Joaquín González, ¡moneda de cambio!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
El reciente
nombramiento de Joaquín González Castro como nuevo Subsecretario de Enlace
Interinstitucional fue un magistral movimiento del gobernador Carlos Joaquín
González al que es difícil sustraerse, sobre todo ante el difícil momento por
el que atraviesa la dependencia de la que depende el nuevo funcionario, sobre
quien faltaría espacio para dedicarle a su brillante trayectoria.
Supuesto
asesor “visible” del diputado federal José Luis “Chanito” Toledo en la reciente
contienda interna del PRI por la candidatura a la gubernatura de Quintana Roo,
el nuevo funcionario ocupa hoy la plaza que dejó vacante el ex priísta Adrián
Chicato Alonso, a quien Francisco López Mena despidió controversialmente el 17
de noviembre de la Secretaría de Gobierno.
El ahora hoy ex funcionario, quien
apenas había tomado posesión el 5 de octubre, había renunciado al PRI a
mediados de abril para sumarse a la campaña de Carlos Joaquín, aunque desde ese
entonces externó su interés por la presidencia municipal de Benito Juárez en
2018 como candidato independiente.
Ante el tamaño político de su
sucesor, sin embargo, pocos o nadie extraña el “incidente” de este ex
funcionario, quien presumía haber fungido exitosamente como delegado del CEN
del PRI en los procesos electorales de otras entidades.
En efecto, resultaría ocioso reiterar
la envidiable trayectoria de González Castro en terrenos de la administración
pública, aunque baste recordar su origen veracruzano para remontarnos a su
lucha por alcanzar los primeros planos desde mediados de los años 70, hasta
convertirse en serio, muy serio, candidato a la gubernatura de Quintana Roo.
Para su mala fortuna, su mayor
obstáculo era un correligionario priísta, el entonces senador Mario Villanueva
Madrid, quien le ganó la carrera en la última “zancada” con el apoyo de la CNC,
aunque su mayor obstáculo era el desaparecido “Nativismo” que, impulsado por el
propio “villanuevismo”, se oponía a que el jarocho alcanzara la gubernatura.
Una vez logrado su propósito,
Villanueva Madrid no sólo emprendió, a la par de una campaña de venganzas
contra sus opositores, sino la tradicional operación “cicatriz” que, como era
de esperarse, incluyó al propio González Castro, a quien convirtió en uno de
sus mejores amigos e impulsó su trayectoria. Claro, había conseguido sus
propósitos.
Durante el sexenio siguiente, tras
el “destape” de Joaquín Hendricks Díaz, el nuevo subsecretario, junto con otros
políticos que vieron desvanecerse sus posibilidades de alcanzar la gubernatura,
entre ellos Jorge Polanco Zapata, optaron por abandonar las filas del PRI para
engordar las del desaparecido Partido Convergencia por la Democracia, hoy
Movimiento Ciudadano.
Posteriormente, en 2005, al inicio
de la gubernatura de Félix González, González Castro se convirtió en diputado
local por la XI Legislatura, que encabezó Manuel Valencia Cardín como
presidente de la Gran Comisión, por Convergencia, en lo que constituyó la
primera vez que la oposición ocupaba esa importante posición. El PRI sólo tuvo 8
legisladores; el PRD, 7; el PAN, 4; Convergencia, 3; uno el Verde y PT, y un
Independiente.
Ahora bien, la lectura obligada es
cuál será realmente el papel de González Castro en la Secretaría de Gobierno,
ya que pocos o nadie se creó el cuento de que, supuestamente, será “para
fortalecer las relaciones del poder ejecutivo y la coordinación entre las
distintas instituciones de la administración pública, incluyendo los poderes
legislativo y judicial y los organismos constitucionales autónomos”.
Nada más falso, como un billete de
10 pesos, ya que a todas luces la inoperancia de la “vicegubernatura”, como
segundo órgano de mayor relevancia en el gobierno de Carlos Joaquín, comenzaba
a permear en todos los ámbitos del sistema, con el natural debilitamiento del
mandatario, cuando que, en la práctica y en teoría, López Mena debería
encargarse de resolverle problemas…no a creárselos.
Sin embargo, es claro que Carlos Joaquín no
puede darse el lujo de mostrar signos de debilitamiento, y menos a tan sólo 6
meses de gobierno, por lo que es mejor tapar un “bache” que dar muestras de que
la “avenida” es un verdadero desastre.
Así, González Castro, con su vasta
experiencia, deberá poner orden en todos los ámbitos, principalmente en materia
de seguridad y procuración de justicia, aunque tiene capacidad para
involucrarse en el creciente escándalo del Poder Judicial, donde, como ex presidente
del Tribunal Superior de Justicia del Estado, no habrá nada que enseñarle ante
el cuestionado -y cuestionable- Fidel Villanueva Rivero.
Como era de suponerse, López Mena
seguirá “despachando” por el momento como secretario de Gobierno -sólo eso-, a
menos que Carlos Joaquín decida de una vez por todas librarse de ese lastre que
ha dado muestras de ser un magnífico burócrata, de esos que se encuentran por
toda la entidad, pero sólo eso.
Sin pretender ser adivinos, los
días del panista están contados, para su buena fortuna, sólo como secretario de
Gobierno, ya que, como “cuota” del PAN por la campaña, Carlos Joaquín está
imposibilitado de correrlo, ya que el acuerdo con la cúpula blanquiazul ¡fue la
senaduría! Sí, leyó Usted bien: ¡Será candidato del PAN a la senaduría en 2018!
¿O acaso creía Usted que Carlos
Joaquín tendría las manos libres para designar a sus candidatos? Posiblemente
tenga su corazoncito para proponer candidatos a diputados federales, pero el
PAN pidió a López Mena para el Senado de la República como condición para
sumarse a la coalición que propuso al mandatario como abanderado, aunque aquí
había que ver qué opina el PRD, donde la lucha interna siempre ha sido su
principal característica.
Casi podríamos jurar que, en uno y
otro caso, tanto el PAN como el PRD convocarán a una serie de “consultas” para
simular la designación de sus candidatos federales, aunque, al menos en el
primer caso no habrá moneda en el aire. Está decidido.
Por lo pronto, bienvenido González
Castro. La comunidad quintanarroense vio con buenos ojos su llegada y, como
necesario tanque de oxígeno para su gobierno, seguramente Carlos Joaquín…
también.
PD:
Trascendido a todos los medios
locales y redes sociales, para la comunidad periodística del Estado -suponemos
que a la nacional- resulta reprochable y condenable la cobarde actitud del
diputado local del PRD por el XII Distrito “de la Zona Maya”, José Esquivel
Vargas, presidente de la Comisión de Planeación y Desarrollo Económico de la XV
Legislatura, quien ayer lunes amenazó públicamente al reportero de Novedades de
Quintana Roo, Benjamín Pat, por una nota publicada sobre su pobre desempeño
legislativo.
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
30 años, con más de 40 como reportero, jefe de información, editor y jefe de
redacción de varios medios de información, así como Jefe de Información de dos
gobernadores y tres presidentes municipales. Ha publicado cuatro libros.
luancaba.qroo@gmail.com
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