¡Un bastión menos para el PRI!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Hasta
hoy gobernado por 10 presidentes municipales emanados de las filas del PRI
-algunos en forma interina- y 41 años de vida constitucional, Othón P. Blanco,
sin embargo, está a unas semanas de convertirse por primera ocasión de su corta
historia en una demarcación quintanarroense gobernada por la oposición, cuando
sus electores acudan a las urnas en junio próximo.
Ese
primer domingo del mes, cuando también se renovarán el Congreso, la gubernatura
y todos los Ayuntamientos, los aspirantes más representativos en ese municipio
capitalino son los candidatos de las Alianzas PRI-Verde “Ecologista” y PAN-PRD
que, contra lo acostumbrado de elecciones anteriores, prevén una cerrada lucha
que, no obstante, no se espera definir en las urnas, sino en los tribunales. Ya
le explicaremos
Verá
Usted. Los representantes de ambas coaliciones son la oscura priísta Arlet
Mólgora Glóver y el popular Luis Torres Llanes, la primera de ellas una joven
veracruzana que, con una meteórica “trayectoria” en la que ha sembrado más
enemigos en su propio partido que en la oposición, ha sido sospechosamente
impulsada desde un principio por el ex gobernador Félix González.
Aunque
no pocas voces la ligaban al principio con el no menos cuestionado ex secretario
de Finanzas del ahora senador, el alcalde cozumeleño Freddy Marrufo Martín, lo
cierto es que de simple empleada saltó a directora administrativa de la
Secretaría Estatal de Salud, funcionaria de la Secretaría de Educación,
diputada local y federal, aunque de estos dos últimos se dio el lujo de
solicitar “licencia”.
Hasta
hoy se ignora si por conquista política en materia de igualdad de género o por
caer bien, pero lo cierto es que su candidatura por la presidencia municipal
marginó a políticos con mayores “méritos”, féminas inclusive, sin embargo
faltos de algún “padrino” de la jerarquía del controvertido ex mandatario
priísta.
Así,
que Arlet Mólgora haya alcanzado esos niveles gracias a Félix González
-guardadas las proporciones-, sólo comparables con la cuestionada carrera por
la candidatura priísta en favor de Mauricio Góngora, prácticamente no extraña a
nadie si tomamos en consideración que el cozumeleño fue quien realmente gobernó
Quintana Roo tras concluir su sexenio, gracias a su títere Roberto Borge
Angulo.
Desde
luego que los factores externos juegan papel determinante para vaticinar la
suerte de la veracruzana, pero también los que se refieren al papel del
criticable abanderado priísta a la gubernatura, ya que, a su infructuosa,
difícil tarea por tratar de “levantar” su campaña, ahora se suma la belicosa
actitud de la candidata, que se ha desmarcado de la coordinación política de
quien, al menos en su papel, debiera ser su jefe.
Envalentonada
por el cobijo de Félix González, Arlet Mólgora busca hacer las cosas a su modo,
como antaño cuando la oposición sólo existía para trámite de legitimación, no
ahora cuando el PRI tiene enfrente a un opositor rival en serio que, a menos de
mes y medio de las elecciones, ya le saca ¡diez enormes puntos de ventaja en
las preferencias electorales!
Como
era de esperarse, esta circunstancia tiene muy preocupado -y desde luego, muy
enojado- al incierto Mauricio Góngora, principalmente porque sabe que la
candidatura de OPB no surgió de sus manos y ahora escapa de éstas, al grado tal
que sus asesores ya analizan la posibilidad de un cambio de candidata ante las
autoridades electorales. Primero fue un rumor, pero cada vez cobra mayor
fuerza.
Por
si fuera poco, tal y como mencionamos hace unos meses, resultaba inexplicable a
todas luces el patrimonio inmobiliario de la jarocha, a la que retamos en su
momento a poner las cosas en claro -como los antecedentes penales de Mauricio
Góngora-, pero, al igual que éste, no sólo ignoró la invitación, sino que
¡tampoco los mencionó en su declaración patrimonial! Doble falta, automática
expulsión, al menos en teoría en Quintana Roo.
Es
justo aclarar que las garrafales fallas de Arlet Mólgora, cuyo principal
problema se llama precisamente “Arlet Mólgora”, no demeritan la calidad de
candidato de la oposición que tiene enfrente, ya que el trabajo de Luis Torres
no es de hoy, como el de ella, sino que es de hace muchos años, pero el PRI, al
igual que a muchos otros, jamás le dio mejor oportunidad.
Ya
hablaremos sobre él en su momento, ya que el tema es amplio para quienes, como
su servidor -y muchos colegas nuestros- le conocemos desde sus humildes
orígenes.
Por
lo pronto, la lista de los priístas que han ocupado sucesivamente la “silla” de
la avenida Álvaro Obregón es la siguiente: (1975-1978) Mariano Angulo Basto, (1978-1981)
Hernán Pastrana Pastrana, (1981-1984) María Cristina Sangri Aguilar, (1984-1987)
Alfredo Díaz Jiménez, (1987) José Asencio Navarrete, (1987-1990), Efraín Ortiz
Yeladaqui, (1990-1993) Rosario Ortiz Yeladaqui.
(1993-1995)
Diego Rojas Zapata, (1995-1996) Felipe Barquet Armenteros, (1996-1998) Enrique
Alonso Alcocer, (1998-1999) Javier Díaz Carvajal, (1999-2000) Eduardo Ovando
Martínez, (2000-2002) Moisés Pacheco Briceño, (2002-2005) Eduardo Espinosa
Abuxapqui, (2005-2008) Cora Amalia Castilla Madrid, (2008-2011) Andrés Ruiz
Morcillo, (2011-2013) Carlos Mario Villanueva Tenorio, (2013-2016) Eduardo
Espinosa Abuxapqui y (2016) Marina González Sihel.
¡Y
se espera el cabalístico número 20 para cambiar el color de la Comuna!...
aunque debió ser el 18.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de
Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado
tres libros.
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