¡Tercero en discordia en Q. Roo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Ante la muestra, cada vez más contundente, en el sentido de que
es prácticamente imposible la concordancia política interna en el PRI, se
confirma que la candidatura para la gubernatura de Quintana Roo no recaería en
ninguno de los dos supuestos “grandes” aspirantes: El diputado federal José
Luis Toledo Medina y el ahora ex subsecretario federal de Turismo, Carlos
Joaquín González.
En efecto, tras nominar al odioso senador Omar Fayad Meneses
-por aquello de su controvertida iniciativa sobre los “ciberdelitos”- como su
candidato formal a la gubernatura del Estado de Hidalgo, al dirigente del CEN
priísta, Manlio Fabio Beltrones, se le complicaron las cosas en la designación
del último aspirante de los 12 que estarán en pugna en junio próximo.
Así, pese a que en teoría no se le han agotado los tiempos
formales, el sonorense se estancó en lo que parecía cuestión de tiempo en
Quintana Roo, sobre todo por la abierta intromisión de cada vez mayores,
cerrados intereses en que alguno de los dos “gallos” sea finalmente el
bendecido por el llamado “altar mayor”.
En este sentido, para nadie es un secreto que quienes están
realmente detrás de esta circunstancia -y lo estuvieron desde un principio- son
el titular de la Secretaría de Energía, el ex gobernador cozumeleño Pedro
Joaquín Coldwell, y el actual mandatario de la entidad, Roberto Borge, el
primero de ellos medio hermano de Carlos Joaquín.
Uno de los principales factores contra las aspiraciones de
Toledo Medina, quien, por lo menos, ha demostrado saber “moverse” en la Cámara
de Diputados, donde ha presentado dos iniciativas de ley -¡cómo ha de
envidiarlo desde el Senado el ex gobernador Félix González!- es su manifiesta
inmadurez e inexperiencia políticas, ya que aunque recién coordinó la
diputación local, la opinión generalizada es que se trata de un “político de
sexenio”.
Al ex alcalde de Solidaridad, a Carlos Joaquín, por su
parte, se le identifica por su abierta enemistad con Roberto Borge, lo que data
desde el proceso anterior interno para la gubernatura, donde ambos, siendo
legisladores federales, pelearon por la nominación ante Félix González, aunque
el derrotado playense amarró jugosa “negociación”.
Su
cada vez más posible descalificación significaría para Pedro Joaquín su tercer
descalabro político familiar consecutivo, el primero de ellos con su hermana
Addy Joaquín Coldwell, presidenta del DIF-Estatal cuando
gobernó Quintana Roo, aunque aquélla también ocupó el cargo a nivel municipal durante
la gestión de su esposo Edmundo Fernández Meza como alcalde de Benito Juárez.
En
1997 la cozumeleña fue electa diputada federal para la LVII Legislatura, y un
año después resultó derrotada como precandidata a la gubernatura por Joaquín
Hendricks Díaz, aunque nuevamente intentó competir en 2005, pero, al considerar
que faltaba equidad en el proceso interno del PRI, renunció a éste y la postuló
la coalición PAN-Convergencia, con la que obtuvo el 22% de los votos y quedó en
tercer lugar.
Hasta lo que se supo de ella en la actividad política, en
2006 resultó “electa” diputada federal plurinominal por el PAN para la LX
Legislatura del Congreso, misma que concluyó en 2009.
El
segundo revés familiar del ex gobernador fue con Gustavo Ortega Joaquín, ex
diputado priísta de Cozumel (1996) y ex secretario estatal de Turismo (1998), quien
resultó derrotado en la contienda interna del PRI por la candidatura a alcalde,
pero renunció a su militancia y el PAN lo llevó al triunfo como munícipe
(2005-2008)
Tras concluir su periodo fue titular de Fonatur, al que
renunció en 2009 para postularse a diputado federal por el PAN, donde resultó
derrotado precisamente por Roberto Borge, aunque alcanzó el cargo por la vía
plurinominal para la LXI Legislatura (2009 a 2012), de la que solicitó licencia
para buscar infructuosamente la candidatura a la gubernatura en 2010. Lo venció
Alicia Ricalde Magaña, entonces “licenciada” como munícipe de Isla Mujeres.
Aunque no necesariamente representó otro descalabro familiar
para Pedro Joaquín, el criticable paso del priísta Aurelio “Lito” Joaquín
González por la presidencia municipal de Cozumel (2011-2013) por lo menos
manchó la reputación del clan con pésimo desempeño administrativo y personal,
que incluyó vicios sospechosos e irresponsabilidad paterna, a grado tal que se
le llegó a calificar como “la vergüenza de los Joaquín”.
Ante
este panorama y la reciente difusión de comprometedores audios para entorpecer
la campaña de Carlos Joaquín, que afecta a ambos contrincantes -uno por pagar
el “encargo” y otro por pagar la difusión de éste para hacerse al “mártir”-, se
confirma lo que “En primera fila” publicara el 31 de agosto con el título ¿“Caballo
negro” para la gubernatura? http://luisangelqroo.blogspot.mx/2015/08/caballo-negro-para-lagubernatura-luis-a.html
En
efecto, hasta para las mentes más obtusas queda suficientemente clara la
posibilidad -y la necesidad- de un tercero en discordia para la candidatura, y
nadie mejor que el secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, para sacar
al buey de la barranca y evitar un mayor divisionismo del que luego podría
arrepentirse el PRI.
En
honor a la verdad, no creemos que el funcionario sea el enemigo a vencer entre Carlos
Joaquín y Toledo Medina, aunque sí podemos asegurar que ninguno de éstos
declinaría a favor del otro, inclusive el primero de ellos ha comenzado a hacer
maletas para emigrar a la oposición. Como vimos líneas arriba, nada raro en la
orgullosa familia que encabeza Pedro Joaquín.
Ante
ello, no obstante, cabe recordar las palabras del analista político Jorge
Zepeda Patterson, en el sentido de que “el poder no es patrimonio personal,
aunque así lo parezca, sino institucional. Es la maquinaria que los hace
líderes y poderosos, y es la que tiene la fuerza para destruirlos”.
Y
vaya que con un Peña Nieto engallado ante un país humillado y un Manlio Fabio que
cree tener los suficientes espolones para heredar la “silla mayor”, lo más
creíble es que el nuevo PRI no está dispuesto a perdonar traiciones ni viejos
chantajes, por lo que Carlos Joaquín debería poner sus barba a remojar tras
haber subsistido en la política gracias al chantaje y la extorsión.
El
medio hermano del Secretario de Energía ha venido “espantando” al PRI Estatal desde
2008 con el “petate del muerto”, en el sentido de irse a la oposición si no le
cumplen su capricho de ser candidato. Ha coqueteado con los demás partidos,
pero sólo para lograr su objetivo: Obtener posiciones en la administración
pública y seguir en el presupuesto.
Nadie
olvida cómo en 2010, aun cuando su partido había acordado nombrar al candidato
a la gubernatura en Convención de Delegados, se aferró a que la selección fuera
acorde a los porcentajes de las encuestas, pese a violentar los estatutos de
“su” partido.
Para
convencerlo de desistir y respetar la decisión del PRI, la cúpula accedió a sus
“caprichos”, entre ellos un botín de 50 millones de pesos -¡por sus gastos de
campaña!-, las presidencias municipales de Solidaridad y Tulum, una diputación
local, varias regidurías y cargos administrativos a sus amigos.
Algo
similar podría ocurrir este año, particularmente en Othón P. Blanco, donde uno
de los que podrían resultar beneficiados es el ex diputado priísta Luis Torres
Llanes, quien fuera secretario general del Ayuntamiento durante el trienio de
Andrés Ruiz Morcillo (2008-2011), ya que es uno de los principales impulsores
de la campaña de Carlos Joaquín en la región.
De
obtener éste la candidatura, nadie duda que nuestro amigo Torres Llanes se
convierta en sucesor de otro frustrado aspirante a la gubernatura, Eduardo
Espinosa Abuxapqui, aunque también podría serlo vía negociación de no resultar
nominado aquél. No pocos dan por hecho de que Pedro Flota Alcocer lo sería con
Toledo Medina como eventual candidato.
Así
las cosas, las demás candidaturas municipales del PRI, inclusive a las
diputaciones locales, están en compás de espera al “destape” del ganador del
premio mayor, donde seguramente habrá enormes sorpresas, y más aún si, como es
evidente, “caballo mata a peón” o, en el último de los casos, “rey mata a
caballo”. ¿A qué le apuesta Usted?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de
Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado
tres libros.
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