¿Más dinero a los bolsos de la gobernadora?
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Pese al público rechazo de la presidenta
Claudia Sheinbaum a la presencia de Aguakán en Quintana Roo en privatizar el
agua, un derecho humano, dijo, la gobernadora Verde, ahora disfrazada de Morena,
Mara Lezama, no pretende devolverle el servicio a la Comisión de Agua Potable,
sino venderle la concesión en 4 mil 500 millones de pesos a una empresa
española.
En efecto, conforme a una publicación
del diario capitalino Reforma, con órdenes de aprehensión giradas
contra directivos y socios de Aguakán, el Gobierno de Quintana Roo intenta
despojar de esa concesión de servicio de agua potable y alcantarillado a Aguakán
y obligarla a vender sus activos a la empresa española Acciona, que gestiona hoy
el agua en Boca del Río, Veracruz, en la cuarta parte de su valor real.
Así,
a través del desapoderamiento de la concesión, con vigencia de 30 años, por la
que Aguakán brinda el servicio a Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres y
Puerto Morelos, la mandataria busca transferir el negocio a esa empresa, cuyo
presidente es José Manuel Entrecanales, con un grupo de empresas líderes en
energías renovables y soluciones sostenibles de infraestructuras en más de 60
países y más de 40 mil empleados.
Las
empresas que conforman ese grupo son Corporacion Acciona Hidráulica, Corporación Acciona Energías
Renovables, Sun Photo Voltaic Energy India, Acciona, S.A, Acciona Energía
Financiación Filiales, Acciona Wind Energy, ACCIONA Energía
Internacional y Tuppadahalli Energy India, alguna de ellas, se sugiere, encabezada
por algún amigo de los hijos de Lopez Obrador.
De
acuerdo con representantes de la compañía, en diciembre último, el abogado
Cuitláhuac Bardán, quien se dijo representante de Lezama, se reunió con ellos y
les planteó que, para evitar el tema “federal”, vendieran al gobierno de
Quintana Roo la concesión y toda la infraestructura e inversión desarrollada a
lo largo de 30 años, en 4 mil 500 millones de pesos.
Como era de esperarse, por el tema “federal”
se refería a una denuncia que el gobierno estatal, por conducto del consejero
jurídico, Carlos Felipe Fuentes del Río, habría interpuesto en la FGR que, para
esas fechas, ya había obtenido órdenes de aprehensión contra el director de
Aguakán, Paul Andrew Rangel Merkley, y Diego José Ramos de Castilla, ambos apoderados
legales de la empresa.
En
apresurada reunión, les habrían ofrecido 4 mil 500 millones de pesos, la cuarta
parte del valor real, aunque, de no aceptar pondrían el tema en un nival
superior y la cosa sería más complicada, ya que Aguakán cotiza en la Bolsa
Mexicana de Valores y está valuada, de acuerdo con la consultora de riesgos Kroll,
en 17 mil millones.
Además,
50.1% de sus acciones pertenecen al Grupo Mexicano de Desarrollo, que también
cotiza en la Bolsa, y el 49.9% restante lo administra un fondo en el que están
invertidos recursos de cuatro Afores: Banamex, Sura, Principal y Pensionissste,
por lo que, el 18 de febrero, Aguakán calificó ante la BMV como relevante la
denuncia penal contra sus directivos.
Sin
embargo, Aguakán dijo confiar en que el Estado de Derecho prevalecerá y los
jueces conocerán y resolverán el próximo lunes que no hay delito que perseguir,
ya que Mara Lezama ha sido mal informada en relación con los hechos objeto de
la denuncia penal y reiteró su apertura a dialogar con ella para encontrar
soluciones, en el marco del derecho y en beneficio de la población e
inversionistas.
Cabe
señalar que, en la denuncia, el gobierno estatal acusó a los directivos de Aguakán
de haber promovido conductas ilícitas en 2014, al solicitar a Paula Guadalupe
González Cetina, entonces directora de CAPA, y a Juan Pablo Guillermo Molina,
entonces Secretario de Finanzas y Planeación, la ampliación anticipada de la
concesión por otros 30 años, pues no tenían facultades para resolver esa
solicitud.
Cabe
señalar que, ante un cargo por peculado imputado por el gobierno de Carlos
Joaquín, resultó absuelta la ex funcionaria, en tanto que Juan Pablo Guillermo
Molina continúa prófugo de la justicia, pese a que se incluía entre 17
supuestas órdenes de aprehensión de un juez de control contra otros tantos
funcionarios, con lo que aliviaban inconformidades por el siempre fallido
combate al crimen organizado en la Zona Norte.
En el caso de Aguakán, Mara Lezama asegura que, dado que se había promovido una conducta ilícita, los derechos adquiridos tenían ese carácter, al igual que los recursos utilizados, por lo que también acusó a los accionistas de lavado de dinero, pese a que, por la ampliación de la concesión, Aguakán pagó a CAPA, otrora “caja “chica” de gobierno, mil 55 millones de pesos, inmediatamente transferidos a la Secretaría de Finanzas.
Así,
no acusan a los directivos de que le dieron dinero a CAPA porque no se les dio
(a los servidores), no los acusan de eso, salvo de promover un supuesto acto
ilícito porque ellos no tenían facultades para eso, y luego adquirieron los
derechos de prorrogar la concesión y pagaron una contraprestación a través del
sistema financiero.
En
su defensa, Aguakán explica que esa ampliación de la concesión cumplió con los
requisitos de ley: La aprobó el Consejo Directivo de la Comisión de Aguas,
conformado por el ex gobernador Roberto Borge y los presidentes municipales, avalada
por cada uno de los cabildos, aprobada por el Congreso del Estado y publicada
en el Periódico Oficial.
A
todo esto, su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum externó el
miércoles su respaldo a las acciones del gobierno de Quintana Roo para revocar
la concesión de servicio a Aguakan, con el argumento que el agua es un derecho
humano y no debe ser objeto de lucro, además de calificar de “abuso” sus
prácticas, especialmente en Cancún, donde, dijo, la empresa no garantiza el
acceso al agua potable, pero impone tarifas elevadas.
Asimismo,
se pronunció contra la privatización del servicio de agua potable, señalando
que, experiencias en distintos Estados, ha demostrado que la gestión privada no
necesariamente mejora la calidad del servicio. “Un abuso lo que han estado
haciendo esta empresa, no cumplen con el derecho humano al agua, pero sí cobran
las tarifas como quieren.
Así,
concluyó estar de acuerdo con el pueblo de Quintana Roo y con la gobernadora,
de que Aguakán entregue la concesión, pues no se puede hacer negocio con el
agua, y subrayó que hay ganancias para un privado en el supuesto de que va
operar mejor, pero no ha funcionado y no tiene sentido, menos en este caso, por
lo que se pronunció por que siga el litigio y advirtió que lo mejor para la
empresa sería entregar la concesión.
Como era de esperarse, Mara Lezama expresó su agradecimiento
a Claudia Sheinbaum por su postura contra la privatización del agua, y
aseguró no estar de acuerdo con la privatización del agua, pues no es la opción
para acceder al derecho humano al agua.
Durante
un periodo se puso de moda en algunos Estados privatizar los servicios
municipales, con la idea de que el privado haría mejor las cosas que el
público, lo que consideró una concepción neoliberal de mejorar el servicio, lo
que no ocurrió prácticamente en ningún lado.
Destacó
no apoyar la privatización del agua porque ese modelo no ha garantizado el
acceso equitativo a ese derecho humano en ninguna parte del país, particularmente
en Cancún, donde Aguakán ha sido señalada por prácticas abusivas,
incumplimientos y tarifas elevadas.
En
redes sociales, reafirmó su compromiso de defender el derecho al agua para los
quintanarroenses y agradeció a la presidenta de la República su respaldo
al pueblo de Quintana Roo, en su lucha por el derecho humano al agua, ya
que su clara posición contra la privatización de este vital líquido refleja un
firme compromiso con la justicia social.
Sobre
el presunto “lavado” de dinero, toda la información la encontrará:
https://luisangelqroo.blogspot.com/2025/02/aguakan-al-banquillo-por-lavar-mil.html
Así,
a la espera de lo que ocurrirá el próximo lunes en el Centro de Justicia Penal
de Quintana Roo, las reacciones en pro y en contra en las redes sociales no se
hicieron esperar, la mayoría de ellas en investigar quién está detrás de la
empresa española Acciona, a la que le traspasar el control del agua.
Pese
a que otros más dijeran que ya es hora de que deje de existir Aguakan porque el
agua es de todos los mexicanos y su servicio es malísimo, además de vender agua
salada como potable, otros apuntan a que, al puro estilo de los cárteles o
mafiosos, quieren robar la concesión el gobierno de Quintana Roo para dárselo a
los “suyos”, pagando lo que quieran, pues “sabemos cómo se las gastan en este
gobierno de malandros e ineptos”.
Más
radical aun, dicen que así empezaron en Venezuela y que quién va querer
invertir en México, que se ha ido convirtiendo en un país donde no respeta la
ley, es más las desaparece: “Este será un pretexto que utilizará Estados Unidos
para no renovar el Tratado de Libre Comercio. Vamos en caída libre: ya vamos en
el segundo piso, a punto de estrellarnos en el suelo.
Peor
aún, se asegura que Mara Lezama sabe perfectamente lo que está pasando, como
parte de un intento de despojo, en el que “¡Obvio detrás también está el Niño Verde,
otro corruptazo! ¡Así la cosa con Morena! ¡Más corrupción e impunidad!
Para
no llenarle el hígado de piedritas, finalmente indican que “esos delincuentes
de Aguakan llevan años esquilmando a la población a la que presta sus servicios:
Inventan cobros desmedidos y después presionan para que se paguen. Hay
literalmente miles de casos".
Y
usted, amable lector, ¿Qué opina?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito
para el autor)
Titulado
como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con
siete Diplomados, tres de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019 y
2021), Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos;
y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75
Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias.
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