Ir al contenido principal
¡Fracaso de números “alegres”!


                                      Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
A través de los últimos 20 años, hemos escuchado en forma insistente que nuestros problemas económicos derivan de la mala situación de China, Estados Unidos, Grecia o España, por citar unos ejemplos, pero lo cierto es que, si pretendemos ser justos, esto sólo se referiría a los efectos.
Ahora bien ¿Cuáles son las causas? Muy sencillo: El gobierno gasta mal, gasta de manera ineficiente y, lo que es peor, mucho de este gasto se pierde por corrupción. Basta simplemente con ver cifras, según establece el Foro Económico Mundial.
Entre 2014 y 2015, la reforma hacendaria generó alrededor de mil 790 miles de millones de pesos adicionales para gasto público. ¿Qué ha hecho el gobierno de Peña Nieto con todo este dinero? ¿Crecimiento? ¡No!
Verá Usted. Para 2013, conforme  a criterios de política económica, se aprobó un crecimiento del 3.5%, pero terminamos apenas con el 1.4%. En 2014 se aprobó un 3.9%, y creamos un 2.4%, y ya para este año se aprobó un 3.7%, y la expectativa al cierre del tercer trimestre es que será de apenas del 2%, para mal, pésimo “crecimiento”.
Un mal crecimiento genera desempleo, y con estas tasas, el gobierno de Peña Nieto, en los tres años que van de su sexenio, nos debe ya alrededor de 1.1 millones de empleos.
Esto significa que el crecimiento económico está muy por debajo del necesario para emplear a un millón 100 mil jóvenes que cada año ingresan al mercado laboral, y que al no encontrar empleo, desafortunadamente tienen tres opciones: Migrar hacia los Estados, en una situación cada vez más difícil: integrarse al mercado informal, o peor aún, incorporarse al ejército de reserva de la actividad criminal.
Y si hablamos de pobreza, en los primeros dos años de este gobierno -y esto lo dijo el Coneval recientemente- la pobreza aumentó en dos millones de personas, con lo que 55 millones de mexicanos, es decir 1 de cada 2 millones, 1 de cada 2 mexicanos vive en condiciones de pobreza, pero si hablamos de pobreza extrema, 1 de cada 4 no tiene para comer al día. Son datos y cifras oficiales.
Por último, en materia de desigualdad, en lo que se refiere a ingresos entre los trabajadores del sector formal, más o menos el 61% gana entre 1 y 3 salarios mínimos, aun cuando su productividad ha venido creciendo.
Esto es importante porque es una de las causas de que seamos uno de los países con peor distribución del ingreso del mundo. Según estudios del Oxfam, el 1% de la población concentra casi el 50% de la riqueza del país.
El problema fundamental es que el gasto público no funciona como multiplicador del crecimiento ¿Cómo tener un gasto eficiente si estamos plagados de conflictos relacionados con distorsión de los recursos públicos?
Conforme al reporte de competitividad global 2015 del Foro Económico Mundial, México está considerado entre los 20 países con mayor desvío de recursos del gobierno a nivel mundial, su peor posición desde el 2006.
La corrupción en el país cuesta casi 10% del PIB, según estimaciones, como la del Banco Mundial, el Banco de México. Para darnos una idea de cuánto es esto, uno de cada 3 pesos del presupuesto federal, o sea el 38%.
La administración de Peña Nieto ha estado rodeada de escándalos de corrupción y conflictos de interés hasta hoy impunes. Impunidad y corrupción en México significa que quienes tienen más poder y dinero, están más al margen de la ley. El mensaje parece remarcar el clásico “el que no tranza, no avanza”, lo que fomenta el comportamiento ilegal y oportunista que perpetúa una economía donde sólo prosperan los tramposos.
Bajo estas condiciones institucionalizadas, no hay economía que pueda funcionar. De continuar estas “reglas”, jamás creceremos a los niveles necesarios para crear empleos, tener servicios de calidad o mayor equidad.
Si se pretende un debate serio y responsable del Paquete Fiscal 2016, Hacienda deberá garantizar un compromiso claro de cumplir una agenda mínima que incluya desarrollar el Sistema Nacional Anticorrupción, particularmente en torno a la Ley de Obras Públicas.
Se sabe de un debate legislativo que causa enorme escozor, ya que pareciera más una ley o minuta que se empuja más con una visión pro-corrupción, que con una visión contra la corrupción, ya que abre puertas a la discrecionalidad en los procesos de contratación.
Esto permite sintonizar situaciones como el famoso OHL, toda vez que no obliga a publicar la documentación de adjudicaciones directas que, al menos hasta hoy, ocurre en el 80% de los casos, en el nuevo aeropuerto de la ciudad de México.
Por otro lado, urge modificar a corto plazo la política económica redistributiva en dos frentes, el primero de ellos recuperar el salario mínimo, para lo cual el PRI deberá ayudar a destrabar una minuta “congelada” en el Senado, y segundo una mejor distribución del ingreso, con tasas impositivas a ese 1% que detenta el 50% de la riqueza nacional.
Finalmente, es necesario enviar recursos importantes, con visión de largo plazo, a la procuración e impartición de justicia, pues de no fortalecerse el Estado de derecho no funcionará, ni habrá bienes o servicios públicos.
Para combatir la corrupción, desigualdad e impunidad, es requisito “sine qua non” fortalecer la procuración e impartición de justicia, lo que no ocurrirá con ningún acuerdo que incluya enviar “ternas” de candidatos de partidos para nuevos Ministros a la Suprema Corte de Justicia.
Es cierto que la reforma fiscal constituyó un debate importante, pero no concluido, ya que, a dos años de distancia, el Gobierno Federal no ha cumplido con su parte.
En el último trimestre del año 2013 se apostó por una reforma fiscal que le dotara de mayores ingresos, con objeto de que el gasto público fuera palanca de desarrollo para detonar el crecimiento económico, proveer mejores bienes y servicios públicos para la sociedad y una distribución más equitativa del ingreso.
El debate sobre la reforma fiscal fue bajo el compromiso de que el Gobierno Federal atendería esta visión y mantendría un compromiso sólido de austeridad, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas.
Desafortunadamente, en 24 meses nada ha ocurrido; ni austeridad, eficiencia, ni transparencia, además de que el gobierno de Peña Nieto ha estado rodeado de escándalos de corrupción y conflictos de interés que han minado la confianza en las instituciones, mercados y manejo de los recursos públicos.
Su estrategia, al igual que la de sus antecesores, ha sido de muy mala calidad en resultados porque no ha atendido las causas de los problemas y nuevamente se ha quedado en el terreno de los efectos e inercias.
Por más que el Fondo Monetario Internacional diga a la prensa que la economía mexicana no es foco de preocupación y que tiene buenas perspectivas, la frustración al respecto es una realidad si se ve desde el bolsillo de la gente, padres, amas de casa y de la gran mayoría de los mexicanos.
Una y otra vez sufrimos bajo crecimiento, empleo insuficiente, servicios públicos caros y malos, así como desigualdad económica extrema, pero hace más de 20 años que escuchamos las mismas excusas: “La mala situación interna es consecuencia de problemas del exterior”, cuando que, en realidad, el gobierno gasta mal y de manera ineficiente…, y mucho de este gasto se pierde por corrupción.

 (Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo, con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

luancaba@hotmail.com                                                      leg_na2003@yahoo.com.mx                                 
luancaba.qroo@gmail.com                 
http://facebook.com/luisangel.cabanas            luisangel.cabanas@facebook.com                                                                                                
@legna2003                                                                 
http://luisangelqroo.blogspot.mx

Comentarios

Entradas populares de este blog

  ¡Inseguridad, corrupción y pésimas alcaldesas!                                                                                     Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          No cabe duda que, lamentablemente, nos estamos “acostumbrando” a los graves males que azotan a nuestra sociedad, aunque, en algunos casos, se deba a falta de información, o bien, en el peor de los casos, por resignación, lo que se podrá constatar en las próximas elecciones, cuando, entre otros, la inseguridad y la corrupción dejen de valorarse, al menos, frente a dos alcaldesas de Morena que buscan la reelección en Quintana Roo.          En efecto, se trata de Yensunni Martínez Hernández y Ana Patricia Peralta de la Peña que, además de incompetentes, son dos pésimas administradoras, así como marrulleras, en Othón P. Blanco y Benito Juárez, respectivamente, aunque, para su buena fortuna, ambas gozan, por lo menos, del “calor” de la gobernadora verde-morenista Mara Lezama.          En cuanto a la ignorancia de la
¡Récord en la “antesala” de gubernaturas!                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO* Al igual que cada año electoral, los funcionarios de elección popular, hambrientos de poder o acostumbrados a él, buscan repetir en el cargo o bien buscan uno nuevo, aunque no sea éste de mayor jerarquía, lo que, para bien o para mal -porque en ocasiones sirve para castigar los malos desempeños-, autorizan y formalizan las propias leyes en la materia. Así, se suelen ver en las campañas, o desde antes de éstas, una lista de nombres conocidos que, en algunos casos, como bien dice un hermano nuestro, no deberían gritarles a los cuatro vientos lo que prometen hacer, sino mejor recordar lo que han hecho, bueno, si es que hicieron algo digno de recordar. En el caso que nos ocupa son los gobernadores que, en su mayoría, cumplieron todo un sexenio con múltiples oportunidades de hacer cosas buenas para sus gobernados, amén de que ejecutar
  ¿Nuevo “cártel” en Quintana Roo?                                                                                  Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*          Aunque los organismos de seguridad admitían inicialmente que en Cancún “sólo” operaban los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Pacífico, Sinaloa, del Golfo, los Pelones, los Bonfiles, los Zetas Vieja Escuela y los Rojos -alguno desprendidos de cuatro “grandes” de la Península-, ahora resulta que se suma uno más a la lista: “La Barredora”. El Cártel de Caborca, que domina Chetumal -lo comandó  Rafael Caro Quintero (fundador del extinto  Cártel de Guadalajara ), cuando concentraba sus trasiegos de droga en el municipio fronterizo de  Caborca -, se cuece aparte. Tiene una disputa con la célula de Los Salazar, brazo armado del  Cártel de Sinaloa , en rutas de tráfico de fentanilo y metanfetamina. ​ Así, se decía que, en la Península, “sólo” operaban al menos cuatro cárteles del crimen organizado dedicados al narcomenudeo de dro