¡Sigue García Harfuch al frente de presidenciables!

                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*

Aunque no vamos ni a mitad de sexenio, la carrera rumbo a la presidencia de México 2030 ya empezó a tomar forma, y la medición de diciembre 2025 resulta reveladora la lista de los favoritos para relevar a Claudia Sheinbaum al frente del país, cuando, en un escenario hipotético, la contienda se pelearía entre Omar García Harfuch, Samuel García y Ricardo Salinas Pliego, éste como independiente.

En el caso de Morena, García Harfuch, quien dice no ser político, sigue posicionado como favorito con 40.6%, seguido por Marcelo Ebrard (31.3%) y Clara Brugada (9.5%). Más atrás aparecen Gerardo Fernández Noroña (8.7%) y Luisa María Alcalde (4.1%), en una contienda interna claramente liderada, pero con figuras fuertes en competencia.

Respecto al PAN, el empresario Ricardo Salinas tomó la delantera, en caso de abanderar al PAN, con 35.7%, mientras Ricardo Anaya suma 23.9%, y les siguen Damián Zepeda (12.2%), Manuel Clouthier (11.3%) y Mauricio Kuri, actual gobernador de Querétaro (11.1%), en un escenario muy fragmentado y competitivo por falta de liderazgos.

Aunque muy debilitado, al frente del PRI suena Alito Moreno Cárdenas con 27.9%, seguido de cerca por Enrique de la Madrid (25.5%) e Ildefonso Guajardo (21.4%). La batalla tricolor luce cerrada entre tres perfiles fuertes.

En relación con Movimiento Ciudadano, Samuel García encabeza en esta ocasión las preferencias de los naranjas con 37.9%, seguido por Luis Donaldo Colosio Riojas (35.1%) y Jorge Álvarez Máynez (19.3%) Una contienda marcada por dos punteros prácticamente cabeza a cabeza.

Así, si hoy fueran las elecciones, la intención de voto por partido sería: Morena, 38.4%; PAN, 25.3%; MC, 20.4%, y PRI, 7.9%, mientras los “satélites” Partido del Trabajo y Verde “Ecologista” tendrían 2.5 y 1.2%, respectivamente, y aparece un 4.3% sin preferencias.

En este sentido, todo parece indicar que el camino 2030 a la Presidencia de la República será intenso, con liderazgos definidos, peleas internas apretadas y un electorado que aún puede moverse.

Con todo, un día como hoy, pero hace dos años, los tres partidos tradicionales de México (PRI, PAN y PRD) prometieron una elección interna ejemplar, pero sus propios impulsos la volvieron accidentada, incluso humillante para varios de los que participaron o creyeron en ella.

En el camino quedaron: Desde Santiago Creel, quien llevaba un cuarto de siglo aspirando a la candidatura por la derecha; Gustavo de Hoyos, quien, junto con Claudio X. González, había logrado la alianza de las tres fuerzas políticas; Enrique de la Madrid, opaco ex secretario de Turismo cuya única carta ha sido su padre, Miguel de la Madrid, gris ex presidente de México, o Beatriz Paredes, quien mantuvo el paso hasta el final y puso en riesgo a la favorita de las élites mexicanas: Xóchitl Gálvez.

         La derecha mexicana no olvidará el 3 de septiembre de 2023, cuando, en un evento deslucido, se reveló que había candidata para 2024. La comisión que dominaban Claudio X. González, Marko Cortés y Alejandro Moreno Cárdenas -éstos últimos dirigentes de PAN y PRI-, presentó a Xóchitl Gálvez como producto “de un proceso ciudadano”, aunque pronto se impondría la realidad: Los dos partidos decidieron todas las candidaturas, y la presidencial siempre fue carta de élites intelectuales, mediáticas, académicas y empresariales, que habían partido la baraja de esa elección y jugaban como crupieres.

         Personalidades como Enrique Krauze o Héctor Aguilar Camín orientaron la elección hacia la polémica empresaria hidalguense, iniciada como política durante la administración de Vicente Fox, con una fortuna hecha al tiempo que se desempeñaba en el servicio público.

Dos días después de la presentación de Xóchitl Gálvez, la izquierda presentó a quien había ganado una batería de encuestas internas en un proceso que tuvo como garante a López Obrador. Fue Claudia Sheinbaum Pardo. La mayoría de los precandidatos aceptó el resultado, pero no todos. Marcelo Ebrard Casaubón, político experimentado y aspirante a la candidatura desde hace un cuarto de siglo, fue el único que se rebeló.

Ebrard protagonizó un episodio peligroso para el oficialismo que se resolvió más adelante. “No nos vamos a someter a esa señora”, dijo sobre Sheinbaum. Sus seguidores le gritaban “presidente, presidente”. Luego aceptó la Secretaría de Economía del primer gobierno -en más de 200 años de República- con una mujer a cargo de la Presidencia de la República.

Dos años después de aquel mes, convulsionado y borrascoso para algunos y de consolidación para otros, Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela lanzan una primera lista de 18 personajes de 2025, de izquierda y derecha, unos con material presidenciable. De las internas 2023-2024 sobreviven pocos. Otros nuevos se suman a la contienda, aunque es prematuro vaticinar que esta lista no tendrá sacudidas.

Esa lista nace con una advertencia: Muchos de los anotados posiblemente no puedan sostenerse ni un año, cuando sea la siguiente revisión. Lo más probable es que otros se agreguen. Por lo pronto, se habla de 18 los que aparecen. Ya veremos si en 2026 salen o entran otros.

-Sin incluir a los que mencionamos línea arriba, también aparecen, en primera instancia, José Eduardo Verástegui ¿Un actor para presidente de México? ¿Por qué no?, pensarán algunos. Ronald Reagan hizo películas antes de encabezar el gobierno de Estados Unidos. Volodímir Zelenski hizo carrera como actor y comediante antes de ser presidente de Ucrania. José Eduardo, cantante y actor, quiere serlo de México.

-María Lilly del Carmen Téllez García, quien se hace llamar Lilly Téllez, ha trabajado tres décadas para el magnate Ricardo Salinas en TV-Azteca, pero su carrera política se la debe a López Obrador, quien la incorporó. La invitó a ser senadora de Morena, en 2018, como parte de una estrategia electoral que incorporó a personajes de derecha que, como ella y German Martínez Cázares, muy pronto se apartaron para volver a su origen reaccionario.

         -Identificado política y judicialmente como el jefe del Cártel Inmobiliario de la Alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México, donde inició su carrera política en 1997, Jorge Romero Herrera ha sido hábil para escalar políticamente en el PAN hasta convertirse en su presidente nacional. Y su meta, como él mismo ha aleccionado a su grupo político, es ser presidente de México.

-Lorenzo Córdova Vianello, hijo de académicos respetados: Arnaldo Córdova y Anna Paola Vianello Tessaroto, ha hecho una carrera interesante como catedrático y divulgador, pero su carrera toma rumbo al incorporarse como asesor del consejero presidente del IFE, José Woldenberg, y a partir de allí las instituciones electorales son su obsesión.

         -Secretario particular de Luis Donaldo Colosio en el PRI, lo acompañó a la Secretaría de Desarrollo Social con el mismo cargo y luego en la candidatura presidencial. Seis años después del asesinato de Colosio, Alfonso Durazo Montaño dejó el priismo y se unió al panismo y, más concretamente, a la campaña de Vicente Fox en 2000. Luego abandonó el foxismo y en el 2006 se unió a la campaña de López Obrador en Sonora y después, en 2018 se convirtió en secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Duró 22 meses en el cargo y lo abandonó para ser Gobernador de Sonora. En eso sigue. Es fundador de Morena y tiene una presencia fuerte dentro del partido. Algunos lo ven como posible precandidato presidencial, aunque otros sostienen que es más cabeza de ratón, como dice el dicho. Su carrera política ha sido bajar y subir escaleras, más que una línea recta.

-Con sólo un año de haber llegado a la gubernatura de Aguascalientes, María Teresa Jiménez Esquivel acarició la idea de buscar la candidatura presidencial del PAN a la Presidencia de la República en 2024, pero vio que esa posición estaba escriturada para Xóchitl Gálvez y desistió. Desde entonces madura su proyecto para 2030, en compañía de su marido, Luis Alberto Villarreal, ex alcalde de San Miguel de Allende, Guanajuato, y destituido por Gustavo Madero como coordinador de los diputados federales del PAN, en 2014, tras el escándalo de una fiesta con alcohol y bailarinas.

-Ariadna Montiel Reyes es hechura de la izquierda. Arquitecta, nació políticamente dentro de las estructuras capitalinas del PRD a principios de este siglo. Fue secretaria de Jóvenes, de Finanzas y de Relaciones Políticas y Alianzas de ese partido. Fue Senadora suplente de María Rojo y luego, directora general de la Red de Transporte de Pasajeros de la capital con Marcelo Ebrard. Después fue Diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, luego Diputada federal. Es secretaria de Bienestar desde 2022.

-Norma Rocío Nahle García es primera mujer en alcanzar la gubernatura de Veracruz. Antes fue diputada federal, senadora y su carrera da un vuelco cuando López Obrador la elige secretaria de Energía, cartera poco lucidora, ya que los directores de Pemex y de CFE se convierten en verdaderos operadores de la política energética, pero en el primer sexenio de Morena se roba los reflectores porque el sector energético mexicano se convierte en alta prioridad para AMLO y porque recibe el encargo de desarrollar la refinería Olmeca de Dos Bocas.

-Por último, se incluye la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, quien ha sido periodista. Hija del esfuerzo, estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y trabajó en La Afición, El Universal y La Jornada. Como funcionaria se ha especializado en dos rubros, principalmente: seguridad pública y atención ciudadana, tareas que parecen distantes, pero no en su caso y la convirtieron en candidata natural a secretaria de Seguridad de López Obrador, que quiso poner por delante la atención de las causas que generan la violencia.

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)

 

*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 49 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de publicar.

Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con nueve Diplomados, cuatro de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019, 2021 y 2025) y cinco de Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias. 

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