Emilio Chuayffet, ¡al patíbulo!
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Derivado
de la aprobación de un Acuerdo sobre los procesos de evaluación para el
ingreso, promoción y permanencia en el Servicio Profesional Docente en
educación básica y media superior, el secretario de Educación Pública, Emilio
Chuayffet, comparecerá mañana martes ante la Comisión Permanente del Congreso
de la Unión.
No
podemos menos que congratularnos por la oportunidad de que este político explique
públicamente lo que nos hemos cuestionado desde hace tres semanas, cuando
anunció la suspensión de la evaluación para el ingreso, promoción y permanencia
en el servicio profesional docente, y luego, sin ninguna explicación, anunciar
que siempre no se suspendía.
Emilio
Chuayffet debió comparecer desde antes, conforme a propuesta del PAN, aunque también
es indispensable que hicieran lo propio el titular de Gobernación, Miguel
Osorio Chong, o el subsecretario de éste, Luis Miranda Nava, quien ha
encabezado las negociaciones Gobierno-Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación (CNTE)
Entre
otros, la dependencia deberá explicar, por ejemplo, por qué la semana anterior
amanecimos con la “novedad” de que pese a que la CNTE estaba en la Ciudad de
México y muchos otros maestros no fueron a trabajar, sobre todo en Guerrero,
Michoacán y Oaxaca, SI cobraron su quincena.
Es
un acto ilegal, como el de Chuayffet, cuando avisó de manera unilateral la
suspensión de la evaluación, así como que se pagaría a los maestros que no habían
ido a trabajar, pese a lo que marca el artículo 76 de la Ley del Servicio
Profesional Docente.
Según
éste, “con el propósito de asegurar la continuidad en el servicio educativo, el
servidor público del Sistema Educativo Nacional, el personal docente y el
personal con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y
media superior que incumpla con la asistencia a sus labores por más de 3 días
consecutivos o descontinuos en un periodo de 30 días naturales, será separado
del servicio”.
Empero,
no sólo no han sido separados del servicio los profesores que no han ido a
trabajar, sino que, además, se les está pagando alrededor de 380 millones de
pesos de todos los mexicanos por los días que no fueron.
Tanto
el Subsecretario de Gobernación como el titular de la SEP deben explicar muchas
cosas, aunque, por cierto, conforme al artículo 76, también habría que separar
del servicio al propio Chuayffet, quien también tenía varios días sin acudir al
trabajo.
Y
es que, apenas en diciembre último, Aurelio Nuño Mayer, jefe del gabinete del
presidente Peña Nieto, confesó a la prensa extranjera, respecto a la estrategia
de seguridad del gobierno, que: “No vimos la dimensión del problema y la
prioridad que debería haber tenido”.
No
es el único tema importante de la agenda nacional al que el gobierno no le da
importancia, pero se le hizo fácil culpar a los maestros del desastre
educativo, meter a la cárcel a su líder, su ex aliada, someter a su sindicato y
anunciar una reforma que le diera puntos en las encuestas.
Hasta
hoy, en lo único que ha cumplido a medias es meter a prisión hospitalaria a
Elba Esther Gordillo, que al parecer pronto estará libre, ya que, de lo demás,
nada: La pretendida reforma educativa se redujo a una Reforma Laboral-Bis que
ni siquiera ha podido echar a andar.
Después
de desaparecer en el periodo electoral, Chuayffet volvió a escena como si nunca
hubiera abandonado la plaza, como si no se hubiera ido de “su” Secretaría,
diciendo que “llueve o truene, siempre habrá evaluación”.
En
tanto, el secretario Osorio Chong pretexta “que no hay otra alternativa”, que se
les evaluará, y que aquellos que resulten con promedios altos se harán
merecedores a estímulos económicos, aunque ¿realmente serán merecedores de esos
estímulos? Es sólo un decir, ya que quien tiene la última palabra es el secretario
de Hacienda.
El
numeral 2.5, que detallada el programa de estímulos que sustituye a la carrera
magisterial, advierte que “quienes hayan logrado los resultados requeridos en
los procesos de evaluación y sean merecedores de incentivos y que por falta de
presupuesto no los reciban, podrán volver a participar en el proceso de
evaluación del siguiente año”.
Es
decir, no existe ninguna relación laboral o de otra índole, y aunque sean
buenos maestros, alcancen resultados destacados y aprueben, no recibirán
estímulos si no los autoriza la Secretaría de Hacienda, y en esta época de “recortes”
presupuestales está por verse.
Recordamos
que en escueto boletín, casi a escondidas -enseguida lo retiraron del sitio web-, la SEP anunció el 29 de mayo último
la suspensión indefinida de las fechas para las evaluaciones.
Los
opositores a la reforma quisieron leerlo como triunfo de la CNTE porque el
gobierno habría cedido a las presiones del magisterio disidente, pero
equivocaron el camino de sus críticas, pues el propio Chuayffet fue quien suspendió
la evaluación con fines electorales.
El
fortalecimiento de la escuela pública, eje central de la política educativa, no
está por ningún lado. El supuesto objetivo de la reforma se ha topado con la
falta de compromiso e inacción gubernamental, toda vez que el Sistema Educativo
Nacional sigue padeciendo graves rezagos.
Un
prestigiado académico utilizaba la analogía del transporte: Se quiso mejorar el
servicio de un camión destartalado que circula entre topes y baches,
simplemente cambiando al chofer, como si fuese responsable del mal servicio.
El
Estado incumple su obligación de garantizar las mejores condiciones para la
prestación del servicio educativo ¿Qué ha hecho por la educación, además de
gastar 5 veces más en la fallida evaluación que en la formación de maestros,
como dicen los expertos?
¿Qué
ha hecho el gobierno para enfrentar y resolver la cruda realidad en las
escuelas, que dejó ver el propio censo de gobierno 2014? ¡Nada!
Casi
la mitad de las escuelas públicas sigue sin drenaje; un tercio de agua potable,
y el 11% sin electricidad, aunque presume de más escuelas de tiempo completo
que siguen siendo mínimas en comparación con el número de escuelas.
Ah,
pero tampoco dice que los padres tienen que pagar los alimentos, nique a veces
no se cubre el pago al personal de cocina, mientras que las desigualdades en el
acceso y permanencia en las escuelas siguen afectado a proporciones muy
importantes a niños y jóvenes.
La
SEP no hizo su tarea. Prefiere evaluar a los maestros mediante un esquema
punitivo, mientras Peña Nieto no ha sido capaz de proponer un nuevo modelo
educativo; no existen nuevos programas de actualización para maestros, ni
reforma a la educación normal; persiste la duplicidad de funciones entre
instituciones de formación como las normales, la universidad pedagógica, los
centros de actualización.
Vaya,
ni siquiera ha podido arrancar el programa de tutores previsto en la
legislación para docentes de reciente ingreso al servicio educativo.
En
el colmo de los absurdos, el gobierno quiere acostumbrarnos a creer que los
maestros son los culpables de todos los errores y torpezas de una burocracia
incapaz de presentar siquiera un nuevo modelo educativo.
A
raíz de esta polémica, el experto Ángel Díaz Barriga recordó que la práctica
docente es compleja, y no sólo depende del manejo de información lo que se mide
en un examen, pues un docente adopta decisiones que no se pueden medir en un
examen como el que presenta.
A
la suspensión del proceso de evaluación, que continuó apenas este fin de
semana, se sumó un omiso silencio oficial sólo se rompió para seguir con las
amenazas, en lugar de rectificar y abrir espacios a expertos en evaluación.
Peña
Nieto debería hacer frente un nuevo compromiso con la educación, que condujera,
como dice Díaz Barriga, a una evaluación más compleja, más profunda, donde la
escuela fuera la unidad de evaluación y no los sujetos, y donde los planes de
mejora escolar contengan metas evaluables cada 3 años.
Chuayffet
ha creado un verdadero clima de terror y de sinrazones en el Sistema Educativo
Nacional, por lo que debe explicar las verdaderas razones de sus alocados golpes
de timón e incumple la ley en forma reiterada, así como qué ha hecho por la
educación nacional… que no sea estigmatizar a los maestros.
(Permitida
la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita
del nombre de su autor)
*Luis
Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco residente de Chetumal, Quintana Roo,
con más de 38 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y
jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como
Jefe de Información de dos gobernadores y tres presidentes municipales, y
publicado tres libros.
luancaba.qroo@gmail.com
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