¡Calvario de otro periodista local!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Apelando
a la buena voluntad del gobernador Roberto Borge en torno a la libertad de
expresión, el presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Quintana
Roo, Armando Castillo Montejo, representante de la Federación Mexicana de Cronistas
Deportivos del Sureste, puso de manifiesto la prepotencia e irregularidades de
las autoridades del ramo en Benito Juárez, mismas que imputan éstas a “los de arriba”.
En
este sentido, pidió interceder ante el director del Instituto Municipal del
Deporte de Cancún, José Luis González Mendoza, quien, en abierta actitud revanchista
ante las críticas del periodista, maniobró para la clausura de un “changarrito”
de aquél en el interior de la unidad deportiva conocida como el “Toro Valenzuela”.
De
viaje en la ciudad de México el sábado último para un homenaje al
quintanarroense Juan Bautista Reinhartd, uno de los primeros cronistas
deportivos del Estado que ingresó al Salón del Periodista Deportivo de México -inaugurado
ese día por el director de la CONADE, Jesús Mena Campos-, el Ayuntamiento
benitojuarense aprovechó consumar su venganza.
Para
ese efecto, inspectores de Fiscalización Municipal, que encabeza el cuestionado
Raymundo López Martínez, trataron como delincuente a la esposa del afectado,
Blanca Estela Fuentes Manzo, pese a que el ex director del Deporte de Cancún,
Amador Gutiérrez Guigui, permitió en su momento la instalación de ese pequeño
negocio donde no afectara a los deportistas.
No
obstante, al asumir José Luis González Mendoza esta dirección le pidieron
aportar 500 pesos mensuales “al deporte”, a lo que accedió con gusto, ya que,
dado su trabajo periodístico deportivo de más de 20 años, le queda claro que ningún
presupuesto alcanza para cubrir las necesidades del renglón, pero como
periodista se considera uno de los más críticos del deporte, siempre con
profesionalismo.
(Como
se sabe, el empresario Andrés Sánchez Roldán denunció ante el alcalde de Benito
Juárez, Paul Carrillo, una pretendida extorsión de López Martínez, quien le pidió
60 mil pesos para rebajarle una multa. Dueño de dos hoteles de Cancún, el
afectado dijo que Fiscalización le dejó un requerimiento por dos anuncios
luminosos, pero que la multa por falta de permisos ascendía a 120 mil pesos,
que el funcionario le rebajaría a 60 mil pesos si le entregara 52 mil pesos por
un recibo de 8 mil pesos para saldar la multa)
Según
explica Castillo Montejo, sus críticas en los últimos meses habían sido más
fuertes, pero con sustento, lo que, sin embargo, generó que su relación con González
Mendoza y el titular de la Cojudeq sea más álgida, por lo que sólo acudía al
Instituto a pagar la aportación del “changarrito”, hasta que el sábado llegó el
inspector con la consigna de clausura, supuestamente por carecer de licencia de
funcionamiento y por tener “ordenes de arriba”.
Durante
dos trienios jamás tuvo ese problema, amén de que nunca dejó de ser crítico de
los funcionarios deportivos en turno, con los que llegó a tener diferencias,
pero siempre respetaron su labor periodística como coordinador de deportes del
portal www.palcoquintanarroense.com
y del diario digital: SIE7E DIAS (www.sie7edias.com)
así como colaborador de la revista Maya sin Frontera.
Así
las cosas, acudió a Fiscalización Municipal, donde, sin mayores explicaciones,
López Martínez le pidió volver al día siguiente para ver cómo ayudarlo, pero a
la hora que lo citaron uno de los “secretarios” dijo que sólo quitarían el
sello de clausura con un comprobante de pagos del Instituto del Deporte.
No
obstante, el director operativo de la dependencia, Gabriel Aguiñaga Correa, a
quien solicitó el documento, acudió al director Administrativo del Instituto,
quien le dijo que Castillo Montejo debía hablar directamente con González
Mendoza, único autorizado para otorgar el documento, aunque sólo pudo
localizarlo tras 13 días para que le pretextara que su caso no estaba en sus
manos, porque “arriba” recibió instrucciones de cerrar el “changarrito”.
González
Mendoza le aclaró que era imposible reabrir el negocio, aunque le aconsejó “cabildear”
con los de “arriba” y cuando tuviera respuesta se la haría saber, y de ahí que
acude al Jefe del Ejecutivo porque si aquél tiene algo personal en su contra,
que se desquite de otra forma, no atentando contra la economía de su familia.
(Con
un oscuro pasado como operador político del PRI, el funcionario se echó encima
a los aficionados de Cancún desde el año anterior, cuando prohibió la entrada a los partidos de los Pioneros con “jerseys”
amarillos, luego que el uniforme del tradicional equipo cancunense cambiara con
el nuevo Ayuntamiento priísta a rojo, o sea, del color del PRI.
Y
no se salía aún del conflicto, cuando se le señala de manipular las elecciones
de comités deportivos de las colonias populares para poner ¡claro! a gente vinculada
al PRI)
Castillo
Montejo colaboró en el desaparecido diario El Quintanarroense, pero desde que
éste cerró hace más de un año no ha podido obtener un trabajo estable en otro
medio establecido, salvo como “free lance”, por lo que su familia sobrevivía con
lo poco de su venta en el “changarrito” de 17 a 22 horas de lunes a viernes.
Como
presidente de la Asociación, el afectado, miembro de la Comisión de Honor y
Justicia de la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos, llevó a Cancún varios
cursos, seminarios y talleres de periodismo deportivo, con apoyo de empresarios
y funcionarios y aval de la propia Federación, en tanto obtuvo la sede del
Congreso Nacional del gremio en 2005 y la Asamblea Nacional y entrega de los
reconocimientos “Fray Nano” y “Ángel Fernández”.
La
carta a Roberto Borge tiene copias para la Asociación Internacional de
Periodistas Deportivos, la presidencia de Federación, las comisiones estatal y
nacional de Derechos Humanos, la Fiscalía de Protección al Periodista en México,
la Organizaciones de Periodistas Nacional e Internacional, la Secretaría de
Gobernación y el Secretario de Gobierno de Quintana Roo.
Apenas
el jueves último publicamos que, en cumplimiento de su labor, el periodista
local Jorge Luis Uc Ramírez fue víctima de la Policía Estatal Acreditable, encabezada
por el “supervisor” de ésta, Sergio Miguel Lagunes Mora, para un flagrante y cobarde
ataque a la libertad de expresión, y aunque el caso de Castillo Montejo no
incluyó golpes y detención, no es sino más de lo mismo, aunque con nuevas “herramientas”.
Tanto
en uno como en otro caso, es de esperarse congruencia del gobernador del Estado
con su iniciativa de ley para la Protección de los Periodistas en Quintana Roo ¿Será
mucho pedir?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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