Inevitable recordar a dos ex gobernadores!
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Siempre
atentos la columna del colega Julián Santiesteban, ahora donde hacía breve
referencia a los ex gobernadores priístas Félix González Canto y Roberto Borge Angulo
respecto a los grandes males de Quintana Roo que, por supuesto, no exceptúan al
yucateco-playense Carlos Joaquín González, es inevitable reiterar el caso
especial de los dos primeros, el segundo en la cárcel.
Ahora
“discretamente” apoyado por la mandataria Verde, Mara Lezama, con la devolución
de valiosos terrenos confiscados, el cozumeleño Roberto Borge es quien, junto
con su paisano, el innombrable Félix González, nos recuerda interesante crónica
del portal “Al momento”, de febrero de 2021.
En
este sentido, principia con que la administración del primero (2011-2016) vivió
en las sombras, bajo un manto protector de impunidad que había creado su
antecesor y maestro político, Félix González, y de la que sacó todo el provecho
posible.
Así,
días después de protestar como mandatario, Roberto Borge se reunió en Cozumel
con algunas personas de “criterios amplios”, que habrían puesto el dinero para
su campaña, con los “gruesos” de la mafia en Quintana Roo que, primero, hicieron
poderoso al “Gato” Félix.
Con
esos líderes de malas costumbres, que envenenan a los jóvenes y a miles de
turistas que visitan las paradisíacas playas quintanarroenses, estuvo con los
encargados de las plazas, jefes de la mafia, con los que se pactaron territorios
para “trabajar” sin ser molestados, claro antes de la llegada del Cártel
Jalisco Nueva Generación, cuando se destapó una carnicería que sigue hasta hoy.
Ante
esas acciones, la Subprocuraduría Especial en Investigación de Delincuencia
Organizada inició una investigación, paralela a la que enfrenta el ex
gobernador por “lavado” de dinero y desvío de fondos públicos.
Según
información de la desaparecida PGR, como se sabe, los federales investigaban el
nexo de Roberto Borge con Leticia Rodríguez Lara “Doña Lety”, ante documentos
obtenidos tras la incautación de un par de cajas privadas de esa líder del
Cártel de Cancún, “La 40”, en su casa de Villa Magna.
Una
de ellas, según información protegida estaba rotulada a nombre del ex
secretario privado del mandatario, Manuel Eligio Marrufo Trejo, y reenviada a
su hoy ex esposa, Mariana Zorrilla Erales.
La
información causó conmoción entre los quintanarroenses, no así entre las autoridades
locales que, como la Fiscalía General del Estado, siempre se hizo de la “vista
gorda” en ese tema.
Doña
“Lety” habría sido durante el gobierno de Roberto Borge, quien cuidó el
equilibrio de Cancún; casualmente donde se incautaron las cajas que vincularon
al secretario privado del ex mandatario y a su ex esposa con el crimen
organizado fue en Villa Magna, donde vivieron algunos colaboradores del ex
mandatario, como el ex vocero de Félix González y director del Sistema
Quintanarroense de Comunicación Social de Borge, Jorge Eugenio Acevedo Marín,
después ligado a la llamada “Estafa Maestra”.
Tanto
la familia de Roberto Borge como la de Mariana Zorrilla estaban en quiebra
total y tuvieron que unir fuerzas a través de Félix González, éste último quien
convenció a la mujer de casarse con “Beto” Borge, por lo que ambos firmaron un
documento más que matrimonial, un pacto sagrado, para abandonar la pobreza y
llegar a la realeza.
En
2019, cuando Roberto Borge aún “gobernaba” Quintana Roo, uno de sus ex
choferes, preso en la cárcel de Cancún por extorsionador, desde prisión envió
un correo a la embajada de Estados Unidos en México, donde ofrecía datos
concretos de la relación del mandatario y varios de sus colaboradores con la
mafia cubana, narcotráfico y tráfico de ilegales.
Esa
información se esfumó gracias al ex Fiscal General de Quintana Roo, Julio César
Moreno Orendain quien movió cielo, mar y tierra para borrar toda evidencia. En
septiembre de 2015, el cubano, nacionalizado primero español y luego mexicano,
Luis Manuel Álvarez Adán, confinado en una de las celdas de la cárcel municipal
de Cancún -finalmente, se “suicidó”-, pidió hablar con autoridades mexicanas o
agencias extranjeras y en apoyo a su petición envió el siguiente correo a la
Embajada:
Debe
ponerse en contacto conmigo el FBI, la DEA o Seguridad Nacional. Estoy en la
cárcel de Cancún. Trabajé como escolta de Roberto Borge y tengo información del
trasiego de cubanos desde Cuba a Quintana Roo, donde, con ayuda del gobierno,
por 45% de millones de dólares, hacen llegar a los indocumentados cubanos a
EU”.
En
correo electrónico, también hizo una acusación muy grave, al afirmar haber sido
testigo varias veces del cobro de 40% que hacía el gobierno de Quintana Roo al
crimen organizado por dejarlo “operar”, cuando escoltaba a Iván Eliud Garibay
Osorio, director Jurídico y de Gobierno en la Zona Norte, para cobrar en
distintos sitios de Cancún.
Álvarez
Adán fue detenido en diciembre de 2014 por orden de aprehensión del Juzgado
Cuarto Penal, por la causa penal 570/2014, por extorsión contra un empresario
por 300 mil pesos y quedó preso en Cancún.
En
2013 se inició una averiguación previa por extorsión por 300 mil pesos, en
agravio de un empresario poblano radicado en Cancún, por privación ilegal de la
libertad y amenazas; amenazas y lesiones; amenazas y por amenazas y daño. En su
acusación contra Borge Angulo, dijo que éste hizo negocio con recursos
naturales y José Mauricio Góngora Escalante, con la mafia cubana, dedicada al
robo de embarcaciones, lanchas rápidas, de mediano calado y yates.
En
las naves grandes se trasladaban los ilegales, principalmente de Cuba, hasta
EE.UU. En ese tiempo se sabía que la mayoría de las embarcaciones eran robadas,
principalmente en Miami, Florida, pero nadie intervenía y se les veía ir y
venir por todas las zonas turísticas: Isla Contoy, Playa Aventura, Tulum,
Puerto Juárez, Isla Holbox, Laguna Nichupté y Laguna Makax, sin que nadie las
molestara. Una muestra de que bajo esa práctica aumentó el número de indocumentados
cubanos, es que en 2011 entraron a Quintana Roo 7 mil 700 y en 2015, más de 24
mil.
En
enero de 2003, se sabe, Góngora Escalante fue acusado de robo calificado y
fraude genérico por un 1.2 pesos, como gerente de ventas de Cervecería
Cuauhtémoc Moctezuma, en Playa del Carmen y cinco meses después, en junio, fue detenido
y recluido en la cárcel municipal.
Cuatro
días después se hizo evidente el tráfico de influencias cuando, en junio de
2003, el Juzgado Mixto de Primera Instancia de Solidaridad, a cargo de Dulce
María Balam, envió una carta a Fernando Alonso Ávila Peniche, director de la
cárcel de Playa del Carmen, donde le otorgaba la libertad.
Durante
11 años consecutivos la delincuencia organizada fue protegida por los gobiernos
de Félix González y Roberto Borge, responsables del caos en Quintana Roo,
originado por el crimen organizado, por vender la plaza dos veces a
organizaciones rivales, según investigaciones a raíz de la captura en Panamá de
Roberto Borge, con lo que se comenzó a destapar la cloaca que se gestó desde
que Félix González fuera gobernador, en abril de 2005, al entablar relaciones
simultáneamente con los Cárteles de Sinaloa y del Golfo, cuyos sicarios, “Los
Pelones” y “Los Zetas” y otros apéndices, mantuvieron cruenta guerra más de dos
sexenios por el control del territorio.
En
Quintana Roo, los delincuentes son de “cuello blanco”, o sea, gente que ni la imaginas
metida en el narco, la clase política y la empresarial están inmiscuidas en “lavado”
de dinero”. A lo largo del gobierno de Félix González y Roberto Borge, todos
los días, entraban y salían portafolios llenos de dinero”, decía María Teresa
Menéndez Monforte, correctora de estilo de un medio quintanarroense.
En
2006, Quintana Roo registró 798 delitos contra la salud, la inmensa mayoría, 703,
por posesión, de lo que se infiere el aumento del consumo de enervantes, y en
2007 fueron 43 delitos contra la salud, 992 por posesión y el resto por “narcomenudeo”.
A lo largo de su mandato, Félix González sostuvo nexos con el clan de Carrillo
Fuentes, concretamente con Luis Carlos Carrillo Cano, sobrino de Amado Carrillo,
“El Señor de los Cielos”, quien se ostentaba empresario de la construcción.
Con
esa fachada el “empresario” hizo millonarios negocios con Félix González, quien
le concesionó la construcción de la cárcel de Cancún, pero se suspendió cuando
se descubrió su relación.
Otro
vínculo más de Félix y Borge con el crimen organizado fueron sus nexos con Raúl
Martins, conocido como “Zar de la trata de Blancas”, quien habría apoyado la
campaña de Roberto Borge por indicaciones de Félix González, ambos relacionados
con el Cártel de Juárez, del “Señor de los cielos”.
En
aquella época, tanto Félix González como Roberto Borge protegieron al ex
banquero neoliberal Roberto Hernández Ramírez para desembarcos de cocaína colombiana
en Punta Pájaros, propiedad del magnate, en el centro de la Biosfera de Sian
Ka´an.
Los
nexos de Félix González con el narcotráfico y la venta infame de la reserva
territorial de Quintana Roo, explicaría el origen de su fortuna. Durante su
sexenio (2006 al 2012), el IPAE vendió 877 predios a particulares, de los que
406 se localizan en Playa del Carmen y pasaron de patrimonio del Estado a
propiedad privada. En Cozumel, vendió 176 predios, en Cancún, 156 y en
Chetumal, 139.
Esas
reservas territoriales se vendieron a precios “preferenciales”, muy por debajo
de su valor comercial; además de que los beneficiados fueron amigos,
empresarios, familiares y políticos, con lo que se formó una estrategia ideal
para “lavar” miles de millones de pesos. Además, esa cadena de actividades
ilícitas dio paso a una imparable ola de violencia, de manera que puntos
turísticos como Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres y Cozumel, cuyo
principal atractivo era la tranquilidad, pasaron a ser focos rojos del crimen
organizado.
Así,
se convirtió en zona de alto riesgo por la inseguridad, donde secuestros,
extorsiones, robos a mano armada, “levantones”, cobros por derecho de piso y
ejecuciones estaban a la orden del día, y las víctimas son lo mismo ciudadanos
comunes que turistas y empresarios, por lo que muchos empresarios decidieron
abandonar Quintana Roo por falta de garantías.
Roberto
Borge sigue preso, pero sus sombras siguen dañando Quintana Roo, y su lealtad
con Félix González es tan grande que prefiere seguir en las sombras antes de
quemarlo y enviarlo a la cárcel. Su herencia, sin embargo, fue bien recibida y
continuada por Carlos Joaquín y hoy por Mara Lezama.
Titulado como Licenciado en Derecho
en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con nueve Diplomados, cuatro de ellos
en materia de Juicio de Amparo (2017, 2019, 2021 y 2025) y cinco de Derechos
Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la
Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 75 Seminarios,
Talleres, Cursos y Conferencias.
Información completa sobre el currículum
vitae, en este link:
https://luisangelqroo.blogspot.com/2025/08/dividido-en-los-capitulos-de-formacion.html

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