¡Cloaca en “manejos” del erario!
Por Luis A.
CABAÑAS BASULTO*
Con
una hacienda prácticamente al borde de la quiebra, el municipio de Solidaridad
sigue dando mucho de qué hablar, ya no sólo por ser origen de 4 aspirantes a la
gubernatura de Quintana Roo, entre ellos su propio alcalde Mauricio Góngora
Escalante, sino por la burda manera como, a través de los años, se han manejado
impunemente sus recursos, desde luego con la abierta complacencia de quienes
debieran velar por ellos: Los diputados.
Y
es que, trienio tras trienio, lo que ha importado a la mayoría de sus
presidentes municipales y diputados locales o federales ha sido su futuro
político, y mucho más si es hacia la “grande”, es decir la gubernatura, como en
el caso del mismo Mauricio Góngora, mejor prueba de ello hace tres días,
cuando, mientras se promocionaba fuera de su municipio, ocurría un enorme
incendio que causó la evacuación de unos mil turistas.
Como
señalamos en la columna de ayer, Solidaridad es ejemplo de un historial de
opacidad y traiciones, así como de venganzas y otras linduras palaciegas que,
sin embargo, de poco o nada importarían si no implicaran el empobrecimiento de
las arcas, principalmente vía endeudamiento que ha provocado paulatinos quebrantos,
el mayor de ellos durante el trienio del ahora secretario de Desarrollo Social,
Román Quian Alcocer (2008-2011), cuando, ¿Sabe Usted quién fungía como
Tesorero? ¡Pues nada menos que Mauricio Góngora!
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los malos manejos de su jefe, sin embargo, no fue suficiente para convertirse
en su sucesor, carrera en la que se impuso el séptimo munícipe y aún diputado
local, Filiberto Martínez Méndez, aunque sí para que el ex gobernador Félix
González aprovechara su “experiencia” para nombrarlo Secretario de Finanzas y,
entonces sí, obsequiarle la presidencia municipal como “premio” a su
complicidad en el sobreendeudamiento de Quintana Roo.
El caso es que Martínez Méndez solicitó licencia
para convertirse en diputado por segunda ocasión, ahora como presidente de la
Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil, de la que era secretario
Pedro Flota Alcocer e integraban Berenice Polanco, Hernán Villatoro Barrios y
Susana Hurtado Vallejo, aunque el playense también está en las de Comunicaciones
y Transporte; Medio Ambiente y Cambio Climático; Desarrollo Familiar y Grupos
Vulnerables, y Desarrollo Humano y Poblacional.
Lo
curioso es que, en menos 3 años, el funcionario y su sucesor interino, Rafael Kantún
Ávila, colocaron a Solidaridad al borde la crisis, al elevar su deuda en cerca
de 686 millones de pesos, al grado tal que la firma crediticia “Fitch Ratings” degradó
a principios de año su calificación y la mantuvo en “observación negativa”,
además de posponer la remodelación del deportivo Mario Villanueva y el nuevo
palacio municipal, rechazado por los regidores durante el trienio de Gabriel
Mendicuti Loría (2002-05), y anunciado por Román Quian en 2010.
Por ello y por mucho más, el ex regidor Juan Carlos
Beristain Navarrete solicitó juicio político contra el chaparrito Martínez
Méndez, pero la Comisión de Justicia lo declaró improcedente, por “no cumplir
todos los requisitos que exige la Ley de Responsabilidad para los Servidores
Públicos del Estado”, según Berenice Polanco, quien “explicó” que la demanda no
acreditó “el supuesto mal manejo de recursos o violaciones graves a la
Constitución”.
Berenice Polanco y los también representantes “populares” Pool
Moo, Maritza Medina y Marcia Fernández no sólo declararon improcedente y dieron
por concluido el procedimiento, sino también enviaron un mensaje con pésimos
presagios para la comunidad que los eligió, ya que la única ex funcionaria
contra la que se procedió legalmente fue la ex alcaldesa de Tulum, Edith
Mendoza Pino.
Por cuestión de formas, la fallida demanda también
responsabilizó a Martín Cobos Villalobos, suplente de Filiberto y presidente de
la Comisión para la Juventud y el Deporte, aunque también fungió como suplente
tras la renuncia de Edith Mendoza.
El
juicio solicitado fue por la “desaparición” del préstamo por 386 millones de
pesos para nueve obras “fantasmas” de Martínez Méndez, pero el órgano de “transparencia”
de Solidaridad se negó a fiscalizar esos recursos, el avance de obras y el
ejercicio en supuestos proyectos, tras que, con 21 votos a favor, la XIII
Legislatura que encabezaba el hoy alcalde de OPB, Eduardo Espinosa Abuxapqui, autorizó
elevar a 817 millones de pesos la deuda, refinanciar 517 millones y pedir
prestados otros 300 millones que, se sospecha, “invirtió” el PRI en elecciones.
El
coordinador panista del Congreso, Sergio Bolio Rosado, apoyó el juicio político
a través de su diputada Perla Tun, pero nada pudo hacer ante la mayoría
priísta, con lo que la Legislatura incurrió en un auténtico “lavado” de
recursos públicos que ninguno de ellos justificó, pero mantendrá endeudado a
Solidaridad durante los próximos 20 años.
Ahora
bien ¿Sabe Usted quién fungió como Tesorero durante el trienio de Martínez
Méndez y, por lo mismo, supo cómo se manejaron esos recursos? ¡Nada menos que
el ahora flamante diputado federal José Luis “Chanito” Toledo Medina! A través
de él se solicitó y obtuvo un crédito por 386 millones de pesos para una decena
de obras que nunca se hicieron.
Con
todo, el legislador también aspira a gobernador, aunque previo fue presidente
de la Gran Comisión del Congreso, al que, por razones de mucho peso y muchos
pe$o$, “apapacha” la mayoría de los reporteros locales. Como decíamos en una
columna de hace dos años, ¡Qué mal deberá sentirse su padre Marciano “Chano”
Toledo Sánchez, a quien debe mucho de lo que tiene!
Lo
cierto es que, tal y como se prevé ocurra al término del triste trienio de
Mauricio Góngora, al concluir aquel gris periodo en 2013 el octavo Ayuntamiento
estaba hundido en su peor crisis de 20 años, con categoría de insolvente, al
borde de la quiebra y sin dinero ni para la nómina, por lo que despidió a
cientos de trabajadores y redujo a la mitad el salario de otros tantos, ya que,
además de los 817 millones de créditos a bancos, adeudaba 800 millones a
proveedores, con lo que aumentó 13 veces la deuda en dos años y medio, al pasar
de 132 a mil 617 millones.
Como
decíamos ayer, no obstante que la opacidad de la Comuna imposibilita conocer
con certeza el monto total de su deuda, está documentado que la de corto plazo
-que incluye pagos a proveedores- ¡rebasaba los mil 341 millones de pesos en
septiembre!
Al
comenzar la administración de Martínez Méndez, el 10 de abril del 2011, éste heredó
una deuda de Román Quian por 132 millones de pesos, considerada histórica, ya que
se mantuvo desde el trienio 2002-2005, que encabezó Gabriel Mendicuti, quien solicitó
ese primer empréstito para obra pública, pero en diciembre del 2011, con
Filiberto, el Congreso le autorizó un crédito por 386 millones 326 mil pesos
para supuesta obra productiva.
Empero,
el Cabildo autorizó el 9 de agosto de 2013 al interino Kantún Avila solicitar
un nuevo empréstito, ahora por 300 millones más, con lo que la deuda pública
alcanzaba la estratosférica cifra de 817 millones, a los que se suman los suman
los 800 millones que se adeudaba a proveedores, para un total de mil 617
millones.
No
cabe duda de que es un lujo el futuro político de los tesoreros, sobre todo
cuando saben ser “ciegos”, “sordos” y “mudos” ¿Ejemplos? ¡Abundan!
(Permitida la
copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del
nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
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