¡Le explota “bomba” a Abuxapqui!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Aunque el tema obligado de hoy era
el nuevo, amargo aumento del precio de las gasolinas, en vigor desde el primer
minuto del viernes -Magna $13.40, y Premium $14.37 litro-, el comentario
ineludible es la “bomba” que le explotó en las manos al presidente municipal de
Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui, en la Policía Municipal
Preventiva.
Sin embargo, aunque se trata de dos temas diferentes, todo hace suponer
que tanto el incremento de precio del combustible como el de la corporación
están relacionados de alguna manera con el PRI y las recientes elecciones del 6
de junio, en el primer caso por los daños “colaterales”, y en el segundo por un
aparente desvío de recursos en gastos de campaña.
Como quiera que fuere, el caso es
que el municipio capitalino amaneció con una inusual incertidumbre por una no
menos inusual muestra de inconformidad de los uniformados en sus instalaciones
de la avenida Centenario, aunque desde ayer denunciaron una serie de
irregularidades, que incluyen abusos de su director general, Didier Felipe Vázquez
Méndez.
En extenso comunicado, que circuló
masivamente por redes sociales, los inconformes exigen el cese del funcionario,
así como del director y subdirector administrativo de la corporación, Roberto
Chávez Castañera y Manuel Mariano Espinosa Ruiz, respetivamente, por falta de
equipo, uniformes, vehículos y capacitación sin costo, así como retraso en el
pago de sus bajos salarios, entre otros.
El propio Vázquez Méndez estuvo
hace unos días en el ojo del huracán, cuando, con ocasión de los
pronunciamientos ciudadanos ante el Congreso del Estado contra el “blindaje” de
los diputados al gobernador Roberto Borge, se hizo pasar por “mártir” con una
supuesta, falsa renuncia para evitar enfrentar a los inconformes.
Lo único cierto es que la
instrucción era que la policía estatal se “ocuparía” del movimiento, y la
municipal se haría cargo de la vigilancia, pero periodistas afines divulgaron
que aquél le dijo a sus policías que prefería renunciar, que atacar al pueblo.
Convenientemente, Vázquez Méndez nunca aclaró el caso, no así el alcalde, que
negó haberlo despedido o recibido su renuncia.
Ahora bien, los uniformados, que
exigen la renuncia de su director operativo, Víctor Torres Alonzo, denuncian
que aquél no ha cumplido los cambios que anunció a su llegada a la Policía
Municipal, donde, por el contrario, empeoraron las condiciones laborales.
Al “lavarse la manos” del problema,
el funcionario, quien, ahora sí, dijo que no renunciaría, responsabilizó de la
carencia de combustible, mal estado de las patrullas y falta de uniformes a Espinosa
Abuxapqui, así como a Ezequiel Trejo Gómez, Jorge Aguilar Cheluja y César Rey Euán
Tun, estos últimos oficial mayor, secretario general y tesorero del
Ayuntamiento.
En extenso pronunciamiento de 12
puntos dirigido a Espinosa Abuxapqui, los policías dicen que en 2015, con su
nombramiento, Vázquez Méndez garantizó una serie de cambios, pero con el tiempo
prefirió compartir la ideología de Chávez Castañeda -al parecer, tiene orden de
aprehensión vigente- y Espinosa Ruiz, con una serie de irregularidades que
enumeran:
No cubren a tiempo los sueldos, que
se atrasan hasta tres quincenas; retenían y ahora pagan sólo el 60% del
combustible para patrullas y motos; los uniformes que el Sistema Nacional de
Seguridad Pública instruye entregar dos veces al año, sólo se hace una vez, y
de pésima calidad. Distribuidos por “La Rana”, se rompen, descosturan y
destiñen en unos meses.
Por otro lado, las botas,
fornituras, lámparas y demás, no sólo están descompuestas, sino que no son
afines al servicio, además de mentirles con la homologación de sueldos y
percepciones conforme a sus niveles de grados, ya que, por contrario, disminuyó
su salario.
Además, dejaron de pagarles horas “extras”
al personal operativo, y les redujeron dos días a los 14 de periodos
vacacionales, 10 de ellos hábiles con sus fines de semana.
Tras señalar que sus patrullas no
responden a los lineamientos de la Federación y que sólo disponen de ¡cuatro por
guardia de 24 horas para la mitad de todo Chetumal! y, por si fuera poco, todas
carecen de seguros contra daños a terceros, por lo que les exigen pagar su
reparación, además de carecer de mantenimiento, lo que pone en sus ocupantes y
ciudadanos.
En su punto 9, denuncian el mal
manejo de 13.5 millones de pesos que, en 2015, les canalizó la Federación a
través del programa de Fortalecimiento a la Seguridad de los Municipios, antes
llamado Subsidio para la Seguridad Municipal (Subsemun), para apoyo salarial,
nivelación, pagos retroactivos, vales de despensa, aguinaldos y seguros de
vida.
Más adelante, acusan que, de manera
irregular, Eugenia Maritza Valencia Hernández, ostenta dos cargos: Responsable del
área jurídica y subdirectora de Asuntos Internos, ninguno de los cuales realiza
de manera efectiva, pues en la presentación para poner a disposición de la representación
social a alguna persona, no presta el apoyo oportuno a la policía. Son dos
cargos con finalidad opuestas.
Asimismo, desapareció el apoyo
económico para quienes pagan su propia colegiatura académica y, finalmente, es
sospechoso el despido de personal que, en teoría, sólo se justifica por no
aprobar los exámenes de control y confianza, ya que ocurre a pesar de aprobarlo
ante el llamado C3, y prueba de ello es que no pocos han obtenido sendos
Amparos.
El despido de uniformados ha
propiciado que sólo existan 45 agentes por guardia diaria en patrullas, moto y
casetas.
Algunos medios señalan como
responsables del movimiento a Adriana Díaz González, Ángel Rivero Navarrete,
Jorge Cervantes Castillo, Norman Iván Coria Hoil, Erika Beatriz Maldonado y
Teresa de Jesús Cimé, aunque el malestar de la corporación es generalizado.
Pero además, aunque Vázquez Méndez
incluye a Espinosa Abuxapqui entre los culpables de las irregularidades, los
inconformes aclaran que es un orgullo contar con un alcalde arraigado a sus
orígenes y demostrado su apoyo en este de tipo de negligencias, por lo que le
reiteran su voto de confianza y SUPLICAN atención plena a sus derechos y
garantías.
Lo cierto es que, pese a que la
redacción del desplegado denota un asesoramiento profesional, resulta inconcebible
SUPLICARLE al munícipe cumplir sus obligación, cuando que, en realidad,
deberían EXIGIRLE transparentar deficiencias e irregularidades del
Ayuntamiento, donde, pese a que, ahora despacha desde la comodidad de su
domicilio, también es responsable de los actos de sus colaboradores.
No, no es posible exigirle a la
Policía Municipal cumplir su obligación cuando no se le dota de las
herramientas necesarias y suficientes para atender un renglón de suyo
importante: La seguridad del patrimonio e integridad física de los habitantes
de la capital del Estado más turístico de todo México, donde, irónicamente,
existen los mayores índices de inseguridad.
Chávez Castañera y Espinosa Ruiz
tienen necesariamente qué explicar las irregularidades y anomalías, pero también
el Secretario de la Comuna (Aguilar Cheluja), el Tesorero (Euán Tun) y el
Oficial Mayor (Trejo Gómez), en este orden, pero, sobre todo, Espinosa
Abuxapqui, quien, irónicamente, ¡Pretendía
convertirse en gobernador del Estado! ¡Hágame Usted el favor!
Imagínese Usted si el PRI le
hubiera cumplido el capricho ¿Acaso hubiera nombrado Secretario de Finanzas a
Euán Tun, y a Aguilar Cheluja en Contralor? Entonces, ¡Seguramente su titular
de Seguridad Pública hubiera sido Vázquez Méndez! ¡Dios nos libre de todos
ellos!
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente desde hace 29 años en Chetumal,
Quintana Roo, y más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de
información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado cuatro libros.
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