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“Servicio” de CAPA, ¡verdadera asquerosidad!

                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*

         Dígase lo que se diga y, aunque posiblemente no se haya percatado o no quiera hacerlo la gobernadora Verde Mara Lezama, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, por todos conocida como CAPA, se ha convertido en una verdadera piedra en su zapato, que todos los quintanarroenses pagamos diariamente ante su incapacidad e ineficiencia administrativa.

         Otrora “caja chica” del supuesto mejor gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, la empresa gubernamental, reciente objeto de polémica por extender su deuda PÚBLICA -la pagamos todos vía elevada facturación mensual de recibos- por más de 279 millones de pesos hasta por 15 años con Banorte, no sólo es repudiada públicamente por ese motivo.

         Tampoco lo es la posible concesión de Aguakán a otra empresa privada, la española Acciona, en 4 mil 500 millones de pesos, como tampoco que la concesión no sea sólo la del servicio a los municipios del Norte o de todo el Estado.

         Hágase lo que se haga, lo peor de CAPA no es la pésima calidad del producto que distribuye, como tampoco sus tarifas -las más elevadas de todo el país-, sino el ofensivo servicio que presta a sus usuarios, entre ellos nosotros y Usted, a los que sus miles de empleados -10 mil 1, para ser precisos- prácticamente ningunean o ignoran cuando los requieren.

         Aunque a todo esto habría que sumarle la “hazaña” de haberse convertido unilateralmente en “dueños” de las calles -en esto último compiten con los taxistas-, CAPA no rinde cuentas a nadie, ni al Ayuntamiento ni al Gobierno del Estado, para la destrucción de calles, con el consabido pretexto de ser por “cuestiones de utilidad”, las cuales repara, cuando lo hace, cuando le pega la gana, normalmente en meses.

         Ah, pero eso sí, cuenta con un sindicato -nada envidiable para los taxistas-, que evita que sus trabajadores sean tocados hasta con el pétalo de una rosa, en defensa de unos supuestos derechos, que nunca contraponen a sus obligaciones, particularmente los de obra “negra”, los de las calles, constructores -destructores, mejor diríamos- para supuestas reparaciones que realizan, para variar, también cuando le da su regalada gana.

         Con todo, a esa pésima actuación, con la que José Enrique Torres López tiene que lidiar día con día su responsable de CAPA desde hace poco menos de un año, también se suma la del personal administrativo, al que, lejos de apremiar o castigar, más bien los premia, como fue el caso de cuatro empleadas implicadas con el manejo de recursos para invertir en criptomonedas, y que fueron premiadas con mejor puesto, una en Bacalar.

         Por otro lado, aunque se ignora su número de “verificadores” -cientos, por cierto- éstos son una suerte de inspectores que realizan visitas para asegurar el cumplimiento de las normas y reglamentos en materia de agua potable y alcantarillado. Lo único que se sabe de ellos son parte esencial, entre otros, de programas de vigilancia sanitaria. 

         Cuando Usted sufre un “corte” de servicios por falta de pago -generalmente por errores de lectura o del medidor- normalmente acude a alguna de las oficinas de CAPA, donde le informan que enviaran a esos “verificadores”, pero ¿sabe usted cuándo llegan? Cuando, en el mejor de los casos lo hacen, es a la hora que les da la gana, por lo que, si nadie se percata, significa un nuevo viaje a CAPA.

         Los señores, según dicen ellos mismos, ¡no tienen horario!, y no es por una eventual sobrecarga de trabajo, porque es fácil verlos amontonados a los lados de la oficina charlando o jugando con su celular, para después hacerles más complicadas las cosas al usuario.

         No de balde la inmensa mayoría de la población se va en la necesidad de comprar garrafones de agua a precios incontrolables, inclusive a quienes los venden a través de triciclos.

         De ahí que el coraje generalizado de la población contra CAPA sólo sea comparable con el “servicio” con otra Comisión, el Federal de Electricidad (CFE) ¿O nos equivocamos?

         Con justa razón, aunque por otros motivos -justificados, por cierto- el diputado panista Ángel Álvarez Cervera, ante la ausencia de su coordinadora de bancada y presidenta estatal del partido, Reyna Tamayo Carballo, al igual que el de Movimiento Ciudadano, José Luis Pech, fue el único que votó contra la autorización de ampliar el término de la millonaria deuda d CAPA.

         Por cierto, aunque nadie lo dijo, esa ampliación también implicará un millonario costo, ante la extensión del plazo para el pago de intereses. Pero no le importó a nadie, ya que el gobierno de la propia Mara Lezama garantizó en pago total a través de participaciones futuras.

Del resto de los representantes “populares” de la XVIII Legislatura del Congreso de Quintana Roo, encabezados, por supuesto, por Morena, autorizó que la Comisión de Agua Potable reestructure su deuda de más de 279 millones de pesos.

Su presidente en la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta, Renán Sánchez Tajonar, justificó que la autorización es un refinanciamiento de deuda heredada de anteriores administraciones, sin adquirir mayor deuda pública, aunque Álvarez Cervera alegó falta de claridad sobre las condiciones del crédito: No hay certeza sobre el costo total ni los plazos.

Explicó que la deuda original, contratada durante el malogrado gobierno de Roberto Borge, estaba programada para pagarse originalmente hasta 2030, aunque sólo se ha cubierto la mitad sin informarse públicamente qué sucedió con el resto ni cómo se cubrirá el nuevo financiamiento, por lo que esa “reestructuración” podría implicar un sobrecosto de entre 50 y 100 millones de pesos, aunque no se ha detallado cuánto terminará pagando el gobierno en total.

También criticó la posibilidad de que los plazos puedan modificarse nuevamente, lo que incrementaría la incertidumbre financiera, pues los recursos públicos de futuros gobiernos, queda en riesgo,

Según los legisladores oficialistas, el nuevo acuerdo establece que, en caso de incumplimiento de pago, la garantía recaerá sobre 2% de las participaciones federales que recibe Quintana Roo, lo que, según Álvarez Cervera, compromete recursos públicos de administraciones futuras, sin una estrategia clara de cómo se solventará el adeudo.

Además, cuestionó la capacidad financiera de CAPA para afrontar el nuevo compromiso, toda vez que carece de solvencia, lo que implicaría que el Gobierno del Estado absorba los pagos, denuncia que puso sobre la mesa un tema sensible: La gestión de la deuda pública y transparencia en el uso de los recursos estatales, en un contexto donde se insiste en que no se contratarán nuevas deudas.

Y a todo esto, los usuarios seguiremos sufriendo una asquerosidad de servicio, que ¡nada la importa a Mara Lezama!

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)

 

*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de publicar.

Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con nueve Diplomados, cuatro de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019, 2021 y 2025) y cinco de Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias. 

Información completa sobre el currículum vitae, en este link:

https://luisangelqroo.blogspot.com/2025/08/dividido-en-los-capitulos-de-formacion.html

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