¿Mejor PRI que alianza PAN-PRD?
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
No cabe duda de que
hablar de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) de Quintana Roo
remite al acostumbrado sistema político priísta que perdió la gubernatura el
año anterior, pero cuyas costumbres, vicios y demás linduras permanecen en el
nuevo gobierno, ese gobierno del “cambio” que no pocos preguntarán por qué
siempre se escribe entre “comillas”.
La razón es sencilla:
Nadie o aislados adeptos al nuevo gobierno se han percatado de ese cambio -o así lo
han querido ver-, aunque, en el último de los casos, dicho cambio ha sido para
atrás, al grado tal que, créase o no, no pocos se preguntan si hubiera sido
mejor que el PRI continuara en el poder.
En efecto, después de 41 años de gobernar una de las
entidades más jóvenes del país, el odiado priísmo nos obligó a acostumbrarnos a
una serie de mañas que hoy vemos nuevamente en el gobierno de Carlos Joaquín,
entre ellas la falta de voluntad por obligar a los colaboradores a desquitar
sus envidiables ingresos y cumplirle a la gente.
Hablábamos al principio de CAPA, y qué mejor ejemplo que sus
sucesivos titulares -ahora Gerardo Mora Vallejo-, que solían ser calificados de
“suertudes” por estar al frente de la tradicional “caja chica” de gobierno y
cuyo único compromiso era con quien los nombró, independientemente del resto de
su junta directiva…y de los usuarios.
Algo similar ocurre ahora que, con un año al frente, el NO
priísta, el perredista Mora Vallejo, no ha podido o no ha querido demostrar lo
contrario, y hasta resulta inevitable recordar a los funcionarios priístas que,
por ejemplo, cuando sabían de la visita del gobernador o de algún alto
funcionario federal se limpiaban “cara” y oficina, y trataban de mostrar lo
mejor.
Esto ocurría sobre todo en los municipios, cuyas autoridades
ordenaban desyerbar, pintar, bachear y hasta sembrar palmeras y flores por los
sitios por donde pasaría su invitado, tras lo cual todo quedaría como antes,
pobreza y abandono por todos lados, excepto las docenas de pancartas de bienvenida
que hasta hoy se observan en algunas comunidades.
A unos días del I Informe de Carlos Joaquín, Mora Vallejo ha
adoptado una conducta similar -sólo faltan las flores-, ya que, tras 27 días
consecutivos de mantener con una ínfima presión de agua a decenas de miles de
usuarios -a muchos miles de ellos sin una gota-, el 16 de agosto por fin subió
al líquido a los tinacos de algunos, aunque el gusto sólo duró dos días.
El día 18 volvió a la distribución “por goteo” en la mayor
parte de la capital -y por momentos sin esas gotas- hasta que, finalmente, el
lunes último se normalizó ligeramente la presión y permitió llenar los tinacos
-al menos hasta anoche-, aunque no nos hacemos muchas ilusiones, ya que sabemos
que el informe de Carlos Joaquín es inminente, y Mora Vallejo quiere quedar
bien.
Hablar de CAPA es hablar de anécdotas, ya que inclusive
empleados y ex empleados suyos comentan que la falta de presión y absoluta del
agua -como en la mayoría de la Col. López Mateos, por ejemplo- se deben a una
“estrategia” para ahorrar en su consumo de energía eléctrica, sobre todo
matutino, por lo que generalmente el bombeo es nocturno.
Esto nos recuerda añeja anécdota del ex zoológico -hoy
Biouniverso o parque temático Payo Obispo-, cuando tenía como director al ex
diputado -y casualmente ex director de CAPA- el priísta Pedro Flota Alcocer, a
quien se le acusaba de que los animales del lugar estaban desnutridos, a lo que
“explicó” que un día a la semana no les daban de comer ¡para evitar que
engordaran!
Y si volvemos al tema del “cambio” también nos obliga a
recordar los añejos tiempos priístas de la Presidencia de la República, cuando
todo mundo nos decía que estábamos en crisis “galopante”, al borde de la
hiperinflación, aunque, irónicamente, en ese entonces alcanzaba la quincena
para llenar de mercancía nuestro auto, cargar gasolina y quedarnos con un
ahorrito.
Irónicamente, a un año del gobierno del “cambio”, vemos que
todo mundo se queja de la falta de corrupción -¿verdad Manuel Alamilla
Ceballos?, de falta de empleo e invasión de foráneos (poblanos), que antes
criticábamos con Félix González, cuando nos inundó de cuates cozumeleños. Para
acabarla de amolar, sufrimos por lo más elemental: Falta de agua.
Pero, vaya, si de ironías hablamos, no podemos omitir el
caso de un letrero ubicado a la entrada de la Dirección de Seguridad Pública,
que, en alusión al I Informe, dice textualmente: “Había 25, hoy hay 300
patrullas estatales”, con lo que asegura que “hay cambio, nuestro compromiso”.
¿Y dónde está el “cambio” si la seguridad pública es
precisamente uno de los principales “Talones de Aquiles” de Carlos Joaquín? ¿En
los números, esos con los que seguramente “marearán” a los invitados durante el
próximo informe?
Lo cierto es que circunstancias como las del agua “potable”
de la CAPA y de la seguridad obligan a enredarnos cada vez más con la
transparencia de la que habla Carlos Joaquín e insisten sus corifeos, ya que
sus titulares son dignos representantes de la opacidad ¡Eran más evidentes los
priístas!
Ejemplos sobran, sobre todo en el tema de la CAPA, por
ejemplo cuando eventualmente faltó agua, y lo comentamos a alto funcionario.
Aunque parezca mentira, en toda la gestión de la entonces titular de CAPA nunca
volvimos a tener ese problema, pero existen ejemplos de otros periodos, cuando
el problema era la falta de presión.
En ese entonces sólo debimos esperar tres horas a una
cuadrilla que, en cuestión de una, rompieron calle y cambiaron un pedazo de
tubería para solucionarlo. Hoy no tenemos a quién llamar, pero el año pasado
CAPA nos dejó plantados tres veces para una reparación, hasta que pretextó
carecer de vehículos: Tuvimos que ir por ellos y regresarlos.
Luego, entonces, nos preguntamos, si es cierto que el
gobierno priísta de Borge nos estaba dejando en la calle vía corrupción, ¿ha
sido mejor la opción “aliancista” de Carlos Joaquín? ¿Dónde está en cambio?
Si bien entre las principales acusaciones sobre los ex mandatarios
Félix González y Roberto Borge se incluye la desorbitante deuda pública, ¿Cómo
llamarle a la que nos heredará Carlos Joaquín? ¿Es suficiente -como dice el
titular de Finanzas, Juan Vergara Fernández- que la ahora multimillonaria deuda
sea “manejable”?
Ya veremos cómo la califica el muy probable sucesor de éste
último, ya que todo hace suponer que, como pago al apoyo a la campaña, todo
obliga a pensar que el empresario metido a político se convierta en candidato a
la presidencia municipal de Benito Juárez, aunque ¡vaya usted a saber por cuál
partido político, pues dudamos que sea por la alianza PAN-PRD!
Por lo pronto, seguimos con nuestras veladoras encendidas,
pero ¡solo para que hoy vuelva a “subir” el agua de CAPA a nuestro tinaco! ¿Mañana?
¡San Gerardo dirá!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
*Luis
Ángel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
30 años, con más de 40 como reportero, jefe de información, editor y jefe de
redacción de varios medios de información, así como Jefe de Información de dos
gobernadores y tres presidentes municipales. Ha publicado cuatro libros.
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