¡Cochinero en gastos de nueva "morenista"!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Aunque también con el feo antecedente de haber
nacido con el partido “Verde”, la alcaldesa de Playa del Carmen, Angy Estefanía
Mercado Asencio, otro personaje fuerte para la silla que dejará en 2027 Mara
Lezama, tiene ahora mismo la oportunidad de demostrar la honestidad de sus
aspiraciones y que aplicará la justicia en Quintana Roo.
Su reto tiene nombre y apellidos, Lili Campos
Miranda, ex alcaldesa del PAN en ese municipio, hoy desesperada en buscar
cobijo con Morena, arropada por el diputado Ricardo Monreal, gracias a quien se
incluyó en el grupo de asesores jurídicos de la Cámara de Diputados, y acudir
junto con ellos al informe de los primeros 100 días de gobierno de Claudia
Sheinbaum y a otros eventos de miembros del partido.
Oriunda de la ciudad de México, la ahora “quintanarroense”,
identificada con ex gobernador Carlos Joaquín -su consejera jurídica antes de hacerla
diputada local y alcaldesa derrotada en busca de la reelección- dejó como
herencia un verdadero cochinero que deberá investigar -y castigar- Estefanía
Mercado, a quien le renunció como regidora plurinominal.
Acusada
de haber repartido “cañonazos” de hasta ¡100 millones de pesos! a periodistas y
medios de comunicación para que la apoyaran en su campaña criticando a Estefanía
Mercado, a quien ahora alaba, sin embargo, desde mayo de 2024 se le detectó una
serie de irregularidades que constituyen delitos sujetos a castigo… aunque se
diga arropada por el propio Morena.
Entre otros, Lili Campos habría otorgado
contratos en adjudicación directa para adquirir patrullas y otros vehículos
para seguridad del municipio, además del negocio en la recolección de basura,
cuyo contrato millonario dio a Michael Alejandro Barrera Martínez, dueño de un
taller mecánico cuya dirección fiscal es un misterio. Fue un contrato leonino
por más de 300 millones de pesos. El arrendamiento de patrullas se clasificó de
“secreto”.
Con
todo, nunca resolvió el problema de inseguridad en su municipio, de más de 200
ejecuciones y unos mil 800 narcomenudistas puestos en sus manos sin éxito, para
millonarios negocios al amparo del poder político.
Uno
de los escándalos más estruendosos de su gobierno, fue contratar en forma directa
a la empresa Lumo Financiera del Centro, por 310 millones de pesos, arrendar
patrullas y equipo policiaco, pese a presumir que su policía era la mejor
pagada del país, con salarios entre 20 mil y 25 mil pesos mensuales, pues su
territorio estuvo plagado de criminalidad, y la venta de drogas operó impune,
con distribuidores con protección oficial.
Y
eso que Lumo enfrenta presuntas investigaciones de la Fiscalía General de la
República y la Unidad de Inteligencia Financiera por incurrir en diversas
anomalías en otros Estados.
Un
caso ventilado públicamente de la empresa, con el mismo negocio en Guadalajara,
el entonces alcalde Pablo Lemus le otorgó un contrato directo, pese a que Lumo,
propiedad de Jaime Santos Ayala, presentó una oferta más alta, más de 300
millones de pesos respecto al resto.
Lumo
y socios tienen contratos bajo el mismo concepto en 20 entidades, en buena
parte de los cuales enfrenta juicios y demandas por irregularidades de
contratación. La plataforma de transparencia establece que Santos Ayala ha
obtenido 169 contratos de gobierno, con ganancias por 1,500 millones de pesos,
aunque están bajo la mira de la FGR y la UIF.
El
contrato que le otorgó Lilí Campos tuvo todo el tinte de ventajoso como el de otros
estados. 310 millones fue la contragarantía, con 21 millones por
incumplimiento. El negocio consistió en arrendar patrullas, camionetas y
motocicletas de playa que, al término del mismo, debieron devolverse a la
empresa en la Ciudad de México -en septiembre de ese año-, cuando la alcaldesa
concluyó su gestión.
Según
Plataforma Nacional de Transparencia, Lumo y Lilí Campos pactaron el
arrendamiento de patrullas y otros vehículos para seguridad en secreto, con
todo y omisiones graves: No especificaba, por ejemplo, cuantos vehículos, como
tampoco si, en caso de robo o pérdida total, Lumo se haría responsable de
reponer.
Por
si fuera poco, la ex alcaldesa tuvo más negocios al amparo de la presidencia
municipal, entre ellos un contrato millonario a supuestos empresarios de un
taller mecánico para limpieza pública sin contar con experiencia. Fue por
adjudicación directa, y el beneficiado, Electrotaller Industrial y Comercial,
propiedad del priista tabasqueño Michael Alejandro Barrera Martínez.
La
adjudicación fue por 343.4 millones de pesos, firmada el 14 de octubre de 2021
y concluiría en septiembre de 2024.
Desde
esa fecha, priista y presuntos socios empezaron a manejar residuos sólidos con
30 recolectores de basura con mantenimiento correctivo de unidades, con lo que el
tabasqueño habría obtenido ganancias por unos 100 millones de pesos al año.
En
la recolectora de residuos, fundada en 2018, a través de su página web,
Electrotaller Industrial y Comercial reconoce ser especialista en reparación de
vehículos, nunca experta en manejar residuos sólidos, pues, en estricto sentido,
es un taller mecánico.
Al
igual que con Lumo, Lilí Campos otorgó al empresario (mecánico) ventajas en la
contragarantía, pues por incumplimiento del contrato sólo pagaría una
penalización de 29 millones de pesos, lo que no era lo más grave, sino que la
dirección fiscal del taller, ubicado en Villahermosa, Tabasco, no existe: Es un
condominio con siglas “Rp”, lo que pone en duda su existencia.
Esto
explicaría por qué Playa del Carmen -ventana turística hacia el mundo, como la
llamaba Lilí Campos- tenía problemas de recolección de basura, grave en
colonias como Ejidal, Playas del Sol y Luis Donaldo Colosio, aunque también
tiraderos en la Quinta Avenida, una de la más concurridas por turistas de todo
el mundo, por el pésimo manejo de desechos.
Otro
dato no menos sorprendente era la Dirección de Servicios Públicos Municipales,
pues había chatarra acumulada y camiones descompuestos viejos y abandonados.
Todo un basurero con fierros y llantas desechadas.
Ante
esa presunta corrupción que imperó en Playa del Carmen con estos y otros
negocios, la Contraloría Estatal habría “investigado” infructuosamente el tema,
al igual que la Fiscalía Anticorrupción.
El
caso es de tal magnitud que, de haber consecuencias, la justicia no sólo debería
alcanzar a los empresarios que se prestaron a estos “enjuagues” sino a la
propia Lili Campos, quien, pese a estas acusaciones, buscó afanosa, pero
infructuosamente, la reelección ante Estefanía
Mercado.
Respecto a los “cañonazos” de dinero hasta por 100 millones que
repartió Lilí Campos a los periodistas, es una verdadera pena nombrar a los
beneficiados, pero repetimos el tema porque lo que realmente hizo fue desviar
recursos públicos de otras necesidades para el pago de prensa para tener
contentos a los medios de comunicación y no hablar de su corrupción.
La
lista es de periodistas que estaban en nómina de enero a septiembre de 2024 con
jugoso sueldo mensual, y aunque su relación es larga, curioso, el reparto se dio
en el ejercicio fiscal 2024, justo en tiempos de campañas y, los que criticaron
en su momento a Estefanía Mercado, ahora la adulan. Si alguno ignora si su
nombre figura en la lista, con gusto le informamos.
Es
grave, pero lo cierto es que Lili Campos erogó 116 millones de pesos para
publicitar su imagen y su gobierno desde 2021. La estrategia para posicionar su
administración panista fue con 234 contratos por adjudicación directa durante
tres años.
De
acuerdo con Plataforma Nacional de Transparencia, el mayor monto fue en 2024,
justo cuando intentó reelegirse, con casi 51 millones de pesos a través de 61
acuerdos. Un año antes, pactó 104 contratos por 27 millones 748 mil pesos, por
difusión en televisión, radio, medios impresos e internet.
Ene
2022, contrató 67 acuerdos por 33 millones 233 mil pesos, y dispuso de otros
400 mil para anuncios móviles espectaculares, aunque tuvo otros gastos, como en
diseño de imagen, logotipos, marca y manuales de identidad municipal, que costaron
1.2 millones de pesos, en tanto contrató medir impactos y audiencias sobre la
efectividad de sus campañas por otro millón 220 mil pesos, y un segundo
monitoreo por 1 millón 73 mil pesos.
Al
inicio de su gestión, gastó 835 mil pesos con el mismo objetivo, para cápsulas
televisivas por 400 mil pesos, y en promoción por perifoneo, 435 mil pesos
entre octubre y diciembre de 2021.
Las
comprobaciones del dispendio económico, que se entregaron a Estefanía Mercado, también
incluyen espectáculos en los que gastó 36.616 millones de pesos, según Transparencia
en Línea.
Otro
gasto escandaloso fue para el Carnaval 2024, cuando utilizó 32.6 millones de
pesos por adjudicación directa, donde la contratación del servicio integral del
evento costó 19.6 millones de pesos, y la actuación del cantante Sebastián
Yatra, otros 13 millones de pesos.
En
2023, encargó servicio integral de logística para celebrar el Día de Muertos,
por 552 mil 798 pesos. Antes, en 2022, contrató en 2 millones de pesos a la
“Arrolladora Banda Limón” para conmemorar la Independencia nacional, y para
festejar el aniversario del municipio, se presentó el show de “Matute” por 1
millón 845 mil pesos.
Otros
gastos reportados en la Plataforma de Transparencia fue la contratación de
vehículos blindados para funcionarios, a través de dos documentos, el primero
por 2.4 millones de pesos, y el otro sin reportar.
Finalmente,
hay también otros contratos para adquirir equipo de cómputo y mobiliario para
las oficinas del Cabildo y del Síndico, por 1 millón 126 mil, así como para equipamiento
de oficinas, por 676 mil pesos, en 2022.
Con
toda esta información, que obra en manos de Estefanía Mercado, ¿se quedará con
los brazos cruzados? ¡O realmente es digna de aspirar a la gubernatura de
Quintana Roo!
*Luis Ángel Cabañas Basulto es un
periodista con más de 48 años de experiencia como reportero, jefe de
información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación,
además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres
ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de
publicar.
Comentarios
Publicar un comentario