¡Entre millonarios priístas te veas!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
En un interesante tema que abordó este
jueves conocido programa de radio que conduce nuestro amigo Javier Chávez, los
recién nombrados dirigentes nacionales del PRD y PRI, Alejandra Barrales
Magdaleno y Enrique Ochoa Reza, respectivamente, hicieron públicas el lunes sus
declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales en el portal de transparencia
3de3, al que rehúye la mayoría de los políticos mexicanos.
De esta manera, conforme al portal “Animal
Político”, los líderes de dos de los principales partidos políticos nacionales
se convirtieron en la segunda generación de dirigentes en participar en esta
iniciativa ciudadana, con cuya publicación dan continuidad a la práctica y
envían un mensaje al interior de sus organizaciones para que funcionarios,
legisladores, militantes y aspirantes a responder a la expectativa y exigencia
de la ciudadanía.
Con este mensaje, a cargo del
Instituto Mexicano de la Competitividad, Barrales y Ochoa se suman al que era único
presidente nacional de partido que había presentado su declaración 3de3, el panista
Ricardo Anaya.
Ahora bien, lo que reportó la
primera en su declaración patrimonial incluye una casa en la Ciudad de México
con valor de 13.3 millones de pesos, que adquirió a crédito en 2014; un
departamento en Acapulco, con valor de poco más de 8.1 millones, además de otro
departamento en la metrópoli y un terreno en el Estado de México.
Asimismo, informó haber adquirido de
contado en 2013 un automóvil Mercedes Benz con valor de 533 mil 900 pesos,
aunque el año anterior le donaron un auto de 220 mil pesos.
Por otro lado, dijo tener tres
cuentas bancarias de entre 100 mil y 500 mil pesos, menor o igual a 500 mil y
otra menor o igual a 100 mil pesos, además de una inversión en Albama
Transportes, menor o igual a 500 mil pesos.
En términos generales, Alejandra Barrales,
a quien invitó a visitar Quintana Roo el dirigente estatal del PRD, Carlos Montalbán
Colón, informó haber ganado 12 millones de pesos en 2015 y poseer propiedades
por 24 millones, aunque poco más de 7.4 millones de sus ingresos del año anterior
fueron producto de la venta de una casa.
El cuestionado “líder” priísta, por
su lado, reportó tres inmuebles, en Michoacán, con valor de 3 millones 371
mil 688 pesos; un departamento en La
Paz, Baja California Sur (9 millones 708 mil 552 pesos) y una casa en la Ciudad
de México (6 millones 900 mil pesos)
En otro renglón que seguramente llamó
la atención a medio mundo, Enrique Ochoa “confesó” ser propietario de ¡50
automóviles Nissan!, además de haberlos adquirido ¡todos al contado!, como
parte de una flotilla de taxis.
Salvo que rentara las placas de
alquiler para los autos, y dados sus antecedentes políticos, todo hace suponer
que cuenta con ¡50 concesiones de patentes de placas! que, a un costo unitario
de un millón de pesos promedio en la capital del país, obliga a pensar que omitió
50 millones de pesos en su declaración.
Tal y como comentara nuestro amigo
Julián Santiesteban, el dato nos remite al caso de Chetumal, donde es frecuente
que, pese a que la concesión está condicionada a tener sólo una por persona,
existen beneficiados hasta con 15 placas, ninguna de ellas, se sabe, trabajadas
por el beneficiario, sino a través de “martillos” o socios-ayudantes.
Lo cierto es que, Enrique Ochoa
concluye su declaración con el renglón de obras de arte, donde informó contar
al menos con cuatro, con valor superior a 100 mil pesos y adquiridas al contado,
así como otras siete con un valor de más de 200 mil pesos, así como “activos
intangibles” por poco más de 8 millones de pesos.
Así las cosas, reportó 3.5 millones
de ingresos anuales, 2 millones de ellos del sueldo que cobraba como director
general de la Comisión Federal de Electricidad y 1.4 millones por actividad
industrial, empresarial o comercial, pues posee la flotilla de taxis y
participa en la empresa AOZ Farmacéutica.
De acuerdo con “tresdetres”, gana
también 2,964 pesos por actividad financiera y 11,395 pesos por servicios
profesionales, éstos como maestro de Derecho Constitucional en la UNAM, aunque
ahora deberá considerar su nuevo sueldo como presidente nacional del tricolor, donde
“ganará” 901,936 pesos anuales.
Tanto perredista como priista tienen varias cosas en común: Ambos son
jóvenes que llegan a renovar el rostro de sus respectivos partidos, en
sustitución de políticos con más experiencia pero que tuvieron malos resultados
en los pasados comicios electorales.
Asimismo, demostraron que, además
de un capital político, los respalda una economía sólida, y ambos podrán respirar
tranquilos por el momento, al menos en el renglón patrimonial, ya que
legitimaron éste.
No obstante, esta legitimación es
exclusivamente de tipo moral, que no legal, ya que no están exentos de la
posibilidad de que autoridad competente les pudiera exigir en su momento demostrar
la legítima procedencia de alguna de sus respectivas propiedades.
Por lo menos, en un balance
comparativo entre el “antes” y el “después”, se habrán liberado de la pesada
carga de sospechas de enriquecimiento inexplicable al término de sus respectivas
gestiones, tal y como ocurre de manera recurrente con los políticos de moda que,
“antes de” no tenían ni dónde caer muertos, y “después de” poseen elegantes
mansiones. ¿Verdad Jorge Aguilar Cheluja?
Tal y como siempre hemos insistido,
la publicación de la declaración patrimonial de los funcionarios nos evita
pensar mal sobre el origen de sus bienes y, en su caso, nos obligaría a “lavarnos
la boca” antes de referirnos a ellos.
En el caso particular de Quintana
Roo, por ejemplo, dígase lo que se diga, el último gobernador en hacer pública
su declaración patrimonial fue el chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz, quien,
inclusive, convocaba a los medios de comunicación ante la Contraloría para ese
efecto.
Después de él vinieron los nefastos
sexenios de los priístas cozumeleños Félix González y Roberto Borge, quienes mantienen
ocultas sus propiedades y, sobre todo, el origen de éstas, sobre todo en el
caso del primero de ellos que, ahora convertido en Senador, sólo ha utilizado
el cargo como “patente de corso”.
Con justa “razón” Roberto Borge
buscó “blindarse” por todos los medios ante el cambio de administración, ya que
no gozará de la impunidad de su hacedor político, sólo condenado por la historia…al
menos hasta ahora.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad
Autónoma de Yucatán, periodista residente en Chetumal, Quintana Roo, desde hace
29 años, con más de 39 años como reportero, jefe de información, editor y jefe
de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información de
dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado cuatro libros.
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