¡Lucha por el litio, “oro blanco”!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Para
comenzar, habría que mencionar que, desde 1964, la historia de Bolivia se
escribe con una serie de regímenes autoritarios con más de 38 golpes militares,
el último fallido del miércoles que, para todo mundo, en algo habría metido la
mano Estados Unidos, en su ambición por el 24% de las reservas mundiales de
litio que ese país controla de forma soberana y explota de acuerdo a sus
intereses.
Ahora
bien ¿Por qué esa lucha por el litio? Muy sencillo, porque alrededor del 85% de
las reservas en el mundo se encuentran en un denominado “Triángulo del litio”
compuesto por Argentina, Bolivia y Chile en condiciones de explotación únicas,
por lo que permiten costos de procesamiento y producción mucho menores que los
de combustibles fósiles.
El litio
constituye un recurso natural estratégico clave en el cambio de matriz
energética: Se usa para confeccionar acumuladores eléctricos que permiten
contener la energía generada con recursos renovables, ya que es intermitente y
fluctuante, por lo que debe acumularse, además de utilizarse en dispositivos
electrónicos portátiles, como celulares y computadoras.
Además,
es determinante en la modificación del patrón tecnológico, ya que las baterías
impulsarán la movilidad de los próximos años en autos eléctricos.
Así,
Bolivia posee las mayores reservas de litio en salmueras del mundo -23 millones
de toneladas-, la segunda reserva mundial en el Salar Uyuni y,
a diferencia de Argentina y Chile, en manos de multinacionales que
responden a intereses foráneos, lo controla y explota directamente, lo que
supone tensiones con EE.UU., ya que las políticas de su ex presidente Evo
Morales, cuando se nacionalizó (2008), distan mucho de las que los grigos desean.
El
triunfo de Evo en 2006 inició el proceso que pretendía poner fin a la opresión
y subordinación de su país a intereses de grandes corporaciones y potencias.
La
nacionalización e industrialización de su litio inició en 2008, cuando decidió
otorgar al país histórica demanda de sus comunidades mineras: Que los recursos
evaporíticos del Salar Uyuni los explote el Estado, pues, desde la colonia
hasta constituirse Estado, sus recursos naturales eran explotados por grandes
potencias mediante instrumentos de extracción que poco consideraban los
intereses de las comunidades locales.
En
2008 se aprobó el Proyecto de Desarrollo Integral de Salmueras del Salar Uyuni
y la instalación y marcha de una Planta Piloto para procesar el litio, además
de una Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos, antesala para crear, en
2017, la empresa pública, estatal y nacional Yacimientos Litíferos Bolivianos.
La
nacionalización y afianzamiento de los recursos naturales como propios, como
clave para elaborar y ejecutar una política exterior soberana, continuó con la
aprobación en 2009 de una nueva Constitución Política, donde los recursos naturales
fueron declarados estratégicos y de interés público.
Lo cierto es que, hasta 2019, los
países con una mayor producción por toneladas de litio, en orden descendente, eran
Australia (42 mil), Chile (18 mil), China (7 mil 500), Argentina (6 mil 400), Portugal
(mil 200), Namibia (500), Brasil (300), Canadá (200), Estados Unidos y
Zimbabue.
En tanto, según United States
Geological Survey, las mayores reservas en toneladas se localizan en Australia
(62 millones 800 mil), Chile (8 millones 600 mil), Argentina (un millón 700
mil), China (un millón), Estados Unidos (630 mil), Canadá (370 mil), Brasil (95
mil) y Portugal (60 mil)
A todo esto, el presidente López Obrador decretó en
febrero de 2023 crear litio para México, “LitioMx”, que gestiona toda la cadena
productiva del mineral, desde se exploración y explotación hasta las
actividades relacionadas con sus derivados.
En
México, hay 36 proyectos mineros de capital extranjero destinados a la
extracción de litio controlados por 10 empresas, pero el gobierno recobró el
control sobre el mineral.
La
Ley Minera, que busca garantizar la explotación del litio en manos del Estado, lo
considera el petróleo del siglo XXI, clave en la transición energética que
impulsan varias potencias del mundo. Garantizar su control se volvió prioridad
para los gobiernos que saben tener este mineral.
El Banco Mundial estima que la producción
de grafito, litio y cobalto deberá crecer 500% hacia el 2050 para satisfacer
necesidades de la transición energética mundial. La producción de baterías eléctricas, como
Tesla al sur de EE.UU., podría generar un aumento en la extracción de hasta 250
millones de toneladas de minerales, principalmente grafito, níquel y cobalto.
Los
proyectos mineros de capital extranjero destinados a extraer litio, representan
97 mil has concesionadas, pero otras 537 mil, equivalentes al 84% de las asociadas a la extracción, en
trámite, frenaron tras la Ley Minera.
El
énfasis sobre su control provocó proceso de especulación financiera, así como
disputas por la obtención de fuentes de suministro entre Estados Unidos y Asia.
Hoy China, y otros países asiáticos, dominan el mercado.
EE.UU.
depende totalmente de mercados externos para carbonato de litio y de litio
industrializado, aunque, hasta antes del Covid, el 90% de sus importaciones
provenía de Argentina y Chile, su cercanía con México podría convertir a éste
en proveedor natural. Los proyectos Bacanora y Salar del Diablo están ubicados
a menos de 200 kilómetros de su frontera.
No
hay mucha claridad sobre los yacimientos de litio en México. Solo un acuerdo
con Hanwa para exportarlo de Bacanora por 10
años a Japón, vía puerto Guaymas, Sonora. Podría tener como destino final el
mercado chino, pero también terminar en EE.UU. debido a compromisos comerciales
entre Hanwa y Tesla.
Además,
el tratado México-Estados Unidos-Canadá dice que las baterías de litio son componente
“esencial” para la industria automotriz que opera en la región, y determina
tres años para alcanzar un 75% de contenido regional para que las baterías no
paguen aranceles.
Estas
medidas para incrementar el consumo extraído en la región, sumadas a que la
producción mundial se concentra en Australia, Sudamérica y Asia, ponen más
presión sobre los yacimientos en México y Canadá. La reforma a la Ley Minera
podría sentar las bases sobre quién y cómo se usufructuará el litio de suelo
mexicano, oro blanco cuya demanda explotará en la siguiente década.
No existen cifras precisas de la expectativa de
producción en México, por lo que hay diferentes puntos de vista acerca de la
magnitud que puede asumir frente al mercado internacional. La
nacionalización del litio, propuesta por López Obrador, provocó que la gente se
pregunte los aspectos más básicos del mineral en nuestro país.
Así
las cosas, hasta mayo de 2021, las reservas
mexicanas se ubican en Chihuahua,
con salmueras en Ascención, Aldama, Cusihuiriachi y Jiménez; Coahuila, en Sierra Mojada y San Pedro;
San Luis Potosí, en Santo
Domingo, Villa de Ramos, Salinas, Moctezuma y Villa de Guadalupe; Sonora, en Puerto Peñasco, Pitiquito,
Tubutama, El Sáric, Aconchi, Nacozari, Huasabas, La Colorada, Suaquí Grande,
Onavas, Soyopa, y Álamos. También cuenta con sedimentos en Nogales y Agua
Prieta; y Zacatecas en Jiménez
del Teúl, Fresnillo y Villa Hidalgo.
El
Servicio Geológico Mexicano recopila datos anuales mediante el Anuario
estadístico de la minería mexicana que, en 2020, resaltó que las exportaciones
del país ascendieron a 652 mil 472 dólares estadounidenses en 2018, último año
del que se tienen datos.
Las
importaciones, sin embargo, fueron por tres millones 823 mil 898 dólares, por
lo que existe déficit en su comercio en años recientes. También, de acuerdo con
el SGM, las exportaciones de carbonato de litio en 2018 se vendieron a EE.UU. (85.05%);
Francia (14.93%); y Perú (0.01%). En contraste, se importó de Chile (77.57%),
Eslovenia (20.5%), Estados Unidos (1.42%) y Argentina (0.5%)
A todo esto, apenas el 24 junio las
empresas británicas Bacanora Lithium y Sonora Lithium, y la china Ganfeng Lithium
lanzaron un arbitraje internacional contra el gobierno mexicano ante el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, del Banco
Mundial, según la página web del organismo.
Según
Ganfeng, el retiro de las concesiones era un “acto ilegal” y que defenderían la
concesión vía legal, pero no habían iniciado ningún proceso.
México
quitó a la compañía china -de capital británico- nueve concesiones, incluida la
relacionada con el yacimiento de
litio en Bacadéhuachi, Sonora,
hasta hoy sitio con mayor probabilidad de producción de litio, aunque ésta no
ha comenzado.
La
concesión se le retiró bajo argumento de bajo nivel de inversión. “La razón que
nos han dado es que no hemos hecho suficiente gasto. Obviamente vamos a defender eso con las
acciones legales que podamos. Gastamos muchas decenas de millones
de dólares en Sonora, así que no
creemos que la cancelación sea algo legal”, dijo Secker, encargado del
proyecto.
La
compañía había comenzado trabajos de exploración hace varios años, y construido
una planta piloto para producción, pero sus planes se cruzaron con la Ley
Minera, que plantea que el litio sólo podía explotarlo el Estado mexicano.
En comunicado conjunto, las tres compañías (las
británicas vendieron el yacimiento a la china) informaron que el arbitraje se
inició ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones.
“En mayo de
2024 se inició un procedimiento de arbitraje respecto a una serie de leyes,
regulaciones y medidas relacionadas emitidas por México, las cuales
efectivamente nacionalizaron los recursos de litio, impactaron la operación del
proyecto y resultó en la cancelación de las concesiones minerales poseídas por
las subsidiarias mexicanas”, dice.
Desde abril de 2022 el gobierno mexicano aprobó
modificaciones a la Ley Minera, con las que se prohibieron las concesiones de
litio, al declarar el mineral como sector estratégico; otorgó, además el
derecho exclusivo de su exploración, producción y comercialización al Estado. También
se retiraron las concesiones a todos los propietarios que no estuvieran cerca
de producir.
La compañía dijo que mientras mantenía
conversaciones con la Secretaría de Economía, la Dirección General de Minas
retiró nueve concesiones en poder de sus subsidiarias mexicanas, incluidas las
principales de Sonora. Se argumentó que incumplió la inversión mínima de 2017 a
2021.
Por su lado, López Obrador dijo que México se
defenderá en paneles internacionales ante la demanda de la empresa china por
cancelar concesiones para extraer litio en territorio mexicano.
Añadió que ha tratado el tema con el embajador de
China en México y se busca llegar a un acuerdo, donde puede realizarse una
asociación, pero con el predominio de interés nacional, como único problema,
aunque acudirá a esos paneles para defender nuestro derecho, ya que la nacionalización
del litio fue para que sólo el gobierno pueda extraer y explotar el material.
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de
comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores
y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos
pendiente de publicar.
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y 2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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