Aspirante, ¡inútil ante problemas de la Nichupté!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Con una sola diferencia en el nombre, Puente Nichupté
y Laguna Nichupté, los tienen parecidos, igual que el común denominador de incapacidad,
desconocimiento o desinterés de quien los tiene bajo su responsabilidad, la
alcaldesa de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, pero no por falta de recursos,
suficientes para una infructuosa candidatura para la gubernatura.
En
efecto, la principal diferencia radica en que el Puente es una infraestructura
construida sobre la laguna, pero cuerpo de agua natural. El primero es una obra
de ingeniería que facilita el tránsito vehicular, conectando la zona hotelera
de Cancún con otras áreas importantes como el Boulevard Colosio y las avenidas
Tulum, Kabah y Bonampak, según el portal Ruptura360 y el Gobierno de México.
Por otro lado, la laguna es un sistema lagunar de 3,000 hectáreas, compuesto
por varios lagos y conocido por su biodiversidad y paisajes.
En
resumen, el puente, que requerirá de una inversión de 9,570 millones de pesos, es
estructura artificial, mientras que la laguna es un entorno natural, cuando que
el puente, de 11.2 kilómetros, debiera facilitar el flujo vehicular y conectar
diferentes zonas de Cancún, para cuya construcción se utiliza tecnología
"Top Down" para minimizar el impacto ambiental en el manglar.
En
tanto, la laguna, de 3,000 hectáreas, está formada por varios lagos, incluyendo
la Laguna del Amor y Laguneta del Mediote, rica en biodiversidad, con manglares
y vida silvestre, donde se puede explorar en bote, kayak o paddleboard
Según
el director del Centro SICT Quintana Roo, Guido Mendiburu Solís , la conclusión
de ese celebrado puente se retrasará hasta diciembre del 2025, debido al
predecible terreno kárstico de la laguna, como uno de los principales
obstáculos, lo que los ha obligado a estudios personalizados para cada pilote,
además de otros factores también predecibles, como los climáticos: Lluvias,
oleaje y fuertes vientos que ralentizan significativamente el proceso, es decir,
por razones técnicas que no se previeron en la etapa inicial del proyecto.
Ahora
bien, si la conclusión el puente es un problema para la administración de Ana Patricia
Peralta -no podemos decir para “gobierno” porque éste no existe-, la laguna no
atraviesa por un mejor momento, sobre todo en el aspecto ecológico, ya que, por
lo menos 50 embarcaciones semi hundidas y abandonadas continúan deteriorando su
paisaje, especialmente en el canal Sigfrido de la zona hotelera de Cancún.
Este
problema, con años sin resolverse, fue denunciado nuevamente por Francisco
Fernández Millar, presidente de la Asociación de Náuticos de Quintana Roo,
quien lamentó la falta de acciones por parte de las autoridades, a pesar de
acuerdos previos con los gobiernos estatal y municipal: Estas embarcaciones
viejas y deterioradas están junto a las que usamos para el turismo, totalmente
incongruente con la imagen que debe proyectar Cancún.
El
líder náutico subrayó que la presencia de estas naves no solo afecta la imagen
del destino, sino también dificulta las operaciones del sector, especialmente
en pesca deportiva y tours en motos acuáticas, donde el sargazo complica aún
más la operatividad al atascar turbinas y enredarse en los anzuelos.
Además,
advirtió, estas embarcaciones abandonadas representan un riesgo ecológico para
la laguna, ya de por sí amenazada por la presión turística y la contaminación.
A
principios de este año, la Asociación y el Club Rotario propusieron una
solución ecológica: Hundir algunas de las embarcaciones para convertirlas en
arrecifes artificiales, lo que fomentaría la biodiversidad y aliviaría la
presión ambiental sobre Nichupté, lo que ha aprobado la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales plan para reutilizar más de 50 embarcaciones, las
primeras en los próximos tres meses.
La
Asociación inició conversaciones en marzo con el Club Rotario Cancún para
colaborar en remover embarcaciones hundidas en la Laguna, con objeto de
contribuir al saneamiento de esta importante reserva lagunar.
Lo
cierto es que el delicado ecosistema de la laguna Nichupté, vital para la
actividad turística de la región y una de las joyas naturales de Cancún, también
enfrenta una creciente amenaza debido a la saturación de construcciones en sus
alrededores y a los pocos esfuerzos para sanearla.
Su
belleza escénica y la diversidad biológica son imán para visitantes nacionales
e internacionales, que contribuyen significativamente a la economía local.
Ubicada
entre la zona hotelera y la ciudad de Cancún, la Laguna ha sido por décadas atractivo
fundamental para turistas que buscan experiencias naturales y actividades
acuáticas, pero su fragilidad es cada vez más comprometida por el crecimiento
desmedido de infraestructuras hoteleras, residenciales y comerciales.
Claro
ejemplo de la saturación de construcciones y del fuerte rechazo de la sociedad
organizada es la postura de grupos de residentes al que se sumó la Asociación
de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres por el proyecto Península
Cancún, que contempla construir 1,300 viviendas de lujo y 850 cuartos de hotel
sobre el campo de golf Pok Ta Pok, en la primera etapa de la zona hotelera.
Jesús
Almaguer Salazar, presidente de esa Asociación, considera que no se debe
permitir la construcción de este mega desarrollo en el corazón de la zona
turística, área que enfrenta problemas de suministro de agua potable, drenaje y
tratamiento de aguas negras.
Agrupaciones
como Asociados Náuticos de Quintana Roo, lidereada por Fernández Millar, han
advertido en diferentes foros sobre el deterioro evidente del sistema lagunar y
los riesgos que enfrenta por la saturación de construcciones, que avanzan a un
ritmo muy acelerado sin inversiones para un “proceso de purificación”.
Según
la Asociación, buscan apoyos económicos a través de varias instancias ambientales,
de gobierno y ONGs, para un programa de retiro de cerca de 80 embarcaciones que,
por diversos motivos, se hundieron en diversas zonas y los canales que conectan
el Sistema Lagunar Nichupté.
Lo
curioso, es que, prácticamente, desde la planeación de Cancún, a principios de
los 70s, se designó una Zona de Preservación Ecológica, hoy Área de Protección
de Flora y Fauna Manglares de Nichupté, que abarca 4 mil 257 hectáreas, principalmente
de manglares y humedales.
Además,
la falta de vigilancia de las autoridades federales como la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente es otro de los factores que contribuyen al
deterioro ambiental, pues cada vez son más las embarcaciones que ofrecen recorridos
por la laguna, zona ambientalmente considerada como incubadora de cientos de
especies marinas y aves migratorias.
Por
lo general, son embarcaciones de menor calado, motos acuáticas y lanchas
rápidas, muchas de las cuales circulan a exceso de velocidad y sin las
precauciones necesarias para evitar afectaciones en la zona de manglares.
La
protección de la Laguna no sólo es responsabilidad ambiental, sino también imperativo
económico y social para el futuro de Cancún, donde, de no tomarse medidas para
preservar este ecosistema, tarde o temprano la calidad de la experiencia
turística se verá comprometida, que afectará negativa y directamente a la
industria turística.
El
caso es que la laguna Nichupté ya no aguanta más, pues no sólo sufre la presión
de un desarrollo masivo en su litoral.
Pero
¿Sabe Usted qué significan estos retrasos para Cancún? El impacto no es menor. Proyectado
para descongestionar la principal vía de acceso a la zona hotelera de Cancún, el
puente ahora representa una promesa postergada, del que comerciantes,
transportistas y turistas seguirán enfrentando largos tiempos de traslado y
tráfico.
La
presión sobre las autoridades aumenta conforme avanza el tiempo sin resultados
tangibles. La expectativa se transforma en frustración, especialmente para
quienes habían planificado inversiones o actividades considerando que el puente
estaría listo antes del próximo año.
Entre
los elementos que explican su demora destacan las condiciones del suelo en la
laguna, cuyo terreno inestable obligó a los ingenieros a adaptar el diseño
original, a lo que se suman condiciones climáticas adversas, como las tormentas
frecuentes en la región.
Aunque
se han mantenido activos los trabajos, los imprevistos técnicos y naturales han
hecho inevitable modificar el calendario de entrega, aunque, según las
autoridades, se trabaja para minimizar futuros contratiempos.
A
pesar del retraso, se asegura que la construcción continúa sin interrupciones y
esperan en los próximos meses reforzar la cimentación, concluir los pilotes y
avanzar con los tramos elevados, pues el gobierno federal ha reiterado no escatimar
recursos para entregarlo antes de finalizar el 2025, aunque la ciudadanía
permanece escéptica ante promesas anteriores incumplidas.
A
todo esto, el “problema Nichupté” es una muestra más de que la incapacidad de Ana
Patricia Peralta no es circunscribe a combatir el ambiente diario de inseguridad
y falta de servicios públicos, sino también al renglón ecológico. Su única ventaja
para aspirar a la gubernatura son los millonarios recursos que “administra” a
su antojo.
No
obstante, nos preguntamos, ¿Quién no podría hacerlo con las ventajas de
gobernar una ciudad como Cancún… con un partido gobernante, Morena?
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con nueve Diplomados, cuatro de
ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019, 2021 y 2025) y cinco de Derechos
Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la
Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios,
Talleres, Cursos y Conferencias.
Información completa sobre el
currículum vitae, en este link:
https://luisangelqroo.blogspot.com/2025/08/dividido-en-los-capitulos-de-formacion.html
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