¡Los “motivos” de Carlos Mimenza!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
De ser
considerado posible aliado de los quintanarroenses ante el descarado saqueo del
que fuimos objeto en los dos gobiernos anteriores, el agitador empresario -no
podríamos calificarle de otro modo- Carlos Antonio Mimenza Novelo comenzó a
convertirse este viernes en una persona poco digna de respeto y credibilidad.
Tras la
exhibición y difusión de un nuevo video, en el que volvió a presumir de nueva
cuenta sus innegables dotes de presentador -debió ser conductor de algún
programa televisivo-, nuestro personaje puso de manifiesto una abierta falta de
educación y recursos adecuados para exhibir por enésima ocasión al gobernador
Carlos Joaquín González.
El supuesto
objetivo del video, cuyo link omitimos dar a conocer por cuestiones de
principios y moral, en teoría era para rechazar y cuestionar una ley que, a
reserva de análisis, permitiría al Estado la enajenación de todos sus bienes
muebles e inmuebles, en un cuestionamiento que se apoyaba en señalamientos del
periodista Rafael Loret de Mola, no Carlos.
En lo que
califica como “el peor robo en la historia de Quintana Roo”, Mimenza Novelo se
refiere a una Ley de Asociación Pública Privada que, aunque no lo dice o muy
probablemente lo ignore, abroga la Ley de Proyectos de Prestación de Servicios
para el Estado y los Municipios, que no establece un régimen jurídico integral
para ejecutar con eficiencia y transparencia los proyectos de asociación
público-privada.
Lejos de todo
ello, como ya se ha vuelto una costumbre, califica a Carlos Joaquín como “un cobarde,
ratero, corrupto y bastardo”, mientras que, en contraparte, hace lo propio con
Loret de Mola como “uno de los héroes nacionales de la actualidad”, así como “un
periodista al que todos los mexicanos debemos rendirle honores por su compromiso
con la patria” (¿?), tan sólo por estar contra la mencionada ley.
Si bien su
reciente video con el anuncio de haber creado los grupos de “autodefensa” de
Quintana Roo resultó una verdadera ofensa -habría que analizar su impacto
jurídico-, lo cierto es que su forma de cuestionar la mencionada ley deja
mucho, muchísimo qué desear, ya que demuestra una absoluta falta de respeto a
la investidura del gobernador del Estado.
Le guste o
no, o nos guste o no, el aliancista Carlos Joaquín fue electo por más del 40
por ciento de los votantes registrados en el padrón electoral de Quintana Roo,
es decir con 263,793 sufragios, cerca del 10 por ciento más que del segundo
lugar, Mauricio Góngora Escalante, casualmente correligionario de los cuestionados
ex gobernadores priístas de Cozumel, Félix González y Roberto Borge.
En este
sentido, independientemente de ser priístas, panistas, perredistas o morenistas
-como parece ser Mimenza Novelo-, lo único cierto es que Carlos Joaquín se
merece todo nuestro respeto como gobernador. Podremos estar o no de acuerdo con
su trabajo, pero también es cierto que existen las vías y, sobre todo, las
FORMAS de darlo a conocer, y no precisamente con esos calificativos que hoy nos
parecen de muy mal gusto.
Lo único a lo
que nos obliga a pensar el “empresario” -repetimos, ya no sabemos ni cómo llamarle-
es que sus cuestionamientos contra el mandatario implican un profundo odio, un
inconfesable rencor, y decimos inconfesable porque hasta hoy nos resulta
sumamente sospechoso tanto coraje personal, como si le hubieran costado
muchísimos millones de pesos.
Todavía
recordamos su aparición en la escena pública y sus iniciales críticas contra
Félix González, lo que le valió la admiración de la clase política
quintanarroense, y más aún cuando enfocó sus “baterías” contra el ex gobernante
preso en Panamá. Hasta parecía en ruta a una eventual candidatura a un cargo de
elección popular, posiblemente Playa del Carmen.
En ese
entonces, recordamos, era de los pocos que parecía creer en Carlos Joaquín y su
gobierno del “cambio” -inclusive así lo hizo saber-, hasta que, de la noche a
la mañana, la postura de nuestro personaje dio un giro de 180 grados y se
volteó totalmente contra Carlos Joaquín, a quien ataca un día sí y otro
también, lo que es peor, cada vez de manera más irrespetuosa que fundamentada.
Ahora vemos
que, como anticipó, anda tras el mandatario con lupa en la mano, al grado tal
de cuestionar un dictamen de ley avalado
por 20 votos a favor y uno en contra -casualmente el de la diputada de Morena,
Silvia Vázquez Pech-, ante un instrumento jurídico que ofrece certeza a
iniciativa privada, Gobierno del Estado y Ayuntamientos, en la generación de
proyectos de infraestructura y servicios de largo plazo.
La pregunta
obligada es ¿hasta dónde piensa llegar Mimenza Novelo? O Bien, ¿hasta dónde le
permitirán llegar? No olvidemos que la libertad de expresión también tiene
límites en cuanto afecta los intereses de toda una colectividad.
Estamos
ciertos de que el “tema Mimenza-Novelo” es digno de análisis, sobre todo en
cuanto a sus verdaderos objetivos ¿Será alguna candidatura independiente, o la
del propio PRI?, ya que, así como están las cosas, nadie nos quita de la cabeza
de que si los 5 millones de pesos que le hizo llegar inicialmente Félix
González no fueron suficientes ¡probablemente éste ya le llegó al precio!
No de balde
el ex mandatario, vía Cozumel, según sabemos, ha comenzado a tramar su retorno
a la vida política de Quintana Roo una vez que pierda el fuero del Senado
dentro de poco menos de un año, y ello sería a través de todos los enemigos de
Carlos Joaquín y del control de la dirigencia estatal del PRI, ahora sabemos,
con su incondicional Salvador Rocha Vargas a la cabeza.
Por lo
pronto, todo hace suponer que Mimenza Novelo ha comenzado a abrirle brecha…al
menos, eso aparenta.
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
30 años, con más de 40 como reportero, jefe de información, editor y jefe de
redacción de varios medios de información, así como Jefe de Información de dos
gobernadores y tres presidentes municipales. Ha publicado cuatro libros.
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