En primera fila
Informe, de autoelogio
Por
Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Contra lo que se supone, no nos referimos al informe del
gobernador quintanarroense Roberto Borge, al que no nos invitó la Unidad del
Vocero, como muy probablemente tampoco hizo con quienes suelen criticar al Jefe
del Ejecutivo, en una “táctica” que, lejos de evitar un mayor golpeteo contra
éste, propicia exactamente lo contrario, tal y como ocurrió precisamente ese
martes y continuó este día.
Y es que el sistema de “trabajo” del
titular de esa dependencia. Rangel Rosado, cuyo nombre se incluye como muy
probable entre los elegidos para los próximos, inminentes relevos del gabinete,
ha sido el que mayor daño ha causado al mandatario, al grado tal que no tuvo
nada que informar éste sobre el renglón de Comunicación Social, cuyo millonario
presupuesto en nada justifica su existencia.
Así las cosas, el autoelogio al que nos
referimos es el que derrochó el presidente Enrique Peña Nieto, tal y como describió
el diputado federal por Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, en la
reciente sesión de su Cámara, con ocasión del informe del mandatario, en la
que, contra todo sentido común, el tema más recurrente del día -al que no se
refirió el mandatario- fue el de la corrupción.
Concluido el que fue el nuevo “Día del
Presidente”, el reclamo más sentido de los legisladores fue el renglón que
afecta a todo el país, dada la crisis, pobreza y desempleo: Nos referimos a la
inseguridad que, de nueva cuenta, golpeó directamente a los mismos funcionarios,
en esta ocasión al hermano del diputado perredista de Gurrero, Marino Miranda
Salgado.
El efecto, Joel Miranda, quien parecía
de una discapacidad motriz, fue asesinado de manera cruel el miércoles último
en Teloloapan, Guerrero, por lo que la Cámara de Diputados aprobó demandar al
gobierno federal coadyuvar en las tareas de seguridad y denunció una sistemática
y reiterada inseguridad en el país, particularmente en Guerrero y de la que no
es ajeno Quintana Roo,
Este fenómeno también se vive en Veracruz,
donde hace unos días el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong,
aseguró que estaba controlada la inseguridad, en tanto que el gobernador anfitrión,
Javier Duarte -históricamente sancionado con 500 salarios mínimos por el
Congreso de su Estado por pedir votar por Peña Nieto en 2012-, aseguró que se
habían acabado los secuestros, levantones y balaceras.
Sin embargo, el martes anterior se secuestró al hijo de
conocido abogado en Minatitlán, donde mataron al profesional; al día siguiente hubo
una balacera en céntricas calles de Jalapa, donde murieron dos personas, y el jueves, en Córdova, asaltaron a un
empresario en su propio negocio, donde le dieron un balazo en la cabeza.
Ante esa inseguridad, Veracruz cuenta ya con grupos de
autodefensa y guardias blancas, organizadas por sectores que no resisten el
abigeato y otras actividades ilícitas contra la seguridad, el libre tránsito y
la libertad para actividades productivas.
Estas circunstancias obligan a pensar que las autoridades
del ramo manipulan las cifras sobre la inseguridad, ya que tanto el robo como
los “levantones” y la extorsión han crecido en todo el país, ya no sólo en
Veracruz, sino también en Guanajuato, Sonora, Baja California, Chihuahua, Zacatecas,
Sinaloa, Morelos, San Luis Potosí o Michoacán.
Consideramos que la mayoría de los Estados padece ese
flagelo que, sumado a la pobreza y corrupción que los tiene sometidos, mantiene
postrada a la nación, pese a los augurios presidenciales de bonanza que, sabemos,
sólo forman parte de una acostumbrada política publicitaria presidencial.
Con todo, por sentido común, ningún legislador federal
debería estar contento con la manera como se dieron las cosas ni con el actual
formato del informe, ya que simplemente se reúnen como oficialía de partes, en un
desperdicio de evento y escenario, cuando que las cosas están peor que antes,
sobre todo con la restauración del “Día del Presidente” con un Zócalo
capitalino convertido en magno estacionamiento para el grotesco espectáculo de
autoelogio, sin autocrítica o contrapeso.
De ahí la necesidad de hacer conciencia y revisarlo, por
lo que deberían tomarle la palabra al coordinador y presidente de la Junta de
Coordinación Política, el priísta Manlio Fabio Beltrones, quien opinó en ese
sentido, aunque muy posiblemente para engrandecer o destacar más al personaje presidencial
en los informes. No sería nada raro; por algo sexenio tras sexenio figura en la
vida política de ese partido.
Hasta hoy era difícil pensar en un formado peor que el de
los tiempos de la presidencia imperial, pero se consiguió y no conviene ni al
Poder Legislativo ni al Ejecutivo, porque debiera ser una verdadera rendición
de cuentas, y no para autoconsumo o autoelogio por reformas estructurales que,
se sabe, a nadie convencieron, pero se aprobaron por mayoría oficiosa.
Como sugiriera el diputado Mejía Berdeja, si con Lázaro Cárdenas
y con López Mateos el Zócalo fue escenario para celebrar la expropiación
energética del petróleo y la electricidad, ahora con Peña Nieto es un
estacionamiento.
Callado por los medios oficiosos, el legislador y su
homólogo petista Ricardo Monreal Avila denunciaron a Peña Nieto el 26 de agosto
ante el Instituto Nacional Electoral por violar el artículo 134 constitucional con
propaganda personalizada a través de entrevistas a modo, programas televisivos
y la profusa difusión de su imagen para falsear la realidad de lo que pasa en
México.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis Angel Cabañas
Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de
36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de
redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de
Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado
tres libros.
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