Alcaldes de Bacalar, ¿vinculados al narco?
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Pese
al fuego alarmante cruzado de más de dos horas, que provocó un muerto, casas
balaceadas y vehículos quemados, lo que obligó a la suspensión de clases
en la comunidad bacalareña de “El Gallito” el jueves último, existen
antecedentes de que el narcotráfico opera en Bacalar desde 1990, aunque aumentó
sus operaciones en la administración del entonces priísta -hoy reelecto por
Morena- José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez.
Ahora
tratando de convertirse en “otro” Holbox -y parecido a Tulum-, Bacalar padece
de alto índice de drogadicción, sobre todo en sus antros, lo que comenzó a ser
más notorio desde la administración del reelecto ex dirigente magisterial, el
priísta Alexander Zetina Aguiluz (2018-2021) cuando se recrudeció la violencia
con la llegada de nuevos grupos criminales en busca de desplazar al Cártel de
Sinaloa
En
efecto, tras esa reelección, cuando Zetina Aguiluz empleó recursos del
Ayuntamiento en 6 años para su enriquecimiento personal con apoyo de otros
funcionarios que permitieron el uso de empresas amigas para cobrar por obras
fantasmas, además de incrementarse las ejecuciones, también hubo más
aterrizajes en esa demarcación, considerada pueblo-municipio sin ley.
Lo
cierto es que, como documenta Por Esto, el Pueblo Mágico de Bacalar ha sido
invadido en los últimos años por grupos criminales que buscan el poder absoluto
de la zona con potencial turístico, y que muchos años ha operado el Cártel de
Sinaloa a través de brazos operadores como Los Montero y Los Coronel, que se han
infiltrarse en la política para operar con total impunidad.
En
el 2013, la entonces Procuraduría de Justicia de Aguascalientes, en cateo a una
casa ligado a ese Cártel, halló fichas de depósitos de pagos de propaganda a
varios candidatos políticos, entre ellos el de Contreras Méndez.
Sin
embargo, las investigaciones se truncaron por ser candidato abanderado por el PRI,
cuando gobernaba Quintana Roo Roberto Borge, señalado de haber entregado el
Estado al Cártel de Sinaloa, y en cuyo mandato y la administración de Contreras
Méndez, comenzó a notarse su operar, con ejecuciones y aterrizajes de narco
avionetas, aunque con menor frecuencia.
La
administración del “Chepe” estuvo relacionada con Los Coronel ante las
constantes visitas de Lázaro y su hermano Carlos alias “Calín”, aunque en la
administración de Zetina Aguiluz comenzaron a presentarse otros grupos
antagónicos en busca de desplazar al Cártel de Sinaloa, entre ellos el Cártel
Jalisco Nueva Generación, Guerreros Unidos y un pequeño grupo de Zetas y
Pelones, lo que dio origen a una serie de ejecuciones.
Por
ejemplo, en 2018 se registraron al menos 15 ejecuciones, 26 en el 2019 y hasta 2000
sumaban 16 muertes con sello de delincuencia organizada. Además, al menos hubo seis
aterrizajes durante 2018, similar al año siguiente, mientras en 2020 sumaban
otras 4 aeronaves en territorio bacalarense, pues los delincuentes aprovechan
la falta de vigilancia.
Y
es que había cerca de 80 policías, sólo el 60% operativos, con apoyo de al
menos una docena de policías estatales, insuficiente para brindar seguridad al
Pueblo Mágico y comunidades donde los delincuentes tienen sus centros de
operaciones, entre ellos El Gallito, Nuevo Tabasco, Miguel Alemán, Río Verde.
Hasta
donde se sabe, tampoco cuenta con base militar, pues el único que había en
Otilio Montaño fue desmantelado por la 34ª. Zona Militar en 2008 sin que se conozcan
los motivos, mientras que la Guardia Nacional comenzó recorridos pedestres de
presencia por las calles de Bacalar y móviles en los poblados, pero sólo
durante una semana. Hoy sólo se le ve cuando se reporta una ejecución o
aterrizaje.
Ahora bien, la lucha contra grupos de narcos de Bacalar, no
es nuevo, ya que, según documenta la Jornada del 2 de junio de 2003, un choque entre
el Ejército y el crimen organizado cerca de la reserva de la biosfera de Sian
Ka’an, dejó un saldo de cuatro delincuentes muertos y dos detenidos.
Entre
los fallecidos se incluía a Jesús Martínez Sarmiento (a) “El Pelusa”, jefe
de sicarios del Cártel de Caborca, que opera en el Sur del Estado, y jefe de
plaza del cártel “Los Limones”, con
presencia en Bacalar, considerado mano derecha de Miguel Ángel Medina
Meza, “El 23”, y de Rodrigo Páez Quintero “El 1”, hijo
de José Gil Caro Quintero.
En
el lugar de la refriega se decomisaron cuatro armas largas, dos cortas, una
granada de fragmentación y 23 cargadores de diversos calibres. Los mílites
realizaban labores de vigilancia en inmediaciones de Sian Ka’an y al detenerse
frente a la zona conocida como Casa Mayosota fueron atacados a balazos.
Lo
cierto es que el tema del narcotráfico en Bacalar ha tomado “honroso” sitio en
crónicas nacionales, a grado tal que extenso reportaje del portal “La silla
rota” publica que los cárteles de
la droga que operan en Quintana
Roo han hecho de Bacalar área de paso y trasiego para narcóticos a
través de aeronaves que proceden de Centro y Sudamérica y aterrizan en pistas
clandestinas, cada vez más recurrentes.
La
mercancía, ilícita, no solamente es para surtir a los grupos delictivos de
México, sino también tiene como destino Estados Unidos.
Las comunidades del municipio que
colindan con Campeche no tienen mucha riqueza, si acaso la pasividad de la zona
y la poca población que queda en ellas, suficiente para grupos criminales que construyen pistas de aterrizaje y
utilizan de manera ilegal para
acercar su droga a la zona turística de Quintana Roo.
El
portal menciona que, a las 7 horas del día 13, una lluvia de disparos alertó a
los habitantes de El Gallito,
ejido que poco a poco se ha quedado sin gente, pues hace años el crimen se
apoderó de los negocios hasta de venta de cerveza y cerrado tiendas y escuelas.
Algunos llamaron a los servicios de emergencia, las balas no cesaban y de
momento incendiaron un coche.
El
enfrentamiento era entre el Cártel
de Sinaloa -medios locales refieren a la familia de Emma Coronel Aispuro,
esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, como encargada de los negocios en la zona
-y el Cártel de Caborca,
que lidera José Gil Caro Quintero y controla venta de droga en Tulum, Cancún y Bacalar.
El
fuego cruzado duró más de dos horas y obligó a la suspensión de clases en las
únicas escuelas: Un jardín de niños, una primaria y el módulo de Telesecundaria
al que asisten niños de Nuevo Canán, Miguel Alemán, Río Verde, David Gustavo,
Cedralito, Zamora y Melchor Ocampo.
Hasta
mediodía llegó el Ejército, en un operativo encabezado por la Secretaría de la
Defensa Nacional, con elementos de la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional.
Pobladores
dijeron que el Cártel de Caborca llegó a atacar a la familia Coronel, que
controla la zona, que repelió la agresión más de 2 horas. El saldo fue de un
muerto por arma blanca; 4 vehículos quemados y 9 viviendas rafaguedas.
Desde
hace una década, el poniente de Bacalar es asediada por aterrizajes del narco
en pistas de aterrizaje clandestinas. La región es un llano, lo que la hace
pertinente para construir pistas, donde avionetas reconstruidas (para soportar
hasta 2 toneladas de droga) llegan de Sudamérica.
En
2004, una avioneta de Colombia aterrizó en Reforma, a 20 kilómetros de Bacalar,
con cocaína. La operación estuvo a cargo del Cártel de Caborca, que fundó en
Rafael Caro Quintero. Desde entonces, cualquier pista ubicada en zona rural era
motivo de denuncia de vecinos.
Así,
se desató fiebre de narcoactividad y cualquier pista de la zona rural era
motivo de denuncia de vecinos, como el caso de Cocoyol, en el Río Hondo, donde
las pistas de aeronaves fumigadoras se confundieron con narco-pistas y hasta un
cementerio de aeronaves vinculadas con el crimen organizado.
A
fines de abril de 2020, la Sedena aseguró una avioneta presuntamente utilizada
para transportar más de una tonelada de cocaína de Sudamérica. La aeronave
estaba abandonada cerca de Reforma, junto con bidones de gasolina. Algunos
medios locales hacen constante referencia de que los grupos criminales utilizan
gasolina para incendiar las aeronaves y no dejar huella.
En
enero de ese año, una avioneta aterrizó y fue abandonada en la vía corta a
Mérida, donde militares se percataron del aterrizaje, por lo que un convoy
acudió a interceptarla y hubo un enfrentamiento, pero se aseguró la nave
(modificada para soportar una tonelada) 2 camionetas, 201 paquetes de droga, 2
armas largas y bidones de gasolina. Falleció un general del Ejército, fueron
heridos un cabo y un comandante y se detuvo a 2 criminales.
Según
Por Esto, hace
meses, cuando el líder de la familia Coronel en EL Gallito dejó los acuerdos
con el Cártel de Caborca para dividir su operación en la región, comenzaron
ataques, asaltos a tiendas y negocios, así como secuestros en la zona.
La carretera Miguel Alemán-Bacalar es
otro de los atractivos del narco en el poniente del municipio, pese a estar
olvidada por las autoridades. La pista está inservible y muy difícil de
transitar, aunque es la única forma de conectar la zona de aterrizajes con Bacalar, por lo que las autoridades
tardan en llegar cuando se les avisa de un sobrevuelo ilegal.
De
acuerdo con El Sol de Quintana
Roo del 16 de mayo de 2020, en la carretera a Miguel Alemán había
huellas de aeronaves al descender, y las señales de tránsito en toda la pista
muestran impactos de bala de alto calibre.
En
tanto, Espacio ciudadano Quintana Roo de
2017 muestra que desde esa época el camino presentaba baches y zanjas, ningún
alumbrado público, y los habitantes la bautizaron como “La carretera de la
muerte”, aunque, en entrevista de la época, Verónica Pat Hoil, de Movimiento
Antorchista, aseguró que ninguna autoridad se había comprometido a atender esa
mala situación.
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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