Mauricio, ¿Ignorante?... o ciego
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
En
verdad que las ambiciones de los políticos los obligan a llegar hasta límites
insospechables y, sobre todo, a olvidarse de conectar el cerebro antes de poner
a funcionar la lengua, la mayor prueba han sido las declaraciones más recientes
del candidato del PRI a la gubernatura de Quintana Roo, Mauricio Góngora Escalante,
particularmente respecto a la deuda pública del Estado.
Aunque
no han sido pocos los traspiés del alcalde de Solidaridad con licencia, una
reciente, prolongada entrevista matutina “a modo” por la radio fue prueba
suficiente para una duda del tamaño del mundo respecto a su opinión sobre ese
particular, ya que se dio “vuelo” hablando prácticamente de otro mundo, excepto
de Quintana Roo.
Como
muchos interesados en la cosa pública de la entidad, su servidor esperaba que
el priísta se refiriera a los severos cuestionamientos sobre sus antecedentes
penales, a efecto de aclarar, de una vez por todas, su escabrosa participación en el robo y fraude genérico contra
una empresa cervecera, tales que lo enviaron a la cárcel, y que una y otra vez
documentaron diversos medios.
No
hubo de piña. Abiertamente apoyado en sus respuestas por el conductor de
conocido noticiario, como era de esperarse, Mauricio Góngora “la libró” una y
otra vez hasta llegar al tema obligado de la deuda pública que el ex gobernador
priísta Félix González heredara a su “ahijado” Roberto Borge, quien, a su vez,
eventualmente dejaría al abanderado tricolor en Quintana Roo.
Palabras
más, palabras menos -sólo tendría que repetirse el audio-, aseguró que la deuda
de la entidad era perfectamente “normal”, que nadie tendría por qué alarmarse y que el pago de ésta no afectaría
absolutamente “ningún” programa de su cada
vez menos posible administración. Sólo así entendimos por qué Quintana Roo
sería uno de los que perdería el PRI en las elecciones de junio.
En
efecto, por ratos, inclusive de manera cantinflesca -ignoraba que contadores y
otros profesionales en la materia le escuchaban- Mauricio Góngora dijo que nada
tenía que ver la deuda con las participaciones federales, que éstas incluyen
los gastos de Quintana Roo en servicios al turismo, que la deuda per cápita
sólo asusta a quienes ignoran el tema, etc. Casi decía que la magnesia es lo
mismo que la gimnasia.
Hasta
el cierre de junio de 2014, la deuda de Estados y municipios de Quintana Roo
ascendía a 18 mil 568 millones de pesos, entonces su nivel máximo histórico,
con un aumento de 14.75 por ciento respecto al mismo periodo de 2013.
Era
de esperarse, ya que durante dos años del gobierno de Roberto Borge el
endeudamiento se había incrementado 5 mil 543 millones de pesos, al a pasar 13
mil 25 millones de pesos, tras los 10,265 millones de que le dejara su
“padrino” Félix González junto con el pago de intereses.
Ahora
bien, desde aquel 2014, en proporción deuda-participaciones federales, Quintana
Roo tenía comprometidas éstas en un 250 por ciento, apenas un escalón debajo de
Coahuila (253%), Chihuahua (244%), Nuevo León (227.9%), y Veracruz (118%)
Ante
este panorama, la Secretaría de Hacienda propuso en octubre del 2015 un recorte
presupuestal de ¡95 millones de pesos para Quintana Roo!, lo que redujo el
margen de maniobra de Borge Angulo, quien sólo recibiría 20 mil 17 millones de
pesos para el 2016.
Más
alarmante aún, los pasivos totales de la entidad representan 280% de sus
participaciones federales, mientras que, aunque la Secretaría de Finanzas y
Planeación, que encabeza Juan Pablo Guillermo Molina, no ha dicho “esta boca es
mía”, el servicio de la deuda rebasó los mil millones de pesos en 2015, contra
los mil 700 millones en 2014.
Así
las cosas, al cierre de junio de 2015, la deuda pública de sumaba 22 mil 71.6
millones, con un endeudamiento inmediato de 897 millones de pesos en seis meses,
lo que representa el 101% de los ingresos totales estatales y municipales.
Quizá
el iluso Mauricio Góngora ignore que los recursos propios también son
limitados, ya que el año anterior fueron de 3 mil 829 millones de pesos, de un
presupuesto de 37 mil 963 millones, mientras que las participaciones y
aportaciones federal sumaron 19 mil 403 millones de pesos, y los ingresos por
financiamiento, 14 mil 727 millones de pesos.
Ignoramos
a cuál Quintana Roo se refiera el candidato del PRI cuando habla de la deuda
estatal, ya que está documentado que es la más elevada per cápita de todo el
país, inclusive para la misma Secretaría de Hacienda, que reconoce que cada quintanarroense
tendría que pagar 14 mil 199 pesos para liquidar su carga financiera, muy por
arriba de Coahuila, Nuevo León y el propio Distrito Federal, que tienen
volúmenes de deuda más elevados.
Con
pasivos documentados por 22,071 millones de pesos al primer semestre del año
ante la SHCP, es uno de los 10 Estados con mayor carga financiera, lo que se
suma a déficit recurrentes y bajos niveles de recaudación.
Sus
pasivos representaban 280% de sus participaciones (Ramo 28), el nivel más alto
entre las 32 entidades, tres veces más que el promedio nacional (84.7%), lo que
implica que si el gobierno estatal los
liquidara sólo con los recursos que recibe por ese concepto, demoraría casi
tres años en hacerlo.
Respecto
a sus ingresos totales, su deuda equivale a 101.6%, también el nivel más alto
entre los 32 Estados, en relación con el Producto Interno Bruto Estatal,
equivale a 8.3%, con lo que se ubica sólo por debajo de Chihuahua, con 8.6%.
Durante
la administración de Roberto Borge, que inició en abril de 2015, el
endeudamiento público creció 115% en términos nominales, al pasar de 10,265
millones de pesos en el primer trimestre de 2011, a más de 22 millones en junio
del 2015.
El
desajuste de los primeros tres años de Borge provocó que durante el 2014,
Quintana Roo fuera uno de los seis Estados con recorte en sus calificaciones
por parte de firmas como Moody’s, Standard & Poor’s, Fitch y HR Ratings. De
hecho, fue el más castigado, como único que recibió dos ajustes a la baja por
parte de Fitch y HR Ratings, originado por un elevado nivel de endeudamiento y
apalancamiento.
Borge
podría objetar que se sobreendeudó por pagar intereses de la deuda que le
heredó su paisano cozumeleño Félix González, pero las cifras oficiales de
Hacienda revelan que su mayor error fue destinar a gasto corriente los
préstamos que le “obsequió” el dócil Congreso del Estado, el lugar de hacerlo
para el pago del servicio de la deuda estatal.
Todo
ello lo oculta el priísta Mauricio Góngora, quien seguramente por ello se ha
resistido a los debates públicos, excepto, dijo, a los que por ley convoque el
Instituto Electoral de Quintana Roo, obvio, porque, como parte del canasto de
manzanas podridas, éste no permitirá que le cuestionen sobre la deuda, ni sobre
el oscuro, ocultado pasado del aspirante.
Pero además, estamos ciertos de que el priísta no puede ni
quiere hablar sobre la deuda porque fue parte del complot de Félix González
para endeudar a Quintana Roo, además de que su alta “experiencia” sobre el tema
también lo convirtió en el alcalde con “la deuda más elevada para un municipio
en todo el país” ¡Y nos quiere gobernar!
Cheque este enlace televisivo para ilustrar las cifras sobre
el caso: https://www.facebook.com/JuicioABorge/videos/1112766298776061/
PD:
Nuestras más sinceras felicitaciones para todas las madrecitas del mundo por su
Día. Que Dios las bendiga
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 39 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, ha sido Jefe de Información
de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.
luancaba.qroo@gmail.com
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