¡Sangre en Cancún y Playa del Carmen!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
De no ser por la magnitud de los
hechos y circunstancias, hasta nos atreveríamos a pensar que los sangrientos,
trágicos casos de Playa de Carmen y Cancún, respectivamente, serían “cortinas
de humo” de Peña Nieto para olvidar momentáneamente los “gasolinazos”, aunque,
lamentablemente, el resultado es prácticamente el mismo: Sólo se habla de las
balaceras.
Y es que para desgracia de ambos
polos turísticos, dos de las principales ventanas de Quintana Roo al mundo, los
casos no son ciertamente aislados, ya que, dígase lo que se diga o se pretenda
hacer creer, tienen como factor común el narcotráfico, el crimen organizado en
todas sus manifestaciones.
Lo peor es que, dada la serie de
antecedentes asentados en su momento, el problema no es nuevo, data de muchos
años, tolerado, fomentado, protegido o soportado por autoridades de los
diversos niveles, algunas cómplices, ignorantes, incrédulas o de buena fe. De
todo ha habido en la viña de El Señor.
Sin pretender minimizar la balacera
del lunes en la discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen, resulta más grave el
ataque a las instalaciones policiacas de Cancún, donde, según los primeros
informes, arrojó un saldo de cuatro muertos -un policía y tres atacantes-, así
como cinco detenidos.
La balacera ocurrió ayer alrededor
de las 4 de la tarde, cuando un comando armado de 10 atacantes, a bordo de
sendas motocicletas, abrió fuego contra el edificio e hirió de muerte a uno de
los agentes que repelió la agresión, tras lo cual se registró una persecución por
varias avenidas, de donde, se supone, derivaron las demás muertes y
detenciones.
De acuerdo a información fiable,
los responsables del ataque serían dos nuevos cárteles de narcos guerrerenses
que, con nuevo sistema de operación, ha tratado infructuosamente de instalarse
en Cancún, donde los tradicionales jefes de control de plaza son “Los Zetas” y
“Los Pelones”, a través del narcomenudeo en discotecas de la zona hotelera, así
como por taxis y tiendas.
¿Por qué atacar a la policía, lo
que de por sí es muestra de la gravedad del caso? Una de las hipótesis más
creíbles es el del reclamo, pero no porque la Fiscalía haya demostrado eficacia
en el combate al narcotráfico, sino porque posiblemente a unos los dejen
trabajar y a otros no, o bien porque existió algún acuerdo -pagado, desde
luego- que no se respetó.
Unas horas después de la balacera de
Playa del Carmen, donde hubo 5 muertos y 15 heridos, la periodista Zuleika
Cáceres hacía un recuento de los recientes actos más violentos de Cancún, entre
ellos del 11 de enero, con la balacera en el antro “El Costeñito“, de plaza
Solare, entre la Plaza de Toros y
Malecón Las Américas, con saldo de un muerto.
Previamente, el 24 de diciembre,
desconocidos dispararon entre 15 y 20 ocasiones contra un automóvil Mazda rojo
que transitaba en la avenida Tulum, donde pereció una persona, por lo que
autoridades activaron el Código Rojo.
Dos días antes, “una ola de
disparos sorprendió a los asistentes de la feria ubicada en la avenida Xcaret con Kabah, hecho que dejó un
muerto y cinco heridos. Los indicios apuntaron a un ajuste de cuentas”, dice,
mientras que el 28 de noviembre la Fiscalía confirmó un ataque armado en la
zona de discotecas, con saldo de dos muertos y un herido grave.
Los disparos se dieron en las
inmediaciones de la discoteca Mandala, donde tres sujetos, a bordo de
motocicletas, dispararon contra las discotecas Mandala y Congo Bar, ambas a un costado
de la avenida Kukulkán.
Interesante crónica, que incluye permanente
violencia, robos y asaltos en locales de Playa del Carmen, aunque lo que más
pone de manifiesto es la ineptitud de las policías preventivas
locales que, lejos de dedicarse a lo que realmente les corresponde, la
vigilancia para evitar delitos, están más “preocupadas” por extorsionar
guiadores y borrachos.
Los
casos más delicados han sido precisamente los de Cancún y Playa del Carmen,
sobre todo el primero, donde asaltos, ejecuciones y asesinatos están a la orden
del día desde el trienio anterior, con el priísta Paul Cáceres, aunque
“dignamente” imitado por el “ecologista” Remberto Estrada Barba, a quien la
delincuencia organizada parece darle lo mismo que convivir con Junior’s.
La inseguridad, irregularidades y
ola de violencia de Cancún vivieron momentos de mayor impunidad durante el
periodo del capitán Arturo Olivares Mendiola al frente de la Secretaría
Municipal de Seguridad Pública, hasta ser cambiado finalmente el 30
de julio 2015, cuando, aunque Usted no lo crea, el exgobernador Roberto Borge lo nombró subsecretario
de la Coordinación de las Policías Municipales en la Secretaría de Seguridad
Pública.
En el mismo anuncio, Higinio
Sánchez Baltazar, quien estaba al frente de la Dirección de la Policía
Preventiva, asumió la dirección del Centro de Readaptación Social de Cozumel, pese
a que también lo había sido en Benito Juárez, donde fue cesado por múltiples
motines y la muerte de tres internos.
¿Qué significa esto? Que en las tareas más
delicadas como seguridad, pese a fracasos, denuncias y sospechas, se sigue
haciendo más de lo mismo y practicando los tradicionales “enroques” que año
tras año, trienio tras trienio y sexenio tras sexenio no han dejado más que
fracasos y frustraciones.
¡Como si no hubiera más tela de
dónde cortar! ¡Como si no hubiera personas con mayor capacidad y preparación,
ahora académica-profesional!
Por ejemplo, con la matanza de
Playa del Carmen, de la que a tres días de ocurrida no existe puntual
explicación, la única solución ha sido cortar las primeras “cabezas”: Las
directoras de las policías Turística y Tránsito, Dulce Yuridia Ortega Gómez y
Diana María Ortiz Echeverría, respectivamente, aunque fue por exigencia del
regidor de Gobernanza, Jesús Caamal.
Trascendió que, a la vista de malos
resultados, los regidores también plantearon la posibilidad de pedir la
renuncia del director general de la Policía Municipal de Solidaridad, el
campechano Luis Alfonso Pérez Maldonado, a lo que se negó la alcaldesa Cristina
Torres Gómez.
La munícipe niega que el cese de las
directoras, las más consentidas de su equipo, deriven de la matanza del Blue
Parrot, pero los regidores le habrían dado un ultimátum: ‘¡O se van ellas o
tú!’, en una advertencia de precabildeo que, sin embargo, les dio buenos
resultados.
Y es que para efectos de nombrar algunos
funcionarios se considera el currículum, por ejemplo, en el caso de Maldonado, egresado
de la Escuela de Policía de Quintana Roo (1992-94); en 1995 causó alta en la
infantería de Marina en Lerma, Campeche; en el 2000 ingresó a la Policía
Federal Preventiva, donde adquirió conocimientos y tácticas que le valieron ser
escolta personal de los gobernadores campechanos Salomón Azar García y Jorge
Carlos Hurtado Valdez
En el 2010 fue subdirector de la Policía
Estatal Preventiva campechana, director de la penitenciaria en Ciudad del
Carmen, y en 2012 contratado por la DEA y asignado al consulado de Estados
Unidos en Mérida, Yucatán, tras lo cual, el 30 de septiembre de 2016, asumió en
Playa del Carmen.
Con todo, sobre quienes habría que
insistir son sus antecesores, Martín Guadalupe Estrada Sánchez y Rodolfo Del
Ángel Campos (2007-15), este último actual titular de la Secretaría de
Seguridad Pública de Quintana Roo, quien “renunció” a la Dirección General de
Seguridad Pública (8 de agosto 2015), después de tres trienios y sobrevivir a
un atentado en julio de 2011.
Su primer
periodo en Playa del Carmen fue durante el último año de gestión de Carlos
Joaquín González como alcalde; continuó durante el trienio de Román Quian
Alcocer (2008-11), lo ratificaron Filiberto Martínez Méndez y Rafael Kantún
Ávila (2011-13) y finalizó durante el periodo de Mauricio Góngora Escalante (2013-agosto
2015)
Sin embargo,
el 29 de septiembre de 2016, con el título ¡Inexplicable nombramiento de CJG!,
reiteramos que el nombramiento más inexplicable de Carlos Joaquín y que llamó
más la atención fue el de Rodolfo del Ángel, y más inexplicable aún porque
había sido colaborador de Mauricio Góngora.
Pero eso no es todo, ya que, como
publicamos el 13 de julio de 2015 con el título “¡Candidato de Félix a la
gubernatura!”, sobre Rodolfo del Ángel pesan graves acusaciones de corrupción,
enriquecimiento ilícito, protección al crimen organizado, robos, desfalcos,
fraudes, extorsiones y más, que Mauricio Góngora nunca aclaró ni explicó.
Así, se
denunció que, con más de 9 años al frente de la corporación, Rodolfo del Ángel,
conocido con la clave “Mercurio”, proveniente de familia humilde y pobre, se
había convertido en uno de los playenses con más propiedades en
fraccionamientos y residencias de lujo (Las Flores, Villas del Sol, Los Olivos,
Residencial el Cielo, Colonia Ejidal, y La Toscana, donde vivía)
Correspondía al ex candidato del
PRI puntual y amplia explicación sobre quien se consideraba uno de sus más
cercanos colaboradores, sobre todo por tratarse de una corporación de suyo
estratégica, dado su papel en la seguridad y protección del patrimonio e
integridad de los playenses. Nunca ocurrió.
Para nadie es un secreto que el
principal cáncer de la sociedad en ese municipio es precisamente el
narcotráfico y el tráfico “hormiga” de drogas, de donde surgen millones de
dólares que, quiérase o no, serían suficientes para el financiamiento de
cualquier campaña,
Más aún, bajo el título “Mauricio:
Negro pasado y feo presente”, el 14 de julio de 2015 explicamos que las sospechosas
propiedades de don Rodolfo son “viviendas y terrenos que con su sueldo NO
habría logrado obtener, sino a base de posible corrupción, protección al crimen
organizado, robos, desfalcos y fraudes”.
Hasta ahí las
cosas, le sucedió en el cargo Estrada Sánchez, quien, según se publicó, “previo
al cargo estuvo al frente de la Policía Municipal Preventiva del municipio
desde 2002 y hasta 2006, tras lo cual se había desempeñado como director de la
Policía Turística en Benito Juárez”.
Sin embargo,
nada se dijo sobre la enorme cola de quien entregó el cargo a Pérez Maldonado,
pero que ventilaremos en nueva entrega, aunque, tal y como referiría nuestro
colega Carlos Cantón, anticipamos que el 18 de abril de 2013, “Roberto Borge nombró
a un presunto protector de delincuentes y espía-hacker profesional como subsecretario de Seguridad Pública en la
Zona Norte de Quintana Roo”.
¿Y así
queremos seguridad para nuestras familias y patrimonio? ¿A alguien le cortarán
la “cabeza” por lo ocurrido en Cancún?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
30 años, con más de 40 como reportero, jefe de información, editor y jefe de
redacción de varios medios de información, así como Jefe de Información de dos
gobernadores y tres presidentes municipales. Ha publicado cuatro libros.
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