¡En riesgo, Presidencia de la
República!
Por Luis A. CABAÑAS
BASULTO*
Aunque se trata del primer incremento
del precio de la gasolina Magna en lo que va del año, a todo México disgustó y
dolió tener que pagar a partir del viernes $13.40 pesos litro -24 centavos más-,
sobre todo por los impactos en el costo de la mayor parte de las mercancías de
consumo generalizado. El anuncio, con días de anticipación, incluyó a la
Premium, ahora a $14.37 litro, 34 centavos más.
Los incrementos, que no incluyeron
el Diésel -permanecerá en $13.77 litro-, “se deben a la reciente recuperación
en la cotización del crudo, así como a la estacionalidad que típicamente se
observa en los precios internacionales de las gasolinas”, según la Secretaría
de Hacienda.
Para nadie era un secreto el inevitable alza desde
el año pasado, y sirvió para taparle la boca al diputado perredista José de
Jesús Zambrano Grijalva, presidente de la Cámara “baja”, quien, durante el
análisis de la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de la Federación 2016,
negó una y otra vez que se contemplaran los aumentos.
Inclusive, promovió condenar a los medios
informativos que, según él, “especularon” con el anuncio y pidió la
intervención de las autoridades para sancionarlos, pero a nadie le gusta que suba la gasolina,
excepto, claro, a la Secretaría de Hacienda, a la que, más que caerle bien, la
necesitaba y urgía.
Tras varios años de aumentos
permanentes, el año anterior se fijó el precio de las gasolinas, con lo que la
Magna se ubicó en $13.57, cuando que entre 2011 y finales de 2014 el alza había sido de $3.58,
equivalentes al 37%.
Luego, en el arranque de 2016 se bajó el precio a $13.16, pero a través
de un mecanismo se fijó una “banda” de 3% sobre la que fluctuaría el precio conforme
a las condiciones del mercado internacional. Es decir, quedó abierta la
posibilidad de que aumentara.
Para ese
entonces la Premium ya había
tenido fluctuaciones. Bajó en febrero, subió en abril, volvió a bajar en
mayo, y a subir ahora.
Desde fines de 2015 hasta
junio, el precio de la gasolina regular
en Estados Unidos aumentó 14.2%
en dólares, mientras que la devaluación del peso fue de 8%, con lo que
el alza en pesos de la gasolina importada fue de 23.3%.
Como resultado, se cerró la diferencia de precios de
México y EE.UU, pues en diciembre último el precio en pesos de un litro de
gasolina regular en ese país era de 9.22 pesos, mientras que la Magna 13.57
pesos, es decir, una diferencia del 47%, cuando hasta antes del nuevo incremento era del 14.8%.
Con todo,
sin duda, uno de los factores de
peso para subir el precio es el resultado de las finanzas públicas. El Impuesto
Especial sobre Productos y Servicios
(IEPS), derivado del diferencial de precios entre las gasolinas de Estados
Unidos y México, compensaba parcialmente la caída de los precios del petróleo.
Apenas conoceremos los resultados
de finanzas públicas para mayo, pero lo más probable es que el monto del IEPS haya disminuido y se
ampliará con el incremento, sumado al reciente recorte al gasto para
apuntalar el objetivo de alcanzar un superávit primario.
En términos de tasa anual, el
precio de la gasolina no debería impactar en los precios al consumidor, ya que todavía está 1.25% por abajo del
nivel del año anterior, aunque sí lo habrá de 1.8% en el porcentaje mensual de
julio.
Sin duda el incremento de las
gasolinas tendrá un costo político y un beneficio financiero para Peña Nieto, pues
el más ingenuo observó que Hacienda esperó que concluyeran las elecciones para
anunciar el alza, obvio, en beneficio del PRI en el gobierno ¿Justifica el uno
al otro?
En noviembre del 2006, un mes
previo al inicio del sexenio del panista Felipe Calderón, llenar con Magna un
tanque de 50 litros costaba justos $335.50 pesos; hoy, $536, 60% más, ante el
desliz mensual del precio, esquema con el que el gobierno buscó reducir el
subsidio al combustible en relación con los precios en EE.UU., donde Pemex
importa gran parte de las gasolinas.
Así, al entrar en vigor el último
incremento mensual del sexenio de Calderón -noviembre del 2012-, la Magna
acumulaba una alza de 59.8%, la Premium subió 36.7%, y el del Diésel 87.5%,
cifras que contrastan con el 27% de la inflación durante el mismo periodo.
Recordamos que Ernesto Zedillo
recibió el hidrocarburo en $2.24 litro, y al dejar Los Pinos a Vicente Fox
estaba en $4.79, un aumento mínimo, aunque en el primer sexenio del PAN Fox
mantuvo una economía estable, y la gasolina cerró en $6.74 litro.
Ahora bien, “gracias” al gobierno
del priísta Peña Nieto, a partir del 2017 automovilistas y transportistas del
país deberán pagar entre $3.52 y $4.58 adicionales al precio vigente del litro
de gasolina o diésel debido al impuesto especial que aprobó la Cámara de
Diputados en la miscelánea fiscal 2016, que liberó el precio de los
combustibles a la oferta y la demanda y el “costo de referencia mensual” al que
se sumaría el gravamen.
Conforme al dictamen, que ratificó
el Senado, el consumidor deberá cubrir una tasa fija adicional de $4.16 por
litro de Magna, $3.52 por Premium y $4.58 por litro de Diésel, según el
especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Raúl Feliz, se
cobrarían todo el año sin importar si sube o baja el costo de referencia.
Según lo aprobado por los
diputados, las Secretarías de Hacienda y Energía analizarían el precio
internacional de los combustibles para fijar un precio de referencia, al que se
aplicarían los impuestos mencionados.
Es decir, si baja el precio
internacional, tendremos precios más bajos, independiente del impuesto especial
por el tipo de gasolina, pero si suben por factores externos como una baja de
inventarios por un crudo invierno, pagaríamos hasta el doble del costo actual.
El problema real es que los
consumidores no estamos preparados para lidiar con la volatilidad internacional
de los energéticos, sino acostumbrados a un precio fijo, lo cual podría generar
conflictos sociales ¿Estará preparado Peña Nieto para apaciguar al pueblo y darle
nuevamente “atole con el dedo”?
Podría significar la pérdida de la
Presidencia de la República para el PRI en el 2018, donde la panista Margarita
Zavala, el perredista Miguel Angel Mancera y “El Peje” Andrés Manuel López
Obrador (Morena), inclusive el independiente Jaime Rodríguez “El Bronco” ¡irán
con todo contra el “delfín” de Peña Nieto y el tricolor!, todo hace suponer,
Miguel Angel Osorio Chong.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente desde hace 29 años en Chetumal,
Quintana Roo, y más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de
información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado cuatro libros.
luancaba.qroo@gmail.com
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