En primera fila
¡Siervos del
Ejecutivo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Aunque parezca
mentira, después de 62 largas Legislaturas, los representantes “populares” por
fin se preguntan para qué le sirve al país un Poder Legislativo obediente,
de rodillas al gobierno en turno y, ahora le agregan, a la oligarquía
transnacional y nacional.
Esto se
dio apenas ayer, en el marco del “análisis” de dictamen de la Ley Federal de
Telecomunicaciones y Radiodifusión, cuando diputados del PRD denunciaron que el
proyecto se elaboró y envió a la Cámara de Senadores ¡desde la Consejería
Jurídica de la Presidencia de la República!, cuando que debió ser desde
Comisiones con apoyo de su secretaría técnica.
Los
legisladores difundieron copia de un correo electrónico que su correligionaria
senadora Angélica de la Peña les envió con el original, que la jefa de la
oficina del consejero jurídico, Misha Leonel Granados, hizo llegar a todos los
grupos parlamentarios con la solicitud de convocar a un periodo extraordinario
de sesiones a partir del martes 8 para discutir la minuta del Senado con la ley
en la materia.
No
obstante, se incluyeron todos los envíos originales, entre ellos el de una
colaboradora del consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos
Cervantes, donde señala que “por instrucciones del consejero jurídico anexo les
envío el proyecto de dictamen de la ley federal de telecomunicaciones y
radiodifusión”, y marca copia a su jefe y a José Ignacio Peralta Sánchez,
subtitular de la SCT.
Coordinador
parlamentario del partido Movimiento Ciudadano, el “camaleónico” diputado
federal Ricardo Monreal Ávila, ex gobernador de Zacatecas (1998-2004) por el
PRD y ex senador y
coordinador del PT, criticó el
desacierto y el despropósito parlamentario al desvirtuar y contradecir el texto
constitucional en la materia con esa ley reglamentaria que pretenden aprobar en
el período extraordinario.
Pero
además, resulta inadmisible que con la restauración política y jurídica del
viejo régimen en México, ahora se permita la sustitución “de facto” del Poder
Legislativo, ya que carece de sentido la presencia de los legisladores, cuya
mayoría sólo acata órdenes del Ejecutivo y los poderes fácticos para continuar
una inédita subordinación de atropellos y abusos.
Mejor
prueba de ello fue aprobar el procedimiento parlamentario que les conduce a
aceptar una conducta impropia sin recato ni dignidad, principalmente en el caso
del PRD que, pese a denunciar las irregularidades, le pareció más cómodo
aprobar ese dictamen de más de 600 “cuartillas”, aunque con un escenario
distinto al que se estableció en la Reforma Constitucional.
En este
sentido, Monreal Ávila se preguntaba cómo aprobar el procedimiento, cuando se
había llegado al absurdo, al colmo político de permitir, tolerar y aceptar que
la Presidencia de la República elabore los dictámenes que debieran corresponder
a las Comisiones, y además los envíe vía electrónica a los legisladores de
manera grosera e ilegal.
¿Cómo
permiten los “hacedores” de leyes incurrir en una grave irresponsabilidad
jurídica, administrativa y penal? No se entiende, ya que debieran saber que
admitir que los dictámenes se elaboren en la Presidencia y sólo se envíen a los
legisladores para actuar como oficialía de partes implica una serie de
irresponsabilidades.
La
primera de ellas abuso de autoridad, pero también usurpación de funciones del
Ejecutivo que, de esta manera, se convierte en único legislador, y tercera,
irresponsabilidad constitucional, al desplazar de facto el Presidente de la
República y empleados al Congreso de la Unión.
Así,
resulta inaceptable reconocer que, de manera anticonstitucional, México sólo
tiene hoy un Poder meta constitucional, supra constitucional: El Ejecutivo
Federal, con lo que se pone por los suelos la Teoría de la División de Poderes
en equilibrio, en una república federativa.
El
dictamen de la Ley de Telecomunicaciones que se pretende discutir en el período
extraordinario adopta el criterio de preponderancia por sector en lugar de por
servicio. La decisión está resuelta. Los hincaron, los doblegaron…, obviamente
a favor del “duopolio” Televisa-Azteca. Es decir, si ahora existe un sólo
“gigante”, buscarán que haya dos, y éstos se repartan el mercado.
En
efecto, en los términos que se plantea en el dictamen, donde la preponderancia
se fijará por sector, y el poder sustancial por servicio, la nueva Ley Federal
de Telecomunicaciones y Radiodifusión allanará el camino para que en lugar de
un monopolio exista un duopolio, tal y como ahora se presenta en la televisión
de señal abierta, aunque, “generosa”, la Presidencia deja un pequeño espacio,
muy pequeño, a la figura de pequeños prestadores de servicios.
De lo que
realmente se trata esta ley es preponderantemente de repartir el “pastel” de
las telecomunicaciones, y no de
proporcionar un mejor servicio con precios más bajos a los consumidores.
Por
último, como dijera el viejo “zorro” político Monreal Ávila -de esos que
abundan en el Congreso de la Unión-, ¡qué bueno que después de 6 meses
deliberen sobre esa Ley!, pero ¡qué malo que lo hagan por indicaciones del
Presidente de la República, y que se les ordene por correo electrónico!
En
efecto, las telecomunicaciones son mejores ahora. Ya no es necesario ni ver a
quienes mandan: Basta con un Twitter o fax para obedecer. El Poder Legislativo
está en pleno desprestigio social porque la mayoría de sus miembros se lo ha
ganado. No representan a nadie, forman parte de una “república de la hipocresía”.
(Permitida la copia, publicación o
reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)
*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco
avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como
reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios
de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex
gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.
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