En
primera fila
¡El venenoso “coctel”!
Por LUIS A. CABAÑAS BASULTO
Diputados
del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza impulsan la iniciativa de Ley
General para la Prohibición de la Fractura Hidráulica en la exploración y
explotación de hidrocarburos, que busca evitar daños graves e irreversibles al
medio ambiente y, en consecuencia, prevenir afectaciones a partir de la
exploración y explotación por la fractura hidráulica (fracking)
Esto
porque la reciente reforma al artículo 27 constitucional dice que el gobierno
federal podrá otorgar, mediante asignaciones a empresas productivas del Estado
o contratos con particulares, actividades de exploración y explotación de
hidrocarburos en términos de la ley reglamentaria.
A
los legisladores, empero, preocupa que los métodos de explotación del subsuelo
por fracking contravengan los derechos humanos establecidos en los artículos 1 y
4 constitucionales, relativos al acceso, disposición y saneamiento de agua para
consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y
asequible.
Según
la iniciativa, esos proyectos tienen serias consecuencias para la
disponibilidad de agua para humanos y ecosistemas en zonas adyacentes a los
sitios de extracción, ya que para la fractura de un sólo pozo se requieren de entre
9 y 29 millones de litros.
Como se sabe, el fracking consiste en una perforación
vertical de 3 hasta 5 kilómetros, hasta llegar donde se encuentran rocas
porosas de esquisto, lutitas o pizarra, dentro de las cuales existe gas natural,
tras lo cual se inyecta un fluido con agua, arena y químicos, a presiones tales
que generen tensión en el agujero y propicien una fractura que se propaga a
medida en que se inyecta fluido.
Una
vez creada la fractura y tras la interrupción de la inyección a presión, para
mantenerla abierta se introduce un apuntalamiento o produce un grabado de las
paredes de la fractura con un ácido, que mantienen abierta la fractura y
establecen un canal altamente conductivo para que
se desplacen fluidos.
Empero, el Instituto de Cambio y Alteración Endocrina
(Endocrine Disruption Exchange Institute, TEDX por sus siglas en inglés) señala
que se emplean 632 químicos en la operación para la extracción del gas, 353 de
los cuales son altamente riesgosos para la salud.
Más de 75 por ciento de ellos afecta directamente la piel,
ojos, sistema respiratorio y gastrointestinal. Entre el 40 y 50 por ciento
puede dañar el sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y riñones,
mientras el 37 por ciento afecta el sistema endocrino, y 25 por ciento provoca
cáncer y mutaciones.
Otra
consecuencia de explotar el gas esquisto es la aceleración del cambio climático
debido a las emisiones de gas metano producidas por ineficiencias en la
extracción, procesamiento, almacenamiento, traslado y distribución. El metano
es un gas que presenta un efecto invernadero 20 veces más potente que el
dióxido de carbono (CO2)
Por otro lado, la iniciativa advierte que su explotación en México
es una alternativa costosa e inviable. Los resultados obtenidos en EE.UU.
plantean serias dudas en torno a la viabilidad económica de los proyectos de
fractura hidráulica, lo que cuestiona la pertinencia de seguir destinando
recursos públicos su desarrollo e investigación.
Pemex
estima que, sólo para analizar las posibilidades de explotar ese gas en 20
pozos de manera comercialmente viable en México, se requiere una inversión de 30
mil millones de pesos del presupuesto en público en seis años y evaluar la
prospectividad de otros 175.
Asimismo,
considera que requerirá de unos 600 mil millones para el óptimo desarrollo de
una industria de explotación del gas de esquisto consolidada para los próximos
50 años.
Los
diputados, ninguno del PAN, PRI o Verde, sobre todo estos últimos que “ofrecen”
proteger el medio ambiente, concluyen que la técnica presenta patentes ineficiencias
en toda la cadena de explotación del gas: Supone el uso de grandes cantidades
de energía para transportar y manejar millones de litros de agua para fracturar
la roca, además de un extenso uso de camiones para el transporte de insumos,
desechos y el mismo gas, entre otros.
Por
estas razones varios países han declarado moratorias o prohibiciones a este
tipo de explotación, amparándose en el Principio Precautorio, en virtud el cual
no se requiere la existencia real y tangible de un daño, sino la posibilidad de
que pueda existir, es decir, el riesgo se genera de no adoptarse las medidas de
precaución.
El
fracking no representa realmente una opción adecuada para el desarrollo
nacional, ya que representa riesgos graves de contaminación y salud, por lo que
el Congreso debiera estar a la vanguardia en medidas ambientales y de derechos
humanos, adoptando el principio precautorio para prohibir la fractura
hidráulica hasta que investigaciones científicas aseguren fracking otros
métodos que no pongan en riesgo la seguridad humana y el equilibrio ecológico.
Entre quienes suscriben la iniciativa se incluyen Ricardo
Monreal Ávila (Movimiento Ciudadano), Agustín Miguel Alfonso Raya (PRD), Manuel
Rafael Huerta Ladrón de Guevara (PT) y René Fujiwara Montelongo (Nueva Alianza),
aunque su expedición, fechado el 14 de abril último, estuvo a cargo de la
diputada quintanarroense Graciela Saldaña Fraire. De los demás legisladores del
Estado, ¡Ni sus luces!... para variar
(Permitida la copia, publicación o reproducción
total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana
Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información,
editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha
fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes
municipales, y publicado tres libros.
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