipio, miles de construcciones
lujosas y colonias irregulares han arrasado dunas, manglares y arrecifes a un
ritmo acelerado en límites y entrañas de sus áreas naturales protegidas, donde
cada propietario y constructor explota la selva a costa de sus propios sueños o
intereses, y con ello, elevan la población, plusvalía de la tierra, visitas
turísticas e intervenciones en playas.
De
acuerdo con el portal Fokus, a lo largo de Tulum hay máquinas desmontando dunas
costeras y selvas; manglares secos y llenos de basura con carreteras a un
costado y, a la par, anuncios de megaproyectos inmobiliarios.
Ya
dentro del “Parque Nacional”, el área natural protegida, hay hoteles con obras
nuevas o en remodelación. Se amontonan autos, motocicletas y bicicletas junto a
los humedales. De igual manera, en los límites de la Reserva de la Biósfera de
Sian Ka'an, comienza un arribazón de clubes nocturnos. Parece turismo
inofensivo si no fuera por sus millones de visitas anuales.
Su
mancha urbana se extiende día a día como paraíso inmobiliario cuyos cimientos
se han levantado mediante presuntas irregularidades e ilegalidades. Año con año
se acumulan expedientes contra los sectores público y privado, así como ejidos,
mientras su infraestructura social y acceso a servicios públicos no está
garantizada para los más de 46 mil habitantes fuera de los desarrollos
inmobiliarios.
En
los últimos años las construcciones crecieron más de 4,000%, con lo que el 67%
del agua se concentra en tres mega desarrollos hoteleros, mientras un presidente
municipal explotaba un cenote en 2018 vía familiares y ex funcionarios. Todos
quieren una parte del paraíso.
Hasta
ahí las cosas, el portal Lector mx publicó que el 14 de septiembre de 2018 se
interpuso ante la PGR una denuncia contra el entonces senador Félix González
por el remate de 165 predios patrimonio del Estado, entregados a empresarios,
funcionarios y otros, en la mayoría de los casos, a precios subvaluados.
Acompañaron
la denuncia tres anexos con 156 hojas con detalle de los predios, en los que figuran
inmuebles de Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Cozumel e Isla
Mujeres.
La
prescripción de delitos se interrumpe mientras el acusado goza de fuero
constitucional, por lo que la denuncia debió investigarla la PGR en virtud de
que González Canto concluía su encargo en abril de 2011, aunque en septiembre
de 2012 asumió el de Senador y seguía gozando del privilegio.
El
“modus operandi” de la venta de predios de su sucesor Roberto Borge
(2011-2016), sólo representó la continuidad ilegal del proceso de
desincorporación de terrenos de alta plusvalía que comenzó con Félix González,
principalmente el desarrollo turístico inmobiliario Mayazama de Tulum, inicialmente
llamado Down Town Tulum, aunque obligado a cambiar de nombre debido a la
oposición que generó entre grupos ecologistas.
Lo
cierto es que fueron sexenios en los que la valiosa tierra de Quintana Roo,
donde se ubican los destinos turísticos del Caribe, se vendió y remató a través
de un esquema totalmente discrecional y sin apegarse a la Ley del Patrimonio
Inmobiliario del estado. Si el remate de predios de Roberto Borge resultó
escandaloso, el de Félix González lo supera en terrenos y plusvalía, así como
en el nombre de involucrados, varios de ellos repetidos con Borge.
Uno
de los más grandes negocios de Félix González fue la entrega de 352 hectáreas
(tres millones 522 mil m2) a un grupo de empresarios, entre ellos “prestanombres”,
además de un personaje vinculado directamente al yucateco Emilio Gamboa Patrón,
con estrecha amistad con el entonces titular de la PGR, Raúl Cervantes Andrade:
Emilio Díaz Castellanos.
Como
gobernador, Félix González cedió a un grupo de empresarios yucatecos 352
hectáreas de las 500 que tenía bajo su tutela el entonces Inviqroo, 31 de ellas
con casi un kilómetro de playa, propiedad de la Universidad de Quintana Roo.
Sobre
esa extensión se construyó uno de los más grandes desarrollos
turísticos inmobiliarios, Mayazama, cuya primera fase ya estaba vendida y
habitada, como uno de los desarrollos más controvertidos.
Las
321 hectáreas que Félix González cedió a través del IPAE, las entregó a un
precio subvaluado y pagado en cómodas mensualidades.
A
través de la escritura pública 22824, de 31 de diciembre de 2007, ante el desaparecido
notario 5 chetumaleño Reynaldo Vanegas Marín, se conocen los antecedentes de un
negocio turbio en el que están involucrados, además de los ex gobernadores,
empresarios como Díaz Castellanos y otros más como Rodolfo Rosas Moya -también
socio y prestanombres de ex gobernadores-, Emilio Heredia Lima, y los hermanos
Francisco Javier y Francisco Evadio Garibay Osorio, este último ex titular del Inviqroo
con Joaquín Hendricks, así como titular del IPAE los primeros meses del sexenio
de Félix González.
También
eran parte de la sociedad Oswaldo José Millet Palomeque, María Isabel Mantecón
Ponce, Juan Enrique Cámara Solís, Manuel Jesús Palma Rodríguez, y Katinka María
Kelleher Vales.
En
el Antecedente séptimo de la escritura pública se lee que el 22 de septiembre
de 2006, el IPAE enajenó a favor de Mayazama un terreno de 3 millones 211 mil
312.90 m2, marcado lote 001 de la manzana 001 de la supermanzana del polígono 4
de la entonces alcaldía.
El
precio pactado fue de 208 millones 738 mil 592 pesos, o sea a unos 15 pesos m2
de un terreno donde se proyectaba exclusivo y lujoso desarrollo turístico
inmobiliario, donde poco después el metro cuadrado se vendía en unos seis mil
pesos.
Pero
la oferta no sólo estaba en el precio, sino también en su forma de pago: El
predio que González Canto vendió a Mayazama fue pagado a plazos en cinco años,
pero se extendió con Roberto Borge.
A
las más de 321 hectáreas “vendidas” a Mayazama, se agregan las 31 hectáreas,
entonces patrimonio de la Universidad, y que Félix González decidió regresar al
IPAE para venderlas a Mayazama.
En
el Contrato de transmisión de propiedad de bien inmueble y sus derechos
litigiosos, firmado el 22 de febrero de 2008, entre el entonces rector de la Uqroo,
José Luis Pech Várguez, ex senador de Morena, ahora de MC, se hizo efectivo el
contrato de diciembre de 2007, mediante el cual éste aceptó regresar al IPAE el
terreno que el entonces gobernador Mario Villanueva Madrid le entregó por
decreto de 30 de abril de 1997.
Múltiples
caminos se bifurcan en los negocios de Félix González y los empresarios y
políticos yucatecos. Los nombres se repiten en nuevas inversiones y
desarrollos, que van de Quintana Roo a Yucatán, en diferentes empresas y
proyectos, aunque los apellidos son los mismos.
La
denuncia contra el ex mandatario es extensa e incluye más nombres,
principalmente de empresarios y políticos yucatecos, aunque, por respeto al
tiempo y paciencia de nuestros lectores, emitiremos una segunda parte en
nuestra siguiente colaboración, mientras los políticos siguen peleando el poder
en Tulum…, únicamente eso ¿Verdad?
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores
y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos
pendiente de publicar.
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