Ir al contenido principal
Polémica de la UQROO, ¿fabricada?


                                     Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Tan sólo superado por la polémica preelectoral de la candidatura del PRI a la gubernatura del Estado, el caso de la carrera de Licenciatura en Seguridad Pública de la Universidad de Quintana Roo fue el que mayor ámpula levantó la semana anterior, luego de que el titular de la Secretaría del ramo, Juan Pedro Mercader Rodríguez, la calificara como “inservible”.
En efecto, para el funcionario, la mencionada especialidad, creada en septiembre de 2005 como solución a la corrupción y falta de profesionalismo de los policías, imperante desde ese entonces, sólo serviría prácticamente de adorno, toda vez que el 80% de sus egresados reprueban los exámenes de Control y Confianza, por lo que no pueden ingresar a las corporaciones.
A decir de quienes redactaron esa declaración “palabras más palabras menos”, lo anterior representó “una tremenda exhibida” para la UQROO, cuyo Rector, Angel Rivero Palomo, por cierto, no dijo “esta boca es mía” en torno a esa carrera, creada durante el periodo de José Luis Pech Várguez (2005-11)
Inexplicablemente, Mercader aseveró que son frecuentes las quejas de los egresados de la Licenciatura, supuestamente por estudiar cuatro o cinco años para nada, “ya que al salir las puertas de las policías están cerradas”.
         No obstante, aclaró que ése no es problema de la Secretaría, sino de la propia Universidad, ya que, por ley, quien aspira a un puesto como policía debe acreditar los exámenes de confianza, aunque hasta hoy es un misterio que él mismo los haya aprobado pese a carecer del más mínimo conocimiento sobre la actividad policiaca.
         Más aún, ignorante de lo más elemental sobre la carrera, se atrevió a “sugerir” a las autoridades de la UQROO mejorar los filtros de ingreso a la carrera, incluso aplicarles los mencionados exámenes a los aspirantes desde su ingreso, a efecto de asegurar su integración a los cuerpos policiacos ¡desde antes de estudiar la carrera!
         Luego entonces, nos preguntamos, ¿Para qué estudiar la Licenciatura si de antemano han asegurado su ingreso a Seguridad Pública? ¿Será, inclusive, perjudicial para sus aspiraciones su paso por la Universidad? ¿Habrán sido tan torpes los que proyectaron esa licenciatura, avalada en 2008 por el propio Consejo Universitario?
         Las interrogantes son muchas y variadas, sobre todo si consideramos que apenas en enero del 2014 el Ayuntamiento de Solidaridad firmó con la Universidad un convenio para la creación de la Licenciatura en ese municipio -¿más funcionarios topes?-, mientras que en diciembre último 32 alumnos de la especialidad fueron felicitados por personal de la Policía Federal e invitados de manera personal para incorporarse a la institución ¿Más torpes aún?
Única institución universitaria en ingresar a la Sala de Crisis del Comisionado Nacional de Seguridad, los estudiantes demostraron su nivel de profesionalización  y pusieron a prueba sus conocimientos al resolver casos ficticios en la materia, además de visitar el Centro Nacional de Atención Ciudadana, adscrito a la oficina del Comisionado de la Policía Federal, donde recibieron conferencias de especialistas de las Divisiones de Antidrogas y Lavado de Dinero.
Parte de la División de Ciencias Sociales y Económico-Administrativas de la UQRO, la Licenciatura tiene por objeto la formación de profesionales en el ámbito de seguridad pública con una visión integral de derechos humanos, ética pública y seguridad ciudadana con capacidad analítica y crítica para elaborar y operación programas de atención a las necesidades comunitarias en la materia, con capacidad de diseñar alternativas de intervención en problemas de seguridad pública a nivel regional, nacional e internacional.
Ahora bien, los aspirantes a la carrera deben ser bachilleres, haber cubierto todas las materias y presentar el certificado de estudios, así como tener capacidad de abstracción, análisis y síntesis; interés por el estudio de las disciplinas sociales; habilidad para la lectura, y manejo correcto del idioma español en forma oral y escrita.
Seguramente ignorado por Mercader, quien dice que Rivero Palomo engaña a los estudiantes al “venderles” la idea de que tendrán amplio campo de trabajo al titularse, éstos pueden desempeñarse en instancias oficiales y privadas, así como de tipo social, en puestos de coordinación y operación de oficinas de seguridad, y conformar grupos de trabajo en áreas diversas.
Asimismo, en instituciones involucradas en seguridad pública, como agentes municipales y federal en coordinación de grupos; Procuradurías estatales y federales (en áreas periciales, de formación y capacitación profesional, investigación profesional); instituciones de seguridad pública (con diagnósticos, y programas de prevención delictiva); ámbito académico (investigación); prevención y readaptación social y menores (administración de centros de internamiento de adultos y menores); iniciativa privada (asesores); capacitación de instituciones educativas; y consultoría en materia de seguridad pública.
La lista es larga y, de hecho, frente a las estadísticas que “maneja” Mercader, quien dice que lo anterior “resulta una gran mentira pues ocho de cada 10 son rechazados por estas corporaciones”, de los hasta hoy 167 egresados de la carrera sólo alrededor de una docena no se ha incorporado a las áreas propias de la carrera, pero sólo algunos están desempleados.
Y era de esperarse, ya que, ante la falta de opción de la Policía Estatal, han sido contratados, entre otros, en las policías judicial y municipal preventiva, así como en Migración, PGR, Ejército y Marina, mientras otros más de desempeñan en policías privadas, como coordinadores de área.
¿Habrá investigado Mercader esta información al opinar que es preferible cerrar la carrera “porque les están dando gato por liebre a los estudiantes de Seguridad Pública”, y sufren las consecuencias demasiado tarde?... o alguien le puso datos y palabras en la boca.
Ser Licenciado en Seguridad Pública, como actualmente aspiran cerca de 160 jóvenes, es más que ser policía y, sin ofender a quienes lo son, es contar con mayores y mejores herramientas en la materia en apoyo de la población, ya que lo que aprenden es co-no-ci-mien-to que, dicho sea de paso, no se incluye en el examen de control y confianza, donde tampoco se evalúan habilidades, de manera que no existe tal fracaso.   
En efecto, los exámenes del C-3 jamás ponen a prueba sapiencia o habilidades de los aspirantes. Son estrictamente de tipo subjetivo, psicológicos y médicos, esencialmente, en tanto sólo tienen validez de dos años, por lo que, de resultar reprobados en primera instancia, se pueden intentar de nuevo.
Irónicamente, Mercader dice que existen mil vacantes en las diversas corporaciones de la entidad, y que no se han cubierto por el examen, por lo que, nos preguntamos ¿De dónde pensará sacarlos? ¿Con alguna “varita”  mágica? O bien es el perfecto pretexto para justificar su fallida estrategia en materia de prevención.
Para agravar el caso, el titular de la Policía Municipal Preventiva, Didier Vázquez Méndez, informó apenas ayer que han comenzado a sufrir problemas por falta de agentes, ya que más de 15 renunciaron en la primera quincena de este año, varios de ellos para viajar a Canadá, donde ofrecen mejores condiciones laborales y salariales.
Concluyó que la corporación cuenta con 70 cadetes de la Policía Acreditable, pero carecen de la misma formación, experiencia y desempeño que un elemento que trabaja en la calle. Otro punto más a favor de los egresados de la Licenciatura en la UQROO.
En síntesis, lo más probable es que los ascos contra la Licenciatura son “fuego amigo” contra Rivero Palomo, o bien cobro pendiente de “facturas”, ¡Vaya Usted a saber de quién!

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo, con más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

luancaba@hotmail.com                                                      leg_na2003@yahoo.com.mx                                 
luancaba.qroo@gmail.com                 
http://facebook.com/luisangel.cabanas            luisangel.cabanas@facebook.com                                
@legna2003                                                                 
http://luisangelqroo.blogspot.mx

Comentarios

Entradas populares de este blog

  ¡Inseguridad, corrupción y pésimas alcaldesas!                                                                                     Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          No cabe duda que, lamentablemente, nos estamos “acostumbrando” a los graves males que azotan a nuestra sociedad, aunque, en algunos casos, se deba a falta de información, o bien, en el peor de los casos, por resignación, lo que se podrá constatar en las próximas elecciones, cuando, entre otros, la inseguridad y la corrupción dejen de valorarse, al menos, frente a dos alcaldesas de Morena que buscan la reelección en Quintana Roo.          En efecto, se trata de Yensunni Martínez Hernández y Ana Patricia Peralta de la Peña que, además de incompetentes, son dos pésimas administradoras, así como marrulleras, en Othón P. Blanco y Benito Juárez, respectivamente, aunque, para su buena fortuna, ambas gozan, por lo menos, del “calor” de la gobernadora verde-morenista Mara Lezama.          En cuanto a la ignorancia de la
¡Récord en la “antesala” de gubernaturas!                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO* Al igual que cada año electoral, los funcionarios de elección popular, hambrientos de poder o acostumbrados a él, buscan repetir en el cargo o bien buscan uno nuevo, aunque no sea éste de mayor jerarquía, lo que, para bien o para mal -porque en ocasiones sirve para castigar los malos desempeños-, autorizan y formalizan las propias leyes en la materia. Así, se suelen ver en las campañas, o desde antes de éstas, una lista de nombres conocidos que, en algunos casos, como bien dice un hermano nuestro, no deberían gritarles a los cuatro vientos lo que prometen hacer, sino mejor recordar lo que han hecho, bueno, si es que hicieron algo digno de recordar. En el caso que nos ocupa son los gobernadores que, en su mayoría, cumplieron todo un sexenio con múltiples oportunidades de hacer cosas buenas para sus gobernados, amén de que ejecutar
  ¿Nuevo “cártel” en Quintana Roo?                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          Aunque los organismos de seguridad admitían inicialmente que en Cancún “sólo” operaban los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Pacífico, Sinaloa, del Golfo, los Pelones, los Bonfiles, los Zetas Vieja Escuela y los Rojos -alguno desprendidos de cuatro “grandes” de la Península-, ahora resulta que se suma uno más a la lista: “La Barredora”. El Cártel de Caborca, que domina Chetumal -lo comandó  Rafael Caro Quintero (fundador del extinto  Cártel de Guadalajara ), cuando concentraba sus trasiegos de droga en el municipio fronterizo de  Caborca -, se cuece aparte. Tiene una disputa con la célula de Los Salazar, brazo armado del  Cártel de Sinaloa , en rutas de tráfico de fentanilo y metanfetamina. ​ Así, se decía que, en la Península, “sólo” operaban al menos cuatro cárteles del crimen organizado dedicados al narcomenudeo de dro