Ir al contenido principal
En primera fila
                        Los “ismos” del Senado
                                                Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Con el nombramiento de los nuevos consejos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía se cerró el ciclo legislativo de la contrarreforma energética, pero el tema no es sólo asunto de personas, sino de intereses y decisiones en instancias conductoras de la privatización y liberalización del sector energético, con un poder tan amplio, mayor incluso que la propia Secretaría de Energía.
En el caso de la primera, determinará asignaciones, contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, mientras que en la segunda otorgará permisos para la transformación industrial, transporte de ductos, almacenamiento y comercialización de hidrocarburos, así como para generar electricidad, comercializar y expedir metodologías para tarifas reguladas.
El perfil de las propuestas del Ejecutivo confirma una tendencia de control anticipado de los nuevos organismos reguladores por parte de los poderes corporativos a los que han beneficiad con sus ex empleados o los intereses político empresariales del PAN y PRI, que determinaron los nombramientos, ignorantes de cualquier biografía independiente a la línea presidencial o a los intereses de las grandes trasnacionales.
Lo comisionados, que han rendido protesta, tendrán también bajo su responsabilidad el manejo de información estratégica en materia de sismología, y todo tipo de datos sensibles a la seguridad nacional, por lo que en muchos sentidos serán juez y parte en la privatización.
         Con su designación se evidencia una vez más el “influyentismo” y pertenencia facciosa a las corrientes partidistas y políticas que apoyaron la contrarreforma energética. No se trató de incorporar organismos reguladores fuertes, plurales, con puntos de vista complementarios, sino a comisionados dóciles con escasa o nula experiencia en decisiones de carácter multinacional.
En el perfil de varios de los candidatos se observa el paso del sexenio calderonista, por ejemplo en Héctor Alberto Acosta Félix, ahora comisionado en Hidrocarburos. Trabajó en la Secretaría de la Función Pública con Calderón; fue titular del Órgano Interno de Control de PEMEX Petroquímica entre 2007 y 2010, con Germán Martínez Cázares -ex titular en Función Pública- como “padrino”, y después con el senador panista Salvador Vega Casillas, Secretario de la Comisión de Energía y uno de los impositores de una reforma que no se debatió de cara a la sociedad.
Acosta Félix estuvo en el Órgano Interno de Control justo durante el periodo de los escándalos más grandes de corrupción y tráfico de influencias en PEMEX, pero no se le recuerda alguna investigación a fondo.
Otro candidato, Sergio Pimentel Vargas, egresado de la escuela Libre de Derecho, alma máter de la mayoría de los calderonistas, entre 1998 y 2002 fue subdirector de normatividad ministerial y policial y director de estudios penales y proyectos legislativos en la PGR. Dos años después, cónsul general de México en Houston, Texas, el Estado más interesado en promover la explotación del fracking en nuestro país para beneficiar a sus empresas.
        En 2005 fungió como subsecretario en asuntos jurídicos y derechos humanos a la Secretaría de Gobernación y se mantuvo en Los Pinos en la Consejería Jurídica hasta el 2010, durante el “calderonismo”, aunque en 2011 fue director general de Asuntos Jurídicos de la Comisión Reguladora de Energía, su única experiencia en el área, pero sólo escasos meses.
         Con todo, en septiembre de 2013 ingresó al “peñismo” como coordinador de asesores del consejero jurídico Humberto Castillejos, con lo que, junto con Acosta Félix, se trata de un “multichamba” transexenal, a las órdenes del presidente en turno.
        En el caso de la Reguladora de Energía, los aspirantes presumían sólido perfil tecnocrático, pero débil como defensores del interés público y cero trayectoria en mantener una visión de Estado frente a fuertes presiones empresariales, área de la que, por cierto, todos ellos provienen, aunque en uno se observan los pasos perdidos del “zedillismo”, ahora en la administración de Peña Nieto.
        A Cecilia Monserrat Ramiro, única mujer que aparecía como candidata en la Comisión de Energía, la presentaron como investigadora del Centro Mario Molina, cuyo prestigio intenta heredar, pero su experiencia más reciente fue como directora de proyectos de energía del Instituto Mexicano de Competitividad, entidad financiada por los hombres de negocios más poderosos del país, y la agencia de EE.UU. para el desarrollo internacional.
        Con esa escasa experiencia, en el sector energético, el más delicado, del gas, fijará precios de combustibles y administrará la distribución y transporte de petrolíferos, aunque desde el IMCO favoreció una Reforma Energética que insistiera en la incapacidad de México para refinar. Hasta abril de 2013 trabajó en PMI, dos meces antes de que IMCO publicara el índice de competitividad internacional, que insistió en la máxima apertura del sector y que somos malos en refinar nuestro petróleo, tarea que debemos dejar a Estados Unidos.
        ¿Qué lealtad institucional puede tener por un sector energético nacional, si desde una instancia privada promocionó abrir las compuertas del negocio favorable a los intereses norteamericanos?
        Respecto a Marcelino Madrigal Martínez, egresado del Tecnológico de Morelia con postgrado en una Universidad de Canadá y especialista del Banco Mundial en Washington desde 2008, es el único con experiencia como investigador y consultor de mercados de energía entre 2001 y 2002 para el Centro Nacional de Control de Energía, entonces sectorizada de la CFE.
        Jesús Serrano Landeros, maestro en economía y derecho económico internacional por la Universidad de Yale y Colegio de México, fue subdirector de la subdivisión e instituciones financieras en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores entre 2001 y 2002, y director de análisis y política económica en la Secretaría de Hacienda entre 2002 y 2010.
        Hasta 2011 fue director general de industrias pesadas y de alta tecnología en la Secretaría de Economía.
         Ninguno de ellos estará sujeto a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, sino que se regirán por un código de conducta que ellos mismos elaborarán, y sin obligatoriedad alguna de resguardar el interés nacional, pero conformarán una costosa estructura con cargo al pueblo de México, aunque sus funciones, perfiles e intereses sean justamente contrarios al pueblo y sólo responden el interés privado.
¡Cuánta razón tenía la senadora perredista Dolores Padierna Luna en cuestionar severamente los nombramientos! Si bien la propia reforma lo fue en su momento, no menos lo son estos los favorecidos por el “influyentismo” priísta y el mayoriteo legislativo.

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

luancaba2003@hotmail.com                                                      leg_na2003@yahoo.com.mx                      http://facebook.com/luisangel.cabanas            luisangel.cabanas@facebook.com                                
luancaba.qroo@gmail.com
@legna2003                                                                 
http://www.enprimerafila-qroo.com.mx    
http://luisangelqroo.blogspot.mx

Comentarios

Entradas populares de este blog

  ¡Inseguridad, corrupción y pésimas alcaldesas!                                                                                     Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          No cabe duda que, lamentablemente, nos estamos “acostumbrando” a los graves males que azotan a nuestra sociedad, aunque, en algunos casos, se deba a falta de información, o bien, en el peor de los casos, por resignación, lo que se podrá constatar en las próximas elecciones, cuando, entre otros, la inseguridad y la corrupción dejen de valorarse, al menos, frente a dos alcaldesas de Morena que buscan la reelección en Quintana Roo.          En efecto, se trata de Yensunni Martínez Hernández y Ana Patricia Peralta de la Peña que, además de incompetentes, son dos pésimas administradoras, así como marrulleras, en Othón P. Blanco y Benito Juárez, respectivamente, aunque, para su buena fortuna, ambas gozan, por lo menos, del “calor” de la gobernadora verde-morenista Mara Lezama.          En cuanto a la ignorancia de la
¡Récord en la “antesala” de gubernaturas!                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO* Al igual que cada año electoral, los funcionarios de elección popular, hambrientos de poder o acostumbrados a él, buscan repetir en el cargo o bien buscan uno nuevo, aunque no sea éste de mayor jerarquía, lo que, para bien o para mal -porque en ocasiones sirve para castigar los malos desempeños-, autorizan y formalizan las propias leyes en la materia. Así, se suelen ver en las campañas, o desde antes de éstas, una lista de nombres conocidos que, en algunos casos, como bien dice un hermano nuestro, no deberían gritarles a los cuatro vientos lo que prometen hacer, sino mejor recordar lo que han hecho, bueno, si es que hicieron algo digno de recordar. En el caso que nos ocupa son los gobernadores que, en su mayoría, cumplieron todo un sexenio con múltiples oportunidades de hacer cosas buenas para sus gobernados, amén de que ejecutar
  ¿Nuevo “cártel” en Quintana Roo?                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          Aunque los organismos de seguridad admitían inicialmente que en Cancún “sólo” operaban los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Pacífico, Sinaloa, del Golfo, los Pelones, los Bonfiles, los Zetas Vieja Escuela y los Rojos -alguno desprendidos de cuatro “grandes” de la Península-, ahora resulta que se suma uno más a la lista: “La Barredora”. El Cártel de Caborca, que domina Chetumal -lo comandó  Rafael Caro Quintero (fundador del extinto  Cártel de Guadalajara ), cuando concentraba sus trasiegos de droga en el municipio fronterizo de  Caborca -, se cuece aparte. Tiene una disputa con la célula de Los Salazar, brazo armado del  Cártel de Sinaloa , en rutas de tráfico de fentanilo y metanfetamina. ​ Así, se decía que, en la Península, “sólo” operaban al menos cuatro cárteles del crimen organizado dedicados al narcomenudeo de dro