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De “periodista” a funcionaria con Mara

                                                                                 Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*

         Si de algo se ha criticado siempre a la gobernadora Verde, Mara Lezama, es por el nombramiento de sus nuevos funcionarios, como es el caso de la “nueva” coordinadora del programa “Mujeres es Poder” en Quintana Roo, Bridget Ortega Aviña, quien hace poco más de un mes fuera “premiada” por la mandataria, en lugar de castigarla por su pésimo papel en Comunicación Social.

         Casi coincidente con su primer nombramiento, del 29 de septiembre de 2022, el 14 de marzo de ese año también sería nombrada con un cargo similar María Indhira Carrillo Domani, a quien la aún alcaldesa de Benito Juárez, Patricia Peralta de la Peña, investiría oficialmente como directora general de ese rubro, cargo que dejaría ahora en manos de Cindy López, para convertirse en vocera del Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo.

Desde el 28 de septiembre de 2022 Coordinadora de Comunicación Social de Mara Lezama, Bridget Ortega fue cambiada poco después de dos años, el 4 de octubre, pero como nueva Coordinadora de “Mujeres es Poder”, donde deberá “fortalecer los derechos de las mujeres y fomentar su participación activa en la vida social y económica del Estado”.

Según la mandataria, los objetivos de dicho programa son promover la autonomía, seguridad y salud de las mujeres jefas de familia de escasos recursos, a través de apoyos económicos bimestrales para brindar condiciones de vida más dignas, fomentando la autonomía económica y contribuyendo al bienestar social.

Así las cosas, relevada por Laura Aguilar Loredo, supuestamente para intentar limpiar el lodazal que dejó, de menuda y diminuta figura, la funcionaria, conocida en el gremio periodístico como “Brigit”, sería recordada no por su habilidad de gestión, sino por el manto de oscuridad y manipulación que tejió en medios de comunicación. Su paso por Comunicación del Estado dejó una estela de corrupción, mentiras y prácticas que harían sonrojar al más astuto político.

El apodo de “El enano del tapanco”, metáfora rescatada de las tabernas españolas donde se alzaba una voz temeraria para aplacar a los ebrios insolentes, le sentaba como anillo al dedo. Como el enano, que desde las sombras amenazaba a los parroquianos, “Brigit” haría lo propio con medios y periodistas. “Amiguito, baja esa nota, ya ves que te estamos apoyando”, repetía una y otra vez con esa voz grave que pretendía ser convincente, pero que sólo escondía amenazas veladas y prebendas que nunca llegaban completas.

Desde el rincón más oscuro de Comunicación Social, tejió una red de favores y contratos a conveniencia. Los reporteros que aceptaban el juego pronto descubrirían que sus promesas de pagos eran tan vacías como su currículum, aquel que adornó su ascenso sin mencionar su vasta experiencia en manipular a la prensa y beneficiar a su círculo cercano.

Su pareja sentimental, un hábil titiritero que manejaba un medio, fue su principal aliado en la construcción de su pequeña fortuna, a base de jugosos contratos publicitarios para medios cómplices de la Cuarta Transformación. Como si fueran los únicos en el tablero, decidían quién merecía apoyo, qué columnista debía ser silenciado y a quién jalar para sus intereses.

La campaña electoral de 2022 fue escenario perfecto para que “Brigit” desatara una “guerra sucia”. Con manos invisibles, bloqueó a candidatos de oposición, saboteó a rivales y minó la democracia. Su guerra contra Lili Campos Miranda y la manipulación de la opinión pública en Solidaridad sólo es ejemplo de su perversa estrategia. Desde sus dominios en Comunicación Social, amenazaba y premiaba, pero siempre con la vista en su propio beneficio.

Con la llegada de Laura Aguilar, quedaba la incógnita de cuánto más podrá ocultarse bajo la alfombra. ¿Acabará la era del “amiguito, la nueva jefa? o será una nueva etapa de la misma historia. La respuesta ya la vimos.

Otros medios reiteraron lo de “menuda y diminuta figura” de Gabriela Bridget que, dijeron, será ampliamente recordada por reporteros, directores y propietarios de medios de comunicación como perversa y mentirosa. Valga la metáfora con la expresión, acuñada en alguna taberna española.

Cuando algún comensal se pasaba de copas y se ponía pesado, para aplacarlo se escuchaba un vozarrón imponente y amenazante desde el fondo del tapanco. Y, un día en el que uno de estos borrachos se negó a salir y retó al del vozarrón a que bajara y se pusiera a mano, resultó que las amenazas contra los parroquianos provenían no de un corpulento guardián sino de un enano cabezón.

“El enano del tapanco”, se repitió la expresión y quedó en el argot político para aquellos que denostaran a la oposición, menospreciaran el trabajo contrario sin dar cara y cuando la hacían afloraba su soberbia y prepotencia, pero, sobre todo, su corrupción y riqueza acumulada desde un rincón de Comunicación Social que ahora la Cuarta Transformación pretende ocultar y proteger.

“Brigit”, con ese tono grave de voz pedía favores, más bien amenazas veladas para el gremio periodístico en todos sus niveles: “Amiguito, baja esa nota, ayúdame, a la jefa no le gustan esas publicaciones ya ves que eres de los pocos que estamos apoyando”, o bien “amiguita, hay que cuidar el destino, esa publicación golpea el proyecto de nuestra amiga”.

El cuento del “amiguito” y amiguita” era diario, y de la sobada de espalda, de las promesas de pago a tiempo y de las peticiones de favores en tono de orden o amenaza sin pena de perder míseros convenios o prebendas en efectivo. Reporteros y medios digitales en nómina, a los que pagaba en efectivo mensualmente, los “ordeñaba” cierta y abundante cantidad con la promesa de que pronto se “emparejaría”, ya que “no había salido completo”. Muchos sufrieron ese episodio si no es que la mayoría, y seguían esperando que les pagara las mesadas incompletas.

A la par, ‘Brigit’ formaba su propio destino económico junto a su pareja sentimental, que dirigía un medio a los que entregaba jugosos contratos publicitarios, a la postre, tiene una serie de medios regionales al servicio de la Cuarta Transformación, una réplica del medio donde laboraba su concubino que llegó a tener tanto poder en Comunicación Social, que también decidía cuál medio o columnista apoyar, a que reportero “jalar” para laborar en sus medios o al servicio de la Cuarta Transformación.

De su breve curriculum, cuando en septiembre del 2022 Mara Lezama la designó Coordinadora General de Comunicación, hemos hablado, aunque también decía haber recibido la medalla Liderazgo en Comunicación en 2018 y, como presunta Licenciada en Ciencias de la Comunicación, fue directora general de Comunicación Social en Benito Juárez de 2019 a 2022.

Por último, donde obtuvo doctorado en satrapacerías fue como coordinadora estatal de medios en la campaña a la gubernatura, donde se comportaba como si ella fuera la candidata.

Durante la campaña anterior, Roberto Palazuelos, candidato de Movimiento Ciudadano, la acusó de “mujer que amenaza a la prensa con no pagar convenios si les dan foco a los periodistas del Estado”, por lo que el actor alzó la voz y le exigió respeto a la democracia.

“Señora deje de meterse con la democracia, usted les llama a los medios para bloquear a los candidatos; deje de meterse conmigo si no quiere que me meta con usted. Deje de meterse con la democracia y de amenazar a los medios”, declararía.

Varios candidatos de oposición también alzarían la voz contra gobierno y le exigirían sacar las manos de proceso electoral, sobre todo ante el control de medios digitales “ya que, como dé lugar, quieren arrebatar la elección en todos los municipios”, con migajas de una base reporteril y al servicio del mejor postor, con sicarios de las letras de cuarta categoría, “Brigit”’ amenazaba y saboteaba a los candidatos: el vituperio y la guerra sucia privaron en el proceso.

Así, “‘Brigit”’ se encargaría de una “guerra sucia” contra Lili Campos y posicionar la figura de Estefanía Mercado en Solidaridad; filtró que Juanita Alonso no iría por la reelección en Cozumel, y se encargó de difundir que Atenea Gómez Ricalde, por encima de la madre de ésta, Alicia Ricalde, traicionaría al PAN y se sumaría a la alianza encabezada por Morena.

“Brigit” y su consorte se encargarían de minimizar los actos delictivos en los municipios más violentos de Quintana Roo presionando a los reporteros y medios digitales de Tulum, Carrillo Puerto, Cozumel, Cancún y Bacalar.

Todos recuerdan cuando seleccionaba a los que acompañarían a Mara Lezama en sus viajes al extranjero. Los que habían hecho caso al “amiguito, eran los seleccionados, corifeos guiados por su novia a la cabeza.

La Cuarta Transformación como el gato, quiso ocultar el estercolero de “Brigit” en Comunicación Social enviándola a la Coordinación del Programa “Mujer es Poder”, con la chamba de repartir tarjetas en el programa dirigido a jefas de familia quintanarroenses de entre 18 a 55 años de edad. Las beneficiarias recibirían 2 mil pesos bimestrales en su tarjeta bancaria, aunque nuestro personaje ya estaba pensando como picarle.

Sobre su “brillante” trayectoria profesional en comunicación, inició en Grupo Sipse, en TVCun, donde fue reportera, jefa y directora de Noticias, precisamente donde conoció a Mara Lezama, quien tenía un segmento en el programa de revista Cancún Vive, hasta que, en enero de 2019, sería nombrada por la entonces alcaldesa, Mara Lezama, directora de Comunicación Social en la Comuna de Cancún.

Durante la campaña de la reelección de la mandataria estatal coordinó medios en Benito Juárez (2021) y fue Coordinadora Estatal de medios en la campaña a la gubernatura (2022), aunque previamente, en 2018, habría recibido la medalla Liderazgo en Comunicación por la Universidad Anáhuac-Cancún.

Lo único cierto es que, finalmente, salió por la puerta trasera y habría llegado Laura Aguilar, supuesta licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Comunicación y Administración, con experiencia en comunicación y vocería, supuestamente también para limpiar el cochinero y mantener una mejor relación entre prensa y gobernante, aunque, en realidad, anda en busca de la candidatura a diputada. Todos pedían, hoy vemos que infructuosamente, se acabaran los “moches” y las llamadas de “amiguito”.

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)

 

*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 48 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de publicar.

Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con nueve Diplomados, cuatro de ellos en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019, 2021 y 2025) y cinco de Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios, Talleres, Cursos y Conferencias. 

Información completa sobre el currículum vitae, en este link:

https://luisangelqroo.blogspot.com/2025/08/dividido-en-los-capitulos-de-formacion.html

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