Periodismo, ¡nuevamente víctima!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Graduado
como Licenciado en Sistemas Comerciales en la Universidad de Quintana Roo, sin
embargo supervisor de la Policía Estatal Acreditable, Sergio Miguel Lagunes Mora se convirtió esta semana
en el funcionario de gobierno más repudiado por la sociedad, tras su vergonzoso
papel en la arbitraria, brutal detención de un reportero local que cumplía con
su labor.
Apenas hasta ayer de vacaciones, hoy nos enteramos
que, valiente con los reporteros, cobarde con los delincuentes -inútil, diríamos
nosotros-, como bien lo describe el diario “Por Esto! de Quintana Roo”, Lagunes
Mora ordenó el martes último la cobarde detención de su periodista, Jorge Luis
Uc Ramírez, a quien sometieron seis “gorilas”, entre ellos Daniela López Cocom.
Ampliamente difundido por los medios locales -obvio,
qué demonios importa a los medios nacionales la violación de la libertad de
expresión-, Uc Ramírez había acudido a la colonia Bicentenario de Chetumal,
donde tres menores naufragaron tras volcarse la canoa en la que pescaban, para
lo cual la propietaria del predio le permitió fotos, pero los “guardianes” lo
acusaron de supuesto, inexistente allanamiento de morada.
El propio Lagunes Mora y sus seis subordinados utilizaron
técnicas de arresto prohibidas por Derechos Humanos, por considerarse uso
excesivo de la fuerza, pues no sólo lo sometieron con brutalidad, sino que le
presionaron el cuello para producirle desvanecimiento, mientras a insultos amenazaban
con detener igual a los reporteros de otros medios si no se retiraban y dejaban
de cuestionar su arbitrariedad y prepotencia.
A falta de preparación para
combatir eficazmente la delincuencia que azota a la ciudad, los policías
desahogaron su impotencia ante el reportero, quien interpuso sendas denuncias ante
el Ministerio Público, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y la
Dirección de Asuntos Internos de la corporación.
El origen del problema, en el que la mujer parecía
más gorila que dama -con respeto a los gorilas- fue cuando un agente de apellido
Pool Martínez le gritó al periodista:
“Oye cabrón ¿no entiendes que no puedes tomar fotos?”; a lo que se le aclaró que
la propietaria había autorizado una fotografía, pero el supervisor dijo que “me
vale v…, ya te dijeron que te salgas o te detengo por allanamiento de
propiedad”.
Desde un montículo de piedras, Lagunes Mora gritó:
“A la v… con el reportero, vamos a detenerlo por allanamiento de morada”, y al
menos los seis agentes se le fueron encima, lo rodearon e intentaron despojarlo
de su cámara, pero al no poder esposarlo, Lagunes Mora lo rodeó con el brazo el
cuello y comenzó a presionarlo dolosamente.
Ante la falta de aire, finalmente lo sometieron, le
pusieron las manos atrás y esposaron, mientras que el suboficial Alejandro Cruz
Pacheco le quitó la cámara, como supuesta “evidencia” del delito que le
pretendían acreditar, según dispuso Lagunes Mora, ya que la propietaria del
inmueble en ningún momento se quejó o pidió que lo detuvieran.
Daniela López le apretaba dolosamente las esposas
al reportero para obligarlo a callar cuando pidió una llamada telefónica que en
todo momento se le negó, además de no leerle sus derechos. Cuando otros colegas
le pidieron el nombre a la mujer, ésta lo negó, pero cuando el reportero pedía
respetar sus derechos, ésta le gritaba “ya cállate coño”, mientras apretaba más
las esposas.
Cobarde y sin aceptar haber empleado fuerza
excesiva en el cuello del comunicador, Lagunes Mora argumentó cínicamente que “se
realizó el uso mínimo de la fuerza para su retención, no lo ahorqué, se llaman
pruebas de sometimiento nomás”, aunque las huellas de violencia demuestran el
abuso.
Vea Usted los detalles de esa “actuación” de nuestros
guardianes del “orden” https://youtu.be/_5DLfQ78kow
Pese a que se informó que “ante la intervención de César
Manuel Castilla Acosta, director de Comunicación Social de la Secretaría de
Seguridad Pública, por instrucciones del titular, Juan Pedro Mercader Rodríguez,
y el comisionado de la Policía Estatal, Paúl Armando Hernández Ruiz, el
reportero fue liberado y se le entregó su cámara”, lo cierto es que la
corporación está totalmente de cabeza.
Apenas en septiembre último se informó que para
el reforzamiento de la Seguridad Pública, 71 reclutas de la Policía Estatal
Acreditable se sumaron a labores “preventivas” de delito en colonias populares,
sitios de alta concurrencia y centros comerciales de Chetumal, con lo que “habrá
mayor acercamiento con la ciudadanía, puesto que estos operativos serán a pie”.
Asimismo,
agregó, los agentes podrán asesorar a la población en cuanto a prevención de
delito e implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, y “la
Secretaría Estatal de Seguridad Pública determinó utilizar a los nuevos agentes
de la Policía Estatal Acreditable para garantizar la seguridad de la población
en todo momento”.
Personal
de la Academia Estatal de Seguridad Pública (AESP) capacitó a los agentes en
dos fases en 21 semanas, con adiestramiento y enseñanza en torno a las reformas
constitucionales ¿Para qué? Hoy vemos, para nada
El
diseño de la Policía Acreditable se realiza con una supuesta visión que atienda
la inseguridad, con una policía eficaz, confiable, eficiente y profesional, que
garantice la integridad y derechos del ciudadano, preserve las libertades, orden
y paz pública, indispensables para un desarrollo sustentable y mejorar la
calidad de vida de la sociedad.
Irónicamente,
según la Secretaría, su objetivo es fortalecer la capacidad de los elementos
para discernir dilemas éticos, optando por el bien y que reconozcan la
importancia y aplicación de los valores éticos y morales en el campo laboral;
analicen los valores que rigen la actuación policial y reconocer la conducta a
la que deben sujetarse y las consecuencias de sus actos.
¡Caray!
¡Qué bonito es hablar sobre buenas intenciones!, y más cuando se asegura que
los nuevos agentes “son capaces de comprender los elementos del nuevo modelo
policial, así como los antecedentes, fundamentos, principios, etapas y sujetos
del Nuevo Sistema de Justicia Penal mexicano”. ¿De qué sabor querrán su helado?
Ignoramos de dónde salió o quién recomendó a Lagunes
Mora para un cargo de suyo estratégico, pero lo menos que merece es la baja fulminante
de la corporación y su consignación, junto con sus seis gamberros, claro, esto si
las autoridades quieren demostrar voluntad de hacer bien las cosas. ¿A qué le
apuesta Usted?
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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